Alpe d'Huez Nº4

CRÓ N IC AS
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@juglar08
Si algo bueno tienen las grandes
vueltas es que, al ser tan
largas, da tiempo a que pase
de todo. Grandes sprints masivos,
míticas subidas a escarpadas
montañas imposibles en
las que el vencedor acaba
siéndolo por eliminación del
resto, a muchos metros de altura,
rodeado de una niebla
impenetrable con la gente
abriendo un pequeño pasillo
en esas estrellas carreteras y
jaleando sin parar, muy rollo
Roberto Heras.
Por desgracia, también se ven
escenas lamentables aunque,
en ocasiones, hasta interesantes
y divertidas, como fue el
campeonato del mundo del
peso gallo improvisado que
montaron Barredo y Rui Costa
en el Tour de Francia de 2010.
Más adelante, cuando piense
en esta pasada Vuelta, lo primero
que se me vendrá a la
cabeza no será la gran victoria
de Fabio Aru al arrebatarle a
Tom Dumoulin el maillot rojo
en el tiempo de descuento, o
la gran etapa que realizó Mikel
Landa en Cortals d'Encamp,
no. Lo primero que se me vendrá
a la cabeza será la 'hostia',
si me permiten la expresión,
que se metió Boeckmans en
Murcia, por culpa de un agujero
en la carretera en la Avenida
Juan Carlos I. Una 'hostia'
que estuvo a punto de acabar
en tragedia.
También se me vendrá a la cabeza
el atropello que sufrió el
eslovaco y reciente campeón
del mundo Peter Sagan por
culpa de una moto de Televisión
Española que no supo
medir distancias. Y lo mejor de
todo es que luego intentaron
justificarse y "repartirse la responsabilidad
del atropello" a
medias entre el motorista y el
corredor.
Os diré una cosa: en una carrera,
si una moto atropella a
un ciclista, la culpa NUNCA va
a ser del ciclista. La imagen de
Sagan pegando un puñetazo
al coche por indignación y
rabia no se me irá de la cabeza.
Y los comentaristas de ya
sabéis todos qué canal, intentando
justificar al motorista y
'explicar' el motivo del atropello.
Hacía tiempo que no sentía
tanta vergüenza ajena.