Eugene Sue: una posiclóni<strong>de</strong>ológicaPara compren<strong>de</strong>r <strong>la</strong>s posiciones i<strong>de</strong>ológicas <strong>de</strong> Sue en el momentoen que escribe Los misterios <strong>de</strong> París es indispensablereferirse brevemente a su evolución intelectual, que ya ha sidoobjeto, por lo <strong>de</strong>más, <strong>de</strong> importantes y muy bien documentadosestudios." Sue mismo nos da al respecto un rápido resumenen un texto que escribió al final <strong>de</strong> sus días: "Comencéa escribir nove<strong>la</strong>s marítimas porque había visto el mar. Enaquel<strong>la</strong>s primeras nove<strong>la</strong>s hay una faceta política y filosófica(como en La sa<strong>la</strong>mandra, en Atar-Gull y en La vigía <strong>de</strong> KoatVen, entre otras) radicalmente opuesta a mis convicciones apartir <strong>de</strong> 1844 (Los misterios <strong>de</strong> París); sería tal vez curioso verpor qué sucesivas trasformaciones <strong>de</strong> mi inteligencia, <strong>de</strong> misestudios, <strong>de</strong> mis i<strong>de</strong>as, <strong>de</strong> mis gustos, <strong>de</strong> mis re<strong>la</strong>ciones [ ... ]he llegado, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber creído firmemente en <strong>la</strong> i<strong>de</strong>areligiosa y absolutista encarnada en <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> Bonald, <strong>de</strong>Maistre y Lamennais (De <strong>la</strong> indiferencia en materia <strong>de</strong> religión)-mis maestros por aquel entonces-, he llegado, digo,gracias al mero conocimiento <strong>de</strong> lo justo, <strong>de</strong> lo verda<strong>de</strong>ro, <strong>de</strong>lbien, a creer directamente en <strong>la</strong> república <strong>de</strong>mocrática y social"."Sue pasó <strong>de</strong>llegitimismo político y <strong>de</strong>l dandismo <strong>de</strong> su vidapública y privada a una profesión <strong>de</strong> fe socialista. ¿De quéíndole era, no obstante, el socialismo <strong>de</strong> Sue? Un rápido vistazoa su biografía nos dice que sólo se trataba al principio <strong>de</strong> unentusiasmo fortuito, <strong>de</strong>l hal<strong>la</strong>zgo <strong>de</strong> un obrero culto y <strong>de</strong> granmadurez política cuya conciencia <strong>de</strong> c<strong>la</strong>se, cuya rectitud, cuyasencillez <strong>de</strong> costumbres y cuyo entusiasmo revolucionario llevarona Sue a profesiones <strong>de</strong> fe puramente sentimentales. Todoinduce a creer que en un primer momento el socialismo norepresentó para Sue más que una nueva y excitante manera<strong>de</strong> manifestar <strong>la</strong> excentricidad <strong>de</strong> su dandismo. Y cuando comienzaa escribir Los misterios, su re<strong>la</strong>to se impregna por completo<strong>de</strong> un gusto "satánico" por <strong>la</strong>s situaciones mórbidas, porlo horrible y lo grotesco. Sue se comp<strong>la</strong>ce en <strong>de</strong>scribir <strong>la</strong>ssórdidas tabernas <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad vieja y en reproducir el argot<strong>de</strong> los <strong>la</strong>drones <strong>de</strong> los bajos fondos, pero una y otra vez se disculpaante sus lectores por los horrores y <strong>la</strong>s miserias <strong>de</strong> quehab<strong>la</strong>, lo cual prueba que aún tiene conciencia <strong>de</strong> estar dirigiéndosea un público aristocrático y burgués ávido <strong>de</strong> emo-105
clones pero extraño a los protagonistas <strong>de</strong> <strong>la</strong> nove<strong>la</strong>. Sin embargo,a medida que <strong>la</strong> nove<strong>la</strong> progresa y que los episodios sesuce<strong>de</strong>n en Le foumal <strong>de</strong>s débats, Sue goza <strong>de</strong> un rotundo éxitoentre el público. Las personas que <strong>de</strong>scribe se convierten enlectores suyos. Se encuentra súbitamente promovido a <strong>la</strong> categoría<strong>de</strong> bardo <strong>de</strong>l proletariado, <strong>de</strong> ese mismo proletariadoque se reconoce en los acontecimientos que narra Sue. y amedida que aumenta <strong>la</strong> aprobación popu<strong>la</strong>r, Sue se siente conquistadopor los sentimientos que ha <strong>de</strong>scrito; Como afirmaBory: "La nove<strong>la</strong> popu<strong>la</strong>r (en cuanto a su objeto), hecha popu<strong>la</strong>r(en cuanto a su éxito), no tardará en hacerse popu<strong>la</strong>r encuanto a sus i<strong>de</strong>as y a su forma".' .En su tercera parte <strong>la</strong> obra entra a proponer reformas sociales(<strong>la</strong> hacienda <strong>de</strong> Bouqueval); en <strong>la</strong> quinta, <strong>la</strong> acción disminuyepara dar lugar a interminables discursos moralizadoresy a una serie <strong>de</strong> proposiciones "revolucionarias" (que, comoveremos, sólo son, en realidad, reformistas). A medida que ellibro se acerca a su término, los discursos moralizadores se multiplicany tocan los límites <strong>de</strong> 10 soportable.A favor <strong>de</strong> <strong>la</strong> acción y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s consi<strong>de</strong>raciones edificantes,<strong>la</strong> nueva posición i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> Sue se abre paso: Los miSteriosreve<strong>la</strong>n al lector condiciones sociales inicuas, que producen,<strong>de</strong>bido a <strong>la</strong> miseria, el crimen. Si se atenúa <strong>la</strong> miseria,si se reeduca al prisionero, si se arranca <strong>de</strong> <strong>la</strong>s manos <strong>de</strong>l ricoseductor a <strong>la</strong> joven virtuosa y <strong>de</strong> <strong>la</strong> cárcel por <strong>de</strong>udas al obrerohonrado, dando a todos una posibilidad <strong>de</strong> re<strong>de</strong>nción basadaen una fraternal ayuda cristiana, <strong>la</strong> sociedad podrá mejorar. El"mal" no es más que una enfermedad social El libro, que habíacomenzado como epopeya <strong>de</strong>l hampa, concluye como epopeya<strong>de</strong>l trabajador <strong>de</strong>sventurado y como manual <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>de</strong>nción.Es <strong>de</strong>l todo evi<strong>de</strong>nte que esta perspectiva no parece enmodo alguno "revolucionaria" en el sentido que se atribuye altérmino <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong>l marxismo. Y, sin embargo,semejantes tomas <strong>de</strong> posición no <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> suscitar enParís <strong>la</strong> escandalizada reacción <strong>de</strong> <strong>la</strong> prensa conservadora. Otroscríticos, más perspicaces, advirtieron, no obstante, los límitesburgueses <strong>de</strong>l pretendido socialismo <strong>de</strong> Sue.En una <strong>de</strong> sus Margindlia, escrita inmediatamente <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> <strong>la</strong> traducción <strong>de</strong> Los misterios al inglés, Edgar Al<strong>la</strong>n Poeanotaba: "Los motivos filosóficos atribuidos a Sue son absur-106
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