Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...
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Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado y otros cuentosEso fue lo que ocurrió, en definitiva. El rubio oficial tanquista me lo dijo, en el barde Waldpolentz. Un día había llegado al frente una señora muy enérgica, de pelo recogidotras la nuca, presentándose como la madre del Teniente Primero Klaus Von Stauffenberg.Este se había negado a recibirla, corriendo a protegerse en una trinchera soterrada.Pero todo fue inútil. La decidida señora aferró al duro oficial de un brazo, llegó apegarle incluso con la mano abierta en la cabeza, y entre amenazas y reproches lointrodujo en un automóvil para conducirlo hacia Munich. Nunca más se supo nada de él.Días después me embarqué en un tren hacia Oberszalberg. La sempiterna ironíasanguinaria de la guerra hace de la vida de los hombres apenas tenues líneas de lápizque se entrecruzan.117
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<strong>Fontanarrosa</strong>, <strong>Roberto</strong> <strong>–</strong> <strong>El</strong> <strong>mundo</strong> <strong>ha</strong> <strong>vivido</strong> <strong>equivocado</strong> y otros cuentosEso fue lo que ocurrió, en definitiva. <strong>El</strong> rubio oficial tanquista me lo dijo, en el barde Waldpolentz. Un día <strong>ha</strong>bía llegado al frente una señora muy enérgica, de pelo recogidotras la nuca, presentándose como la madre del Teniente Primero Klaus Von Stauffenberg.Este se <strong>ha</strong>bía negado a recibirla, corriendo a protegerse en una trinchera soterrada.Pero todo fue inútil. La decidida señora aferró al duro oficial de un brazo, llegó apegarle incluso con la mano abierta en la cabeza, y entre amenazas y reproches lointrodujo en un automóvil para conducirlo <strong>ha</strong>cia Munich. Nunca más se supo nada de él.Días después me embarqué en un tren <strong>ha</strong>cia Oberszalberg. La sempiterna ironíasanguinaria de la guerra <strong>ha</strong>ce de la vida de los hombres apenas tenues líneas de lápizque se entrecruzan.117