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— 38 —litico se hizo con los soberanos de Mataram, esnotable por el contenido del Art. 5.°, que sirvióde fundamento al poder holandes en esta isla.Sin embargo, las miras de la Compania no erantodavia la de erigirse en dominadora, no pensandom äs que en poseer un establecimiento situadoventajosamente y capaz de resistir â losataques de los pueblos del interior, y un apostaderopara sus buques mâs cdmodo que Amboyna,y cuya posicion ofreciese mâs desarrollo asu comercio en las muy pobladas islas del archipiélagode la Sonda. Pero un lugar aislado enaquella populosa tierra, era natural que no continuasereducido siempre à sus limitadas proporcionesoriginarias. Por lo mismo la Compania sevid arrastrada, casi sin querer, â extender sus posesionesterritoriales por la fuerza misma de lossucesos. Ya la verémos marchar por este Caminode progresiva dominacion.En el reinado de Ingologo, la Conipania tuvodos veces querellas con éi ; pero terminaron pormedio de negociaciones. A consecuencia de unade ellas, en 1652 reconocid el principe solemnementelos derechos de la Compania ä las tierrassituadas al oeste del rio de Krawang.En 1670 murid Ingologo, sucediéndole su hijoHario-Mataram, que tomd el titulo de Soesochoe-