IV - Etimología y gramática en la Antigüedad tardía ... - InterClassica

IV - Etimología y gramática en la Antigüedad tardía ... - InterClassica IV - Etimología y gramática en la Antigüedad tardía ... - InterClassica

juliano.multiculturas.com
from juliano.multiculturas.com More from this publisher
21.07.2015 Views

Etimología y gramática en la Antigüedad tardíaetimologías ofrecidas al comienzo de su comentario, haciéndolas seguir a ladefinición del término en cuestión.En cualquiera de las opciones descritas (ofrecer la etimología antes odespués de la definición o incluir en ella una referencia etimológica) losnombres de los distintos términos técnicos vienen dados según su función.Ésta actúa como término inductor 7 . Las diferentes etimologías son reflejo deuna concepción estoica del lenguaje (cf. Flobert, 1987: 29 y Amsler, 1989:63).Por lo que respecta a las etimologías de las partes orationis, laimportancia que tiene en sus respectivas designaciones la función desempeñadapor cada una de ellas sería justificada en el siglo VI por Prisciano 8 .Las etimologías ofrecidas por los artígrafos no suponen en ningún casouna reflexión teórica sobre la etimología en sí misma. Los artígrafos sesirvieron de ella como una categoría explicativa. El esquema etimológicoseguido de forma mayoritaria es de tipo causal “B quod”, “B quia”, “Bquoniam”.La preeminencia de este valor explicativo queda reforzada por elsiguiente hecho: en algunas ocasiones, los artígrafos, antes de ofrecer laetimología de un término, preguntan por ella. Pueden hacerlo de dosmaneras, con unde (unde dictus est?) o con quare (quare dictus est?). Larespuesta a esta segunda pregunta está introducida en todos los casos con unaconjunción causal quod / quia / quoniam. Así ocurre cuando Sergio (G. L. 4.487) pregunta por cada una de las partes de la oración, o cuando Pompeyopregunta por los términos ars (G. L. 5. 95. 5-8) y nomen (G. L. 5. 96. 22-23).En aquellos casos en los que la pregunta se hace con unde no existe unacorrelación estricta entre pregunta y respuesta como en el caso anterior. Larespuesta no es siempre una derivación introducida por las preposiciones abo ex, que sería lo esperado. También puede estar introducida por unaconjunción causal. Mario Victorino sirve de ejemplo de esta variedad derespuestas. Este artígrafo pregunta en cuatro ocasiones por la etimología de85

Concepto de etimologíaun término, una vez con la pregunta quare y otras tres con unde. Lascontestaciones dadas a estas últimas preguntas son variadas. La conjunciónquia, el adverbio quasi y la preposición ajpov introducen las diferentesrespuestas 9 .Con anterioridad señalamos que, frente a las regulae, el uso de laetimología en las definiciones o explicaciones de un término era propio de lasgramáticas escolares y de los comentarios basados en las artes donacianas.Sin embargo, no se puede hablar de un uso prescriptivo u obligatorio de lamisma en este tipo de obras. Un artígrafo no tiene por qué emplearla en ladefinición de todos los términos gramaticales de su ars. De hecho, sonnumerosas las definiciones registradas en estas obras que no cuentan conapoyo etimológico.Si bien su empleo no es una práctica generalizada, lafrecuencia de su uso obliga a reseñar como raros aquellos casos en los que unartígrafo renuncia a su empleo en todas sus definiciones. Así lo hace, porejemplo, Aspro. En el ars que se ha transmitido bajo su nombre se hanconservado, además de los fragmentos de las partes de la oración, otrosreferidos a la lexis. Los diferentes términos técnicos que aparecen en su obraestán definidos sin recurrir en ningún caso a la ayuda de la etimología.Tampoco se serviría de ella Consencio.Aunque hemos señalado que el empleo de la etimología en la definiciónde términos es propio de las obras tipo ‘Schulgrammatik’, en el ars delPseudo-Palemón (G. L. 5. 545. 38), que correspondería al tipo regulae,encontramos una definición con etimología.Centrándonos en aquellas artes en las que sí se recurrió a la etimologíapodemos decir que en su uso se observa una cierta continuidad. Lasetimologías se repiten de unos autores a otros. Es más, muchas veces sonidénticas.Amsler (1989: 60) señala que, gracias al aumento de etimologíasregistrado en las artes, la gramática fue cada vez más etimológica no por el86

Concepto de etimologíaun término, una vez con <strong>la</strong> pregunta quare y otras tres con unde. Lascontestaciones dadas a estas últimas preguntas son variadas. La conjunciónquia, el adverbio quasi y <strong>la</strong> preposición ajpov introduc<strong>en</strong> <strong>la</strong>s difer<strong>en</strong>tesrespuestas 9 .Con anterioridad seña<strong>la</strong>mos que, fr<strong>en</strong>te a <strong>la</strong>s regu<strong>la</strong>e, el uso de <strong>la</strong>etimología <strong>en</strong> <strong>la</strong>s definiciones o explicaciones de un término era propio de <strong>la</strong>sgramáticas esco<strong>la</strong>res y de los com<strong>en</strong>tarios basados <strong>en</strong> <strong>la</strong>s artes donacianas.Sin embargo, no se puede hab<strong>la</strong>r de un uso prescriptivo u obligatorio de <strong>la</strong>misma <strong>en</strong> este tipo de obras. Un artígrafo no ti<strong>en</strong>e por qué emplear<strong>la</strong> <strong>en</strong> <strong>la</strong>definición de todos los términos gramaticales de su ars. De hecho, sonnumerosas <strong>la</strong>s definiciones registradas <strong>en</strong> estas obras que no cu<strong>en</strong>tan conapoyo etimológico.Si bi<strong>en</strong> su empleo no es una práctica g<strong>en</strong>eralizada, <strong>la</strong>frecu<strong>en</strong>cia de su uso obliga a reseñar como raros aquellos casos <strong>en</strong> los que unartígrafo r<strong>en</strong>uncia a su empleo <strong>en</strong> todas sus definiciones. Así lo hace, porejemplo, Aspro. En el ars que se ha transmitido bajo su nombre se hanconservado, además de los fragm<strong>en</strong>tos de <strong>la</strong>s partes de <strong>la</strong> oración, otrosreferidos a <strong>la</strong> lexis. Los difer<strong>en</strong>tes términos técnicos que aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> su obraestán definidos sin recurrir <strong>en</strong> ningún caso a <strong>la</strong> ayuda de <strong>la</strong> etimología.Tampoco se serviría de el<strong>la</strong> Cons<strong>en</strong>cio.Aunque hemos seña<strong>la</strong>do que el empleo de <strong>la</strong> etimología <strong>en</strong> <strong>la</strong> definiciónde términos es propio de <strong>la</strong>s obras tipo ‘Schulgrammatik’, <strong>en</strong> el ars delPseudo-Palemón (G. L. 5. 545. 38), que correspondería al tipo regu<strong>la</strong>e,<strong>en</strong>contramos una definición con etimología.C<strong>en</strong>trándonos <strong>en</strong> aquel<strong>la</strong>s artes <strong>en</strong> <strong>la</strong>s que sí se recurrió a <strong>la</strong> etimologíapodemos decir que <strong>en</strong> su uso se observa una cierta continuidad. Lasetimologías se repit<strong>en</strong> de unos autores a otros. Es más, muchas veces sonidénticas.Amsler (1989: 60) seña<strong>la</strong> que, gracias al aum<strong>en</strong>to de etimologíasregistrado <strong>en</strong> <strong>la</strong>s artes, <strong>la</strong> gramática fue cada vez más etimológica no por el86

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!