07.12.2012 Views

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

EMILY BRONTE<br />

-Porque tú no quieres al señor Heathcliff -contestó ella.<br />

-¿De modo que piensas, Cati, que me preocupan más<br />

mis sentimientos que los tuyos? No es que yo no quiera al<br />

señor Heathcliff, sino que él no me quiere a mí. Además, es<br />

el hombre más diabólico que ha existido, y se goza en dañar<br />

y arruinar a los que odia, aunque no le den motivo para ello.<br />

Yo sabía que no podías tratar a tu primo sin tratarle a él, y<br />

me constaba que él te odiaría por ser hija mía. Por eso y por<br />

tu propio bien procuré impedir que le vieses. Me proponía<br />

explicártelo cuando fueras mayor, y lamento no habértelo<br />

dicho antes.<br />

-El señor Heathcliff se portó muy atentamente conmigo<br />

-contestó Cati, recalcitrante. Me dijo que puedo ver a mi<br />

primo cuando quiera, y que eres tú quien no le ha perdonado<br />

que él se casara con la tía Isabel. El tío está dispuesto a<br />

permitir que me trate con Linton, y tú, no.<br />

Entonces el amo le explicó sucintamente lo sucedido<br />

con Isabel y el procedimiento por el que las <strong>Cumbres</strong> habían<br />

pasado a manos de Heathcliff. No se extendió en muchos<br />

detalles; pero, por pocos que fueran, bastaban para<br />

ilustrar a Cati, dada la animosidad con que los expresó su<br />

padre, que seguía odiando a su enemigo, a quien consideraba<br />

como el causante de la muerte de la señora, sentimiento<br />

que no le abandonaba jamás. La señorita Cati, que era incapaz<br />

de hacer mal a nadie, salvo pequeñas faltas de desobediencia,<br />

quedó asombrada al oír explicar el carácter de aquel<br />

hombre, capaz de prolongar durante años enteros sus planes<br />

de venganza sin sentir remordimiento alguno. Tan afectada<br />

nos pareció, que el señor creyó superfluo seguir hablando<br />

270

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!