07.12.2012 Views

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

Emily Bront%C3%AB - Cumbres Borrascosas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EMILY BRONTE<br />

-No piense más en él, señorita -le aconsejé. El señor<br />

Heathcliff es un pájaro de mal agüero: no le conviene a usted.<br />

No puedo negar que es verdad cuanto ha dicho la señora<br />

Linton. Ella lo conoce mejor que yo y que nadie, y nunca<br />

le hubiera pintado más malo de lo que es. Las personas honradas<br />

no ocultan sus actos. Y él, ¿cómo se ha enriquecido?<br />

¿Qué hace en <strong>Cumbres</strong> <strong>Borrascosas</strong>, en donde vive el hombre<br />

a quien aborrece? Se asegura que el señor Earnshaw<br />

marcha cada vez peor desde que vino Heathcliff. Ambos se<br />

pasan la noche en vela. Hindley ha hipotecado todas sus<br />

tierras y no hace más que jugar y beber. Me enteré de ello<br />

hace una semana; me lo contó José, a quien encontré en<br />

Gimmerton. Me dijo: «Vamos a acabar viendo al juzgado en<br />

casa, Elena. El uno, antes se dejaría cortar un dedo que<br />

ayudar al otro a salir del pantano en que se hunde más cada<br />

vez. Y éste es el amo, Elena. Y la cosa avanza deprisa. No<br />

teme ni a la justicia, ni a San Juan, ni a San Pedro, ni a San<br />

Mateo, ni a nadie. Al contrario: se ríe de ellos. Y ¿qué me<br />

dices del tal Heathcliff? ¡Ya puede reírse, ya, de ese juego<br />

diabólico! ¿No os cuenta, cuando os visita, la buena vida<br />

que se da entre nosotros? Pues se levantan al caer el sol,<br />

cierran las ventanas, juegan y beben brandy hasta el mediodía<br />

del día siguiente. Entonces, aquel loco se marcha a su<br />

cámara, jurando, y el otro miserable se embolsa los dineros,<br />

duerme, se harta de comer y después va a divertirse con la<br />

mujer de su vecino. Por supuesto que cuenta a doña Catalina<br />

cómo se está hinchando la bolsa con el dinero del amo,<br />

que en paz descanse. Hindley se precipita por el camino de<br />

perdición, a lo que él le estimula cuanto puede». José, seño-<br />

132

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!