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— HS —numero de ellos, se les hace vivir en barrios separados, poniendo â su frente jefes de su nacion,con los que se entiende la policia.Como concurrentes con los chinos en el comercio,ocupan el segundo lugar los arabes ; sucultivado talento y su aptitud para el trabajo noceden en nada al de los chinos. Como compatriotasdel Profeta, son respetados de los indigenas,entre quienes gozan grande autoridad y consideracion,mucho mas cuando se hallan investidosde algun carâcter religioso, verdadero ó fingido.Aunque no en gran numero, se encuentranen todo el archipiélago, siendo Java, Sumatray Borneo las islas que prefieren para vivir, ysobre todo la ultima, cuyos principes, con pocasexcepciones, descienden todos de los arabes. Muypocas veces se les ve ejerccr oficios ni dedicarse âla industria. Los- que no son sacerdotes son comerciantesó marinos, siendo muy habiles pilotosy â veces terribles piratas. En los pueblos sonciudadanos pacificos, su vida es regular y piadosa,y como négociantes, pocas veces dan motivosparadesconfiarde ellos.El corto numero de bengalies establccidos enJava son sipais, seapois (del pcrsa sipelis, quequiere dccir soldado), ó criados que se quedaronen la isla cuando la ocuparon los ingleses. Los