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— 27 —alianza ofensiva y defensiva entre estos principesy la Compania holandesa, y este tratadopuso el cimiento al sucesivo poder de la segunda.Las continuas revueltas, que destrozaron elimperio de Mataram, obligaron â estos soberanosâ buscar el apoyo de los holandeses : cadasocorro prestado traia consigo cesiones de territorioó concesiones comerciales. Muchas veceslos Soesochoenan quisieron, por diferentes medios,sustraerse al yugo de sus aliados europeos,y aunque alcanzaron en ocasiones algunas ventajas,fueron pasajeras, y contribuyeron â afianzarmâs y mâs el poder de la Compania, la que,al disolverse en 1796, era ya soberana de granparte de la isla, miéntras los descendientes de losreyes de Mataram ejercian una autoridad muylimitada. Posteriormente hubo nuevas turbulencias,que sirvieron para acrecentar el ascendienteeuropeo, y causaron â los principes indigenasnuevas pérdidas de territorio, hasta que por ultimo, la guerra llamada de Java, que terminéen 1830, did fin â su poder, harto menguado.Una relation algo mâs extensa de los sucesosde esta isla desde el establecimiento del mahometismohasta nuestros dias, nos darâ â conocermejor la manera con que el elemento europeo seha entronizado en ella, explotando en provecho