Descargar revista número 95 - Colegio oficial de Medicos de Navarra

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22.07.2015 Views

elatos breves52AseSino eN seriEAutor: Oscar Lecea JuarezPrimer premio del X Concurso de relatos breves en relacióncon el abandono del hábito de fumarEl subinspector Goñi informó a sus superioresdel resultado de su investigación. Llevaba mesesintentando atrapar al despiadado asesinoen serie que actuaba en su ciudad. Quince asesinatosdocumentados en los últimos nueve meses erael bagaje de este maestro del crimen.El subinspector Goñi pertenecía al área de investigacióncriminal de la Policía foral de Navarra, de hechoera su investigador principal. A menudo se preguntabacomo había acabado en aquel trabajo. Licenciado enhistoria con un brillante expediente y posteriormenteDoctor Honoris causa, con una tesis que versaba sobrela influencia de la astrología en la corte de Carlos II deNavarra, tardó cuatro años en darse cuenta que consus vastos conocimientos, no iba a poder ganarse elsustento. Como estudiar si que sabía, se preparó lasoposiciones a policía foral. Tuvo que dedicar muchotiempo para las pruebas físicas, pero constancia y capacidadde sufrimiento no le faltaban, y hasta dedefumar. Debido a sus ganas de trabajar y sobre todo asu sentido común, fue ascendiendo en el escalafón, yahora a sus 40 años era un investigador brillante, elmejor de su cuerpo. Incluso había colaborado con laINTERPOL en un par de ocasiones.Recordaba con nitidez el primer asesinato. En unatierra como la suya, habitualmente tranquila (salvopor el terrorismo), en la que el hallazgo de una hortalizade grandes dimensiones podía acaparar las portadasde los principales periódicos, aquel hecho sorprendióa la tranquila sociedad Navarra.El cadáver yacía en el suelo con la mano en el pechoy los ojos abiertos con expresión de miedo. Era unvarón de 49 años entrado en carnes que vivía solo. Elcadáver había sido hallado por la asistenta que 3 díaspor semana acudía a realizar las labores del hogar. Enla escena del crimen destacaban los restos de la cenaque no llegó a terminar: Huevos fritos con chistorray morcilla acompañado por tinto de la tierra. Ni rastrode la ensalada. En el suelo, a lado del difunto, uncenicero lleno de colillas y colgando en la comisurade los labios, un cigarrillo rubio a medio consumir. Elinforme del forense rezaba: Masivo infarto agudo demiocardio.El segundo asesinato se produjo dos días más tarde.En esta ocasión la víctima era una mujer de 50años. La descubrió su hija en el salón cuando regresóde sus clases en la universidad. En el escenario delcrimen destacaban multitud de ceniceros repartidospor la casa, incluso en el cuarto de baño. La víctimapresentaba los labios azulados, la piel reseca y unacaracterística coloración amarillenta en los dedos de lamano. Colgando de la comisura de los labios volvíamosa tener los restos de un cigarrillo a medio consumir,negro en esta ocasión. Informe del forense: Cáncer depulmón.El tercer asesinato convulsionó a la tradicional sociedadnavarra. La víctima era un hombre de 66 años, yen esta ocasión se encontraron restos sanguíneos concoágulos en su ropa interior. Del bolsillo de la camisaasomaba una caja de puritos y colgando en sus labios,la característica firma de nuestro asesino que nos mirabadesafiante. Informe del forense: Cáncer de vejiga.Para el siguiente crimen nuestro homicida se volviómás osado, parecía que necesitaba público. Era el penúltimofin de semana de mayo, y Osasuna, el equipode la tierra, se jugaba un año más la permanenciaen la liga de las estrellas en el último partido de lacompetición. Al filo del descanso, en las escaleras queconducen al baño, fue descubierta una nueva víctima.Llevaba la bufanda de su equipo al cuello, un puro deenormes dimensiones en su mano y el rictus de sucara reflejaba el binomio sufrimiento/esperanza característicode cualquier rojillo.nº 95 | octubre 2011

elatos breves52AseSino eN seriEAutor: Oscar Lecea JuarezPrimer premio <strong>de</strong>l X Concurso <strong>de</strong> relatos breves en relacióncon el abandono <strong>de</strong>l hábito <strong>de</strong> fumarEl subinspector Goñi informó a sus superiores<strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong> su investigación. Llevaba mesesintentando atrapar al <strong>de</strong>spiadado asesinoen serie que actuaba en su ciudad. Quince asesinatosdocumentados en los últimos nueve meses erael bagaje <strong>de</strong> este maestro <strong>de</strong>l crimen.El subinspector Goñi pertenecía al área <strong>de</strong> investigacióncriminal <strong>de</strong> la Policía foral <strong>de</strong> <strong>Navarra</strong>, <strong>de</strong> hechoera su investigador principal. A menudo se preguntabacomo había acabado en aquel trabajo. Licenciado enhistoria con un brillante expediente y posteriormenteDoctor Honoris causa, con una tesis que versaba sobrela influencia <strong>de</strong> la astrología en la corte <strong>de</strong> Carlos II <strong>de</strong><strong>Navarra</strong>, tardó cuatro años en darse cuenta que consus vastos conocimientos, no iba a po<strong>de</strong>r ganarse elsustento. Como estudiar si que sabía, se preparó lasoposiciones a policía foral. Tuvo que <strong>de</strong>dicar muchotiempo para las pruebas físicas, pero constancia y capacidad<strong>de</strong> sufrimiento no le faltaban, y hasta <strong>de</strong>jó <strong>de</strong>fumar. Debido a sus ganas <strong>de</strong> trabajar y sobre todo asu sentido común, fue ascendiendo en el escalafón, yahora a sus 40 años era un investigador brillante, elmejor <strong>de</strong> su cuerpo. Incluso había colaborado con laINTERPOL en un par <strong>de</strong> ocasiones.Recordaba con niti<strong>de</strong>z el primer asesinato. En unatierra como la suya, habitualmente tranquila (salvopor el terrorismo), en la que el hallazgo <strong>de</strong> una hortaliza<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s dimensiones podía acaparar las portadas<strong>de</strong> los principales periódicos, aquel hecho sorprendióa la tranquila sociedad <strong>Navarra</strong>.El cadáver yacía en el suelo con la mano en el pechoy los ojos abiertos con expresión <strong>de</strong> miedo. Era unvarón <strong>de</strong> 49 años entrado en carnes que vivía solo. Elcadáver había sido hallado por la asistenta que 3 díaspor semana acudía a realizar las labores <strong>de</strong>l hogar. Enla escena <strong>de</strong>l crimen <strong>de</strong>stacaban los restos <strong>de</strong> la cenaque no llegó a terminar: Huevos fritos con chistorray morcilla acompañado por tinto <strong>de</strong> la tierra. Ni rastro<strong>de</strong> la ensalada. En el suelo, a lado <strong>de</strong>l difunto, uncenicero lleno <strong>de</strong> colillas y colgando en la comisura<strong>de</strong> los labios, un cigarrillo rubio a medio consumir. Elinforme <strong>de</strong>l forense rezaba: Masivo infarto agudo <strong>de</strong>miocardio.El segundo asesinato se produjo dos días más tar<strong>de</strong>.En esta ocasión la víctima era una mujer <strong>de</strong> 50años. La <strong>de</strong>scubrió su hija en el salón cuando regresó<strong>de</strong> sus clases en la universidad. En el escenario <strong>de</strong>lcrimen <strong>de</strong>stacaban multitud <strong>de</strong> ceniceros repartidospor la casa, incluso en el cuarto <strong>de</strong> baño. La víctimapresentaba los labios azulados, la piel reseca y unacaracterística coloración amarillenta en los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> lamano. Colgando <strong>de</strong> la comisura <strong>de</strong> los labios volvíamosa tener los restos <strong>de</strong> un cigarrillo a medio consumir,negro en esta ocasión. Informe <strong>de</strong>l forense: Cáncer <strong>de</strong>pulmón.El tercer asesinato convulsionó a la tradicional sociedadnavarra. La víctima era un hombre <strong>de</strong> 66 años, yen esta ocasión se encontraron restos sanguíneos concoágulos en su ropa interior. Del bolsillo <strong>de</strong> la camisaasomaba una caja <strong>de</strong> puritos y colgando en sus labios,la característica firma <strong>de</strong> nuestro asesino que nos miraba<strong>de</strong>safiante. Informe <strong>de</strong>l forense: Cáncer <strong>de</strong> vejiga.Para el siguiente crimen nuestro homicida se volviómás osado, parecía que necesitaba público. Era el penúltimofin <strong>de</strong> semana <strong>de</strong> mayo, y Osasuna, el equipo<strong>de</strong> la tierra, se jugaba un año más la permanenciaen la liga <strong>de</strong> las estrellas en el último partido <strong>de</strong> lacompetición. Al filo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scanso, en las escaleras queconducen al baño, fue <strong>de</strong>scubierta una nueva víctima.Llevaba la bufanda <strong>de</strong> su equipo al cuello, un puro <strong>de</strong>enormes dimensiones en su mano y el rictus <strong>de</strong> sucara reflejaba el binomio sufrimiento/esperanza característico<strong>de</strong> cualquier rojillo.nº <strong>95</strong> | octubre 2011

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