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Messa da Requiem Giuseppe Verdi (1813-1901) - Teatro Real

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Tempora<strong>da</strong> 2012-1013VII. Libera meDuración aproxima<strong>da</strong>1 hora y 30 min.Fecha1 y 3 de julio de 201320.00 horasEL REQUIEM DE VERDI“Y con él se va la más pura, la más sagra<strong>da</strong>, la mayor de nuestras glorias. He leído muchos periódicos y ninguno hablade él como debiera. Muchas palabras pero pocos sentimientos hondos…”. Así se expresaba <strong>Giuseppe</strong> <strong>Verdi</strong> en unacarta a su amiga la condesa Maffei, a los pocos días de la muerte de Alessandro Manzoni, el escritor y héroe delRisorgimento con el que el compositor se sentía profun<strong>da</strong>mente identificado, no en vano llevaba siempre entre loslibros que le acompañaban, además de la Divina Comedia, la Biblia y su I Promessi Sposi. <strong>Giuseppe</strong> <strong>Verdi</strong> tomó lainiciativa, como homenaje al que consideraba el mayor poeta de su época, y le planteó al Ayuntamiento de Milán laposibili<strong>da</strong>d de escribir un <strong>Requiem</strong> que se estrenara al año de la muerte de Manzoni, en 1874. La idea ya habíasurgido a la muerte de Rossini, muchos años antes. En aquella ocasión quiso que varios compositores crearan juntosun <strong>Requiem</strong>, y él escribió el “Libera me”, que luego, cuando el proyecto no llegó a cristalizar, aprovechó, con pocasvariaciones, para este <strong>Requiem</strong>. Por entonces, <strong>Verdi</strong> contaba sesenta años, se hallaba inmerso en un prolongadosilencio musical, después de haber <strong>da</strong>do a luz Ai<strong>da</strong>, y estaba dedicado sobre todo a los cultivos de su finca deSant’Agata y a la filantropía. Sin embargo, aún produciría tres obras maestras: el <strong>Requiem</strong> (1874), Otello (1887) y,finalmente, a sus ochenta años, Falstaff (1893). Bernard Shaw afirmaba que el <strong>Requiem</strong> sería lo único de <strong>Verdi</strong> quepasaría a la posteri<strong>da</strong>d. Se equivocó, pero no en la valoración de una obra que es el destilado de la sabiduría musicaldel maestro de Busseto. Hay quien lo considera incluso “la mejor ópera de <strong>Verdi</strong>”. Con ecos de Beethoven y el últimoHaydn, de Mozart y Cherubini, tal vez incluso de Berlioz, el agnóstico <strong>Verdi</strong> –cuyo dios era Shakespeare y el únicosanto de su calen<strong>da</strong>rio, el patriota Manzoni–, enemigo de la hipocresía, la mediocri<strong>da</strong>d y el clero, escribe unapartitura más pensa<strong>da</strong> para la representación concertante que para la liturgia. De hecho, a su estreno en la catedralde Milán se sucedieron tres representaciones en la Scala. En la obra utiliza una plantilla de orquesta igual a la de DonCarlo, de la que llegan ecos al “Lacrimosa”. Las siete piezas que componen el <strong>Requiem</strong> plasman su preocupaciónsobre la muerte –la tragedia de la pronta desaparición de su primera esposa y sus dos hijos marcó ya to<strong>da</strong> su2

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