07.12.2012 Views

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EMILY BRONTE<br />

-¡José! -gritó una voz desde dentro. Llevo un siglo llamándote.<br />

Vamos, ven, no queda fuego.<br />

José se limitó a aspirar más vigorosamente el humo de<br />

su pipa y contemplar insistentemente la lumbre. La criada y<br />

Hareton no aparecían por parte alguna. Reconociendo la<br />

voz de Linton, entramos en su habitación.<br />

-¡Ojalá te mueras abandonado en un desván!<br />

-prorrumpió el muchacho, creyendo, al sentir que nos acercábamos,<br />

que nuestros pasos eran los de José.<br />

Y al ver que se había confundido, se turbó. Cati corrió<br />

hacia él.<br />

-¿Eres tú, Cati? -dijo, levantando la cabeza del respaldo<br />

del sillón en que estaba sentado. No me abraces tan fuerte,<br />

porque me ahogas. Papá me dijo que vendrías a verme. Cierra<br />

la puerta, haz el favor. Esas odiosas gentes no quieren<br />

traer carbón para el fuego. ¡Y hace tanto frío...!<br />

Yo misma llevé el carbón y revolví el fuego. Él se quejó<br />

de que le cubría de ceniza, pero tosía de tal modo y parecía<br />

tan enfermo que no me atreví a reprenderle por su desagradecimiento.<br />

-¿Te alegras de verme, Linton? ¿Puedo serte útil en algo?<br />

-preguntó Cati.<br />

-¿Por qué no viniste antes? -repuso él. Debiste venir en<br />

vez de escribirme. No sabes cuánto me cansaba escribiendo<br />

aquellas largas cartas. Hubiera preferido hablar contigo.<br />

Ahora ya no estoy ni para hablar ni para nada. ¿Y Zillah?<br />

¿Quiere usted, Elena, ver si está en la cocina?<br />

286

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!