13.07.2015 Views

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Fontanarrosa</strong>, <strong>Roberto</strong> <strong>–</strong> <strong>El</strong> <strong>mundo</strong> <strong>ha</strong> <strong>vivido</strong> <strong>equivocado</strong> y otros cuentosjunto con un tejón embalsamado y tampoco temí.No <strong>ha</strong>blaba. Hacía sonidos ininteligibles. Como si hubiese <strong>ha</strong>blado alguna vez. Serascaba mucho también. Presumo que le molestaba el pelo. Sucede así a veces con loshombres de barba dura. Continuó masajeándome los pies, cada vez con mayor vigor. Yocomencé a sentirme mejor. La circulación volvía a mis arterias. Luego prosiguió con laspiernas. Y es difícil de explicar lo que sucedió y cómo sucedió. Supongo que la criaturaentendió que debía darme calor con su propio cuerpo y se me echó encima. Olía a perrorecién bañado, pero no es un olor que disguste a nadie. Recuerdo que entramos en calory finalmente, no lo prolonguemos más, hicimos el amor. No es fácil de contar y ustedpensará que yo soy una mujer que me entrego a cualquiera. Sin ir más lejos a él <strong>ha</strong>cíaapenas minutos que lo conocía, pero yo no soy una persona que dude demasiado siencuentro a alguien que me cae bien.Me quedé una semana en la cueva de Claude, como empecé a llamarlo. Y me hizobien estar con alguien simple, sin demasiadas complicaciones, que no me <strong>ha</strong>cía planteosintelectuales ni existenciales. Él era una criatura que al pan pan y al vino vino. Si queríaaullar por las noches, salía afuera y lo sentía aullar como un loco. Después entraba lomás campante y siempre me traía algún bicho para comer, alguna hierba o una raíz.Creo que lo dejé a tiempo. Cuando empezó a molestarme su permanente rasquiñao su costumbre de <strong>ha</strong>cer sus necesidades en el fondo de la cueva me di cuenta que larutina pendía sobre nosotros. Me <strong>ha</strong> pasado antes ¿sabe? y no quise repetir laexperiencia. Es muy desgastante. Pero fue muy lindo.Una mañana que él <strong>ha</strong>bía salido a cavar un pozo para enterrar unos huesos yoabandoné la cueva y escapé. Encontré días después a algunos servidores de laexpedición de Demián y a la semana estaba de nuevo en París.Demián me pidió perdón por su actitud y a poco comenzamos a salir juntos. Apesar de que aquella noche en el Himalaya yo lo suplanté por otro, comprendí que espreferible compartir cosas con alguien que sea más similar a una aun siendo menosexcitante.Pero debieron pasar dos años para que me animase a contarle lo de la extrañacriatura a Demián, y pienso que a eso me llevó mi análisis. Demián tuvo un ataque denervios cuando lo supo y me dijo que no podría nunca perdonarme esa infidelidad. Luegome perdonó. Después de todo, cuando yo lo hice, aún no salía con él. Pero Demián medijo después que sin duda yo <strong>ha</strong>bía dado, sin saberlo, con el famoso Yeti, el "AbominableHombre de las Nieves". Tuvimos una nueva pelea porque yo no podía permitirle quellamara "abominable" a esa criatura. Demián me exigió que iniciáramos una nuevaexpedición al Himalaya a buscar al Yeti, para poner las cosas en claro. Yo me negué.Temía que Demián lo hiciese sólo para tomarse venganza. Por otra parte, debo confesarque yo no estaba muy segura de cuál iba a ser mi reacción si me encontraba de nuevofrente a él. Juro que esas noches del Himalaya fueron inolvidables. Demián me insultó.Me dijo que no podía tenerme confianza. Que cualquier día se me cruzaba otro yeti y yono vacilaría en irme tras él. "Ves algo peludo y te enloquecés" me agredió. Finalmenteoptó por dejarme y hoy vive con una experta en acupuntura.Tal vez no debí confesarle nunca a Demián lo que pasó en el Himalaya. Pero soyuna mujer sincera y no podía vivir con ese recuerdo oculto. Que por otra parte no es unrecuerdo del que me avergüence. No, no. Lo <strong>ha</strong>ría de nuevo, una y mil veces, si secongelara mi cuerpo en el Himalaya.100

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!