13.07.2015 Views

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Fontanarrosa</strong>, <strong>Roberto</strong> <strong>–</strong> <strong>El</strong> <strong>mundo</strong> <strong>ha</strong> <strong>vivido</strong> <strong>equivocado</strong> y otros cuentosAlgo más que el coronel Medina persigue al capitán Membrívez: la obsesión dealcanzar las salinas de Laguna del Tala. Tres años lleva buscando ese mar de blancura.Lo sabe cerca. Lo intuye. Pero las guerrillas del coronel Medina le cortan el camino. Lojaquean.Un solo motivo empuja a Membrívez <strong>ha</strong>cia la planicie salobre de Laguna del Tala:<strong>ha</strong>cer c<strong>ha</strong>rque para la tropa. Son 25 desesperados. Han carneado un chivito y la carne sepudre en la mochila del principal Prilidiano Coxis.<strong>El</strong> sargento Manuel Olazábal Olarán Ollarte se acerca a Membrívez. "Mi capitán —le dice— <strong>El</strong> Florindito está con corredera". La diarrea estival acec<strong>ha</strong> a los hombres delLolo. Son 25 desesperados. Y Florindito va dejando un rastro orgánico fácilmentereconocible por los baqueanos del coronel Medina. "Que coma carbón" —ordenaMembrívez. Y sus hombres se privan del asado para que se cumpla la orden.Detrás del Cerro de la Urraca, se oye de nuevo el pororó de la fusilería.Hace 4.327 horas que cabalgan. De pronto, el capitán Membrívez eleva su brazoderecho. Se detienen. Ec<strong>ha</strong>n pie a tierra y distribuyen el trago de agua. Es un solo tragoque vienen conservando desde Arenal del Soto y la orden reza: "Sólo un buche porpersona". Cada valiente de Membrívez remoja su garganta y luego escupe el beneficiofresco en la boca del compañero más cercano. <strong>El</strong> último, devuelve el trago a lacaramañola del cabo primero Severiano Israfel Carqueja, que lo cuida como oro en polvo.Llega un soldado que se <strong>ha</strong> adelantado a estudiar el terreno. <strong>El</strong> camino <strong>ha</strong>cia lassalinas está cortado. No se puede seguir. Al frente, entre ellos y Laguna del Tala, <strong>ha</strong>y7.000 indios pampas. Son ranqueles de Minervino, araucanos de Carrán Pedrito ycomanches.—Quieren guerra —informa el soldado.<strong>El</strong> capitán Membrívez no vacila. Monta su alazán tostado y se va solo.Dos horas después está frente a la indiada.—¡Soy el capitán Membrívez! —les grita. Alguien se desprende de la tropa bárbaray se le acerca. Es Minervino, jinete en su legendario oscuro con vivos blancos.—Indios queriendo guagua: Florindito —dice Minervino, tras besar en ambasmejillas a Membrívez, a la manera pampa.—¿Por qué? —pregunta el Lolo.—Madre de Florindito siendo nuestra cautiva —explica Minervino sin soltar lamano de Membrívez, a la usanza india— Reclamando tenencia de criatura.—Esa no es la ley del Desierto —grita Membrívez. Minervino <strong>ha</strong>ce un gestoenérgico sacudiendo unos cueros de benteveo. Otro jinete se desprende de lasformaciones infieles.—Este es el doctor Mencheski. Que sigue el caso —presenta Minervino.<strong>El</strong> capitán Membrívez no vacila. Saca su sable y de un tajo limpio, degüella alleguleyo.Membrívez vuelve junto a sus hombres. La caballada lo mira, absorta.Membrívez, sin desmontar, arroja entre medio de sus soldados la cabeza deldoctor Mencheski. "Lo <strong>ha</strong>cía más alto" dice, a manera de responso, el sargento OlazábalOlarán Ollarte.Membrívez cuenta a sus hombres. Luego, los vuelve a contar. Son 25desesperados. Sabe que los está conduciendo a la muerte, pero a algún lugar debeconducirlos. Saca su sable y dice: "Allá, al sur, está la salina. Entre la salina y nosotros,los indios".Cabalgan sin prisa <strong>ha</strong>sta la llanura de Membrillares. Membrívez no mira <strong>ha</strong>ciaatrás. A su frente, se levanta un bosque de lanzas. "Vamos" dice. Y se zambulle entre lasmo<strong>ha</strong>rras bárbaras.La carga rompe la línea pampa. <strong>El</strong> sable en alto, tinto en sangre su uniforme, Lolo39

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!