Escuelas de Tiempo Completo desde la perspectiva del Derecho a la Educación

ESCUELAS DE TIEMPO COMPLETO DESDE LA PERSPECTIVA DEL DERECHO A LA EDUCACIÓN
profesores construyen, producto de sus experiencias, alrededor de su práctica en relación con
el tipo de organización escolar.
El proceso de enseñanza-aprendizaje no es
relación causal y mecánica, sino que se
encuentra correspondida por un conjunto de
mediaciones entre la acción del docente y los
aprovechamientos efectivos de los
estudiantes.
una
En esos términos, hacemos una reflexión sobre la expansión e institucionalización del proceso
de enseñanza- aprendizaje dentro de la escuela en donde incursionan dos aspectos
singularmente centrales: el primero referido a la demarcación fija entre los roles, de donde
sobresale la relación entre el maestro y el alumno; y el segundo relacionado con la
organización del tiempo escolar.
Respecto al primer punto, la relación entre los directivos y maestros, así como de estos últimos
con los educandos, es generalmente asimétrica y pautada por un marco normativo que
condiciona fuertemente el tipo de comportamientos sociales al interior del centro. En cuanto al
segundo punto, la distribución del tiempo constituye la forma en cómo se marcan
institucionalmente los ritmos e intensidades del trabajo educativo a través de ciclos, jornadas
y horarios de clase.
Organismos internacionales como la OCDE y la UNESCO recomiendan que la ampliación de
la jornada es determinante para lograr el aprovechamiento efectivo del tiempo, así como del
aprendizaje de los alumnos, que se refleja en el tercer objetivo del PETC: Fomentar el uso del
tiempo en actividades educativas orientadas al desarrollo de aprendizaje en los alumnos.
La política educativa en México se basa en la fórmula de ampliación del tiempo de los
educandos para lograr un aumento de su aprendizaje, relacionada directamente con los seis
objetivos plantados en el Programa Sectorial de Educación 2013-2018, pero destaca su
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