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Rozat, Indios imaginarios e indios reales (frag) - Histomesoamericana

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esta cultura teológica. De nuevo, Henri de Lubac será quiennos confirme el lugar de la figura de Jerusalén:El símbolo privilegiado entre todos es el de Jerusalén. En él tenemosmucho más que un ejemplo, pues sólo en el nombre está resumidatoda la historia del pueblo de Israel y está contenida toda la esenciadel Antiguo Testamento; y, en consecuencia, toda la Iglesia de Cristoy toda el alma cristiana, toda la ciudad de Dios y todo el misterio, lomismo de la 'Virgo singularis", de tal manera que la explicación deJerusalén encierra como in nuce la explicación total de la Escritura yla exposición total del Misterio cristiano. Por todo eso podemos entenderperfectamente por qué la tradición cristiana, invitada por laEscritura misma, recibió tan pronto esta figura de Jerusalén...Jerusalén ha recibido a menudo una triple interpretaciónalegórica: ya sea el alma establecida en la virtud, la iglesia gloriosasin tacha ni mancha o el pueblo celeste del Dios vivo. Estas diversasacepciones se encuentran, en efecto, en Orígenes, con un sentimientode continuidad de la una en la otra y una predominanciafrecuente de la Jerusalén escatológica... Se habló también de laamplitud de la visión angustiniana, tal como se desarrolló en LaCiudad de Dios: es la alegoría de Jerusalén que constituye su base:Illa Jerusalem ad Cujus pacem currimus... Los cuatro sentidos dela ciudad son ya tópicos en Cassien. Se les encuentra en Beda,Raban Maur, Sedulio Scotto, Gilberto de Nogent, Honorio y en ungran número de autores. El Speculum Eclesiae los utiliza, así comola Miscelánea, Juan Beleth, Esteban Langton, etcétera.Desde entonces, Jerusalén será el ejemplo típico, ilustrando elmétodo del cuádruple sentido; Todo el Libro IV del De claustroanimae de Hugo de Fouilloy es un tratado de 43 capítulos de lacuádruple Jerusalén: 5 capítulos para la historia, 14 para la místicay la moral más o menos entremezcladas, 24 sólo para la anagogía:es una larga descripción de la Ciudad Celeste donde sonabordados todos los problemas concernientes a los fines últimos.El nombre de Jerusalén, en efecto, se aplica por excelencia a laJerusalén anagógica. 11 H. de Lubac, op. ciL, pp. 645 y 646.Constatamos, pues, la importancia de la Jerusalén simbólica,pero sabemos también que para que se cumplieran en su totalidadlas profecías del Antiguo Testamento, era necesario que laorgullosa Jerusalén histórica, la ciudad del pueblo judío, fueradestruida, para que sobre este evento histórico pudiera anclarsey desarrollarse el mito cristiano de la nueva Jerusalén.Un acto de destrucción imprescindible, incluso en contra dela voluntad del conquistador romano, agente divino a travésde quien se cumplen las profecías. Pero sobre todo debía serdemolido el templo, construcción eminentemente simbólicacon el fin de que se completaran las profecías del Cristomismo: "En verdad les digo, no quedará piedra sobre piedra"(Marcos XIII: 2). En efecto, la tradición nos informa que Titoprohibió expresamente que se tocara al templo: "pero un soldado,animado por un instinto celeste, le prendió fuego y nose le pudo apagar..."Esta es ya más que la simple destrucción de un edificio porel fuego. Se trataba no sólo de un lugar consagrado; para losjudíos era la auténtica morada de Yahvé, el lugar donde secomunicaba con su pueblo. Entonces "fue necesario" que todoquedara arrasado, como habían anunciado los profetas, y elfuego no pudo ser apagado, a pesar de los esfuerzos, porque eltemplo, símbolo de la alianza del pueblo elegido por Yahvé,había ya cumplido su cometido y su destrucción tenía que testimoniarla nueva alianza. La ciudad de Jerusalén, por el sitio ylos combates con el conquistador romano, quedó "reducida a uncuadro" y, al fin, el templo mismo quedó convertido en ruinas,símbolo definitivo del fin de la Jerusalén histórica.Irremediable, esta destrucción se efectúa por la voluntad deDios poco tiempo después de la pasión y muerte de Cristo,cuando los judíos "en su orgullo" quisieron reedificar el temploy restaurar el símbolo de su alianza con Dios como pueblo178179

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