13.07.2015 Views

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

Fontanarrosa, Roberto – El mundo ha vivido equivocado - Lengua ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Fontanarrosa</strong>, <strong>Roberto</strong> <strong>–</strong> <strong>El</strong> <strong>mundo</strong> <strong>ha</strong> <strong>vivido</strong> <strong>equivocado</strong> y otros cuentosSullivan volvió a enrollar las cartulinas, con movimientos rápidos las comprimió bajo lapresión de la banda elástica que <strong>ha</strong>bía mantenido sujeta entre sus labios apretados, yluego las devolvió al bolsón.—No las vendemos —anunció, como si yo le hubiese solicitado algo—. Muc<strong>ha</strong>gente me las <strong>ha</strong> pedido, pero me he negado a vender. Por ahora. No quiero apresurar laobra de Groggly. Además... —se inclinó <strong>ha</strong>cia mí, confidente— me <strong>ha</strong>n ofrecido unaexposición en Seattle. Una de las mejores galerías de allá...—¡No me diga!Sullivan se encogió de hombros.—No le he dicho todavía nada a Groggly. No quiero que nada distraiga su atenciónantes de la pelea.—Lógico. Lógico —aprobé.Cuarto de hora después, luego de que Sullivan se hubiese interesado vagamentepor el trámite favorable o no de mi pesca, aquella singular pareja decidió reiniciar lamarc<strong>ha</strong>. Recuerdo que estreché la mano de Sullivan, les deseé suerte y no pude menosque darle un abrazo a Groggly. Cuando lo miré a los ojos, capté en las pupilas ambarinasdel plantígrado un inequívoco signo de esclarecimiento.Se marc<strong>ha</strong>ron.* * *Durante algún tiempo, unos años quizás, pensé en aquel fortuito encuentro en losbosques de las montañas del Oeste. Sentía curiosidad por la suerte que <strong>ha</strong>brían corridoen los años posteriores a nuestra brevísima relación en aquel claro de la floresta. Cavilé,largamente, sobre qué destino <strong>ha</strong>bría tenido todo aquel enorme caudal sensitivo deGroggly.Con el tiempo, aquella obsesión me fue abandonando, a pesar de que nunca olvidépor completo a esos dos particulares personajes.Estuve en Europa, presenté mi tesis en la Universidad de Tempe, Arizona, eincluso retomé mi vida en común con Berly.Una mañana de primavera en 1968 acudí a la casa central de la Exxon Petrol Inc.con asiento en Washington. Era un día muy especial para mí, pues marc<strong>ha</strong>ba en buscade mi beca. La Exxon Petrol <strong>ha</strong>bía tenido la fina atención de concederme una de lasapenas siete con que año a año distingue a quienes se <strong>ha</strong>yan destacado en el campo dela investigación o el arte.Debí subir, acompañado de dos solícitas secretarias, mediante un meteóricoascensor, <strong>ha</strong>sta el piso 49 de aquel gigantesco edificio de acero y cristal donde seencerraba la memoria operativa de la monstruosa compañía petrolífera.En una reluciente y enorme mesa rodeada de casi todos los ejecutivos de laempresa me entregaron la beca.—Deberá disculpar usted al Presidente de la Empresa —se excusó uno de loscircunspectos señores—. No vendrá a saludarlo, pues me temo que se <strong>ha</strong>lla muyocupado en este momento.Yo resté importancia a esa omisión.—Pero, aguarde un momento... —me contuvo, ya estábamos retirándonos, solícito,el hombre—. Tal vez pueda usted, aunque sea, estrec<strong>ha</strong>rle la mano.Caminó <strong>ha</strong>cia una pesada puerta de roble, la abrió con la confianza que le dabasu alto rango y penetró a una enorme oficina. Dejó la puerta abierta y entonces pude vertodo con claridad. Tras un vasto escritorio, de pie, de impecable camisa celeste concorbata al tono, sosteniendo un tubo de teléfono con una mano y con la otra una gruesacarpeta, estaba Groggly. A pesar de la distancia que me separaba de él, no tuveproblemas en reconocer su cabezota cubierta de pelo pardo, ahora más pulcro, ni susásperas zarpas oscuras, ahora más refinadas. Se lo notaba más erguido, también. Vi77

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!