o poco más tarde en la vida, las preguntas teñidas de angustia sesuceden: ¿Podrá ser una mujer feliz con ese cuerpo? ¿Será feliz labuena mamá que quiere llevarse, al fin, a su hija recién nacida asu casa, será feliz si no se interviene y se le asegura que despuésdel quirófano podrá cambiar sus pañales sin la angustia de ladiferencia, que podrá mostrarla desnudita a sus hermanas, ysobrinas, y vecinas, sin sentir el azote de la vergüenza de otrocuerpo, indebido para una niña, un cuerpo fuera de la correctaconjugación de los géneros, capaz de suscitar confusiones, yespanto, y desvío? ¿Será capaz de crecer como una niña entre otrasniñas? ¿Será capaz de encontrar, con ese cuerpo, a un hombre quela desee y que la ame –puesto que toda mujer crece para convertirseen el objeto de deseo amoroso y sexual de un hombre cuyaselecciones y posibilidades también son estadísticos? ¿Y qué decirsi el recién nacido es un varón, un varón intersex cuyo pene nocrecerá, o que manifiesta alteraciones insalvables?. Un varón que,de no intervenir la cirugía, se formará entonces privado de algunasde las experiencias constitutivas de la masculinidad –orinar parado,cambiarse en el vestuario de varones de la escuela, compararel tamaño triunfal de su pene con otros adolescentes, privado depenetrar a una mujer cuyo deseo también ha sido reconocido,regulado y limitado desde su nacimiento. Las intervenciones normalizadorasinmediatas son necesarias entonces, se argumenta, parasostener el legado experiencial de la especie, que autoriza yreconoce sólo un repertorio limitado de identidades posibles,articuladas en vivencias de los corporal que pertenecen, en nuestraexperiencia, más a la cultura, a los psiquiatras y a los médicos, alos maestros y a los padres, antes que a las mismas personasintersex, que excepto en contadas oportunidades nunca son consultadasen la modificación quirúrgica de sus genitales –y en muchoscasos, de su identidad de género. Las intervenciones quirúrgicohormonalesaparecen justificadas desde la urgencia: la urgencia deanclar firmemente el género en un cuerpo que lo autorice, que lomanifieste reafirmándolo en su carácter de verdad natural.Política cultural de la mirada, la intersexualidad como marcaidentificatoria plantea, en el discurso y la práctica del protocolohabitual de atención, la ilegibilidad social de nuestros cuerpos, y120 Cabral
la necesidad imperativa de volverlos genéricamente legibles, en laconjugación de una correspondencia ineludible entre génerosestablecidos y cuerpos transparentes. Tal y como relata la activistaintersex Cheryl Chase,“Desde mi nacimiento hasta la cirugía, mientras yo eraCharlie, mis padres y doctores consideraron que mi pene eramonstruosamente pequeño, y con la uretra en la posición“equivocada”. Mis padres se sintieron tan avergonzados ytraumatizados por la apariencia de mis genitales que nopermitieron a nadie que los viera: no hubo niñeras, no existióla posibilidad de que mis padres, cansados, fueran relevadosen el cambio de pañales por una solícita abuela o tía.Entonces, en el momento en que los médicos especialistas enintersexualidad sentenciaron que mi “verdadero sexo” erafemenino, mi clítoris fue de pronto monstruosamente largo.Todo esto ocurrió sin ningún cambio en el tamaño objetivo ola apariencia del apéndice que se hallaba entre mis piernas”. 3La intersexualidad no es una enfermedad, sino una condiciónde no conformidad física con criterios culturalmente definidos denormalidad corporal, criterios que establecen, como vimos en elejemplo anterior, un mínimo posible para el largo de un peneculturalmente admisible, la máxima extención de un clítoris culturalmenteaceptable. Porque dejando de lado aquellos componentesespecíficos que pueden tener consecuencias comprobables en elbienestar físico de las personas intersex, el abordaje contemporáneode la intersexualidad, la identificación y eliminación de laambigüedad y de la diferencia están basados en supuestos quecarecen de una base médica real. Se trata más bien de juiciosvalorativos acerca de lo que son y deben ser las mujeres, loshombres, y su sexualidad. Ninguno de estos supuestos es inocente:bajo su apariencia de restauración del orden natural violentado porun síndrome u otro trabajan el temor a la homosexualidad (¿unhombre con un pene demasiado pequeño o disfuncional noterminará convirtiéndose en homosexual? ¿un clítoris demasiadolargo no abre el camino al lesbianismo?), el temor a una sexualidadPensar la intersexualidad, hoy 121
- Page 1:
SEXUALIDADES MIGRANTESGÉNERO Y TRA
- Page 4 and 5:
Colección Temas ContemporáneosDia
- Page 6 and 7:
natural de una asignación cultural
- Page 8 and 9:
convivencia no sólo permiten aprec
- Page 10 and 11:
I. Complejidad y ParadojasEn 1965,
- Page 12 and 13:
de lo verdadero o lo falso, no refl
- Page 14 and 15:
del barrio, andar en patines y en b
- Page 16 and 17:
Leer Orlando era, estar en el prese
- Page 18 and 19:
La imagen del pensamiento está lig
- Page 20 and 21:
tienen como base un cuerpo humano,
- Page 22 and 23:
verdadero, de lo normal y lo anorma
- Page 24 and 25:
das masculinas o sea los testículo
- Page 26 and 27:
“El problema es aminorado con cir
- Page 28 and 29:
pensamiento habituado a dos sexos,
- Page 30 and 31:
soporte en el que pasaría algo. [.
- Page 32 and 33:
mía, y por otra los travestis que
- Page 34 and 35:
grupo separado y no quieren se incl
- Page 36 and 37:
social. Sostienen que es un movimie
- Page 38 and 39:
también nos construimos” (más a
- Page 40 and 41:
veces, en 1950 y en 1952, se conoci
- Page 42 and 43:
En 1971 había sostenido: “el tra
- Page 44 and 45:
épocas nos conduce a la antropolog
- Page 46 and 47:
tema hermafroditismo como una dimen
- Page 48 and 49:
un mínimo de 10.000 transexuales v
- Page 50 and 51:
La transexualidad se instituyó com
- Page 52 and 53:
permiten evaluar la historia de la
- Page 54 and 55:
experiencia de la que ell@s podría
- Page 56 and 57:
equal civil rights and liberties fo
- Page 58 and 59:
Hirschfeld, M.: Sexualpatology, cit
- Page 60 and 61:
apropriaciones por parte del pensam
- Page 62 and 63:
En relación al tratamiento, Benjam
- Page 64 and 65:
mayor o menor medida: sociología;
- Page 66 and 67:
naturaleza/cultura pero, en contras
- Page 68 and 69:
definiciones colectivas de la femin
- Page 70 and 71: transexuales generalmente se articu
- Page 72 and 73: y el sexo se concibe como fijo. A p
- Page 74 and 75: como una mujer, por lo tanto debe s
- Page 76 and 77: clasificarse como “homosexual”
- Page 78 and 79: género. En tanto que el género se
- Page 80 and 81: 14Debo esta clarificación al Dr. J
- Page 82 and 83: 28Sosteniendo la tesis del conformi
- Page 84 and 85: Fernández, J. (2000): El travestis
- Page 86 and 87: Los sexos ¿son o se hacen?Diana Ma
- Page 88 and 89: gible de que macho y hembra son las
- Page 90 and 91: seguido, es desagregada seguidament
- Page 92 and 93: desde ninguna necesidad médica, si
- Page 94 and 95: salud de por vida, y el cruento apr
- Page 96 and 97: 2A partir de este momento, las cita
- Page 98 and 99: una construcción paranoica de Frie
- Page 100 and 101: constituido por la idéntica cualif
- Page 102 and 103: identidad”, sino que se funda en
- Page 104 and 105: clases constituye una determinació
- Page 106 and 107: eglamentación, al interior del col
- Page 108 and 109: trabajo y empleo, sino como una cue
- Page 110 and 111: de “exploración y cuestionamient
- Page 112 and 113: pone de manifiesto la consideració
- Page 114 and 115: menos) del bien común”. Ver: Ale
- Page 116 and 117: narrativa de la asimilación o inte
- Page 118 and 119: la teoría, pero que a la vez la im
- Page 122 and 123: femenina emancipada (¿acaso es pos
- Page 124 and 125: capacidad para el goce sexual, nues
- Page 126 and 127: BibliografíaBornstein, Kate (1995)
- Page 128 and 129: Regresamos al año 1991 y nuestro p
- Page 130 and 131: anécdota que querría contarles tr
- Page 132 and 133: significó para las travestis la no
- Page 134 and 135: travestis contra los estados que s
- Page 136 and 137: to, perversión, contagio, etc. El
- Page 138 and 139: Los cuerpos del feminismoJosefina F
- Page 140 and 141: todas compartieron al menos un argu
- Page 142 and 143: consecuencia de llevar un cuerpo in
- Page 144 and 145: diferimos con relación a las otras
- Page 146 and 147: ejemplo, ¿es necesario corporizar
- Page 148 and 149: la normatividad de las formas domin
- Page 150 and 151: ontológico en la categorización s
- Page 152 and 153: la identidad sexual, el género, cu
- Page 154 and 155: BibliografíaBordo, Susan. “Femin
- Page 156 and 157: Giberti, Eva: Licenciada en Psicolo
- Page 159: www.feminaria.com.are-mail: feminar