Lecturas <strong>de</strong>l bibliotecario<strong>de</strong> <strong>la</strong> me moria con menos facilidad”, 20 terminaban diciendo los estudiosos <strong>de</strong>l tema en <strong>la</strong>Edad Media.Ahora, es un compromiso que <strong>de</strong>bemos asumir quienes tomamos <strong>la</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> navegarpor estas aguas. La lectura autónoma posee un peligroso encanto que muchos temen. Lahistoria nos cita <strong>de</strong> manera frecuente ejemplos <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que les temen a los librosporque ven en ellos enemigos que no se amoldan a sus modos <strong>de</strong> pensar y <strong>de</strong> actuar. Apesar <strong>de</strong> ello, nosotros tenemos que buscar <strong>la</strong>s estrategias que permitan el libre ejercicio <strong>de</strong>esta manera <strong>de</strong> leer, y en <strong>la</strong>s sesiones <strong>de</strong> animación a <strong>la</strong> lectura se pue<strong>de</strong>n estimu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> lecturasilenciosa, libre y autónoma.Ese anhelo nos ha llevado, en Comfenalco, a convertir <strong>la</strong> ya clásica Hora <strong>de</strong>l cuento en unaacción <strong>de</strong> lectura en voz alta, <strong>de</strong> lectura silenciosa, <strong>de</strong> diálogo y <strong>de</strong> espacio en el cual seprestan libros <strong>para</strong> <strong>la</strong> casa. Esos pasos son constantes. Parodiando a Cervantes, <strong>la</strong>s sesiones“tratan <strong>de</strong> lo que oirá el que lo escuchare leer y verá el que lo leyere”. 21 Las aran<strong>de</strong><strong>la</strong>s u otrasactivida<strong>de</strong>s que se suelen hacer en el marco <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> acciones, <strong>la</strong>s hemos <strong>de</strong>jado <strong>de</strong><strong>la</strong>do en <strong>la</strong>s Horas <strong>de</strong>l cuento, aunque no niego que en otras activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lectura <strong>la</strong>s empleemos,por ejemplo en <strong>la</strong>s <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>das durante <strong>la</strong>s vacaciones creativas.En lo concerniente a <strong>la</strong> Hora <strong>de</strong>l cuento, que es permanente, el homenaje es a <strong>la</strong> lectura,queremos aprovechar al máximo esos cuarenta y cinco minutos que compartimos con gruposesco<strong>la</strong>rizados y con niños <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidad. Somos conscientes <strong>de</strong> que ese es nuestropapel. Aparte <strong>de</strong>l hogar y <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>, ninguna otra institución en el medio se siente con el <strong>de</strong>ber<strong>de</strong> hacerlo.En algunas ocasiones es invitada <strong>la</strong> escritura. Ésta se hace <strong>de</strong> manera espontánea y creativaacerca <strong>de</strong> algo re<strong>la</strong>cionado con <strong>la</strong> historia, sus personajes o <strong>la</strong> actividad en sí, pero fundamentalmentenuestra preocupación es con <strong>la</strong> lectura. Macedonio Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong>cía que habíaempezado a escribir <strong>para</strong> vengarse <strong>de</strong> todo lo que había leído. Nosotros esperamos que losniños y jóvenes <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ochenta escue<strong>la</strong>s y <strong>de</strong> todos los barrios que aten<strong>de</strong>mos también lo hagan.Ojalá algún día les escriban por su propia cuenta a los copresi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l Banco Mundialo a los duen<strong>de</strong>s y gnomos que los acompañan en sus noches <strong>de</strong> insomnio. Cuando así sea,se estará viendo <strong>la</strong> señal inequívoca <strong>de</strong> que estamos frente a una linda jornada <strong>de</strong> pesca.Ahora bien, tenemos c<strong>la</strong>ro que existen lectores que no se <strong>de</strong>jan pescar —suena contradictorio,pero recor<strong>de</strong>mos que todos llevamos un lector sumergido—. Saber esto, baja los niveles<strong>de</strong> ansiedad y nos permite <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r nuestro trabajo con <strong>la</strong> tranquilidad que pue<strong>de</strong> darel <strong>de</strong>ber cumplido. Muchas personas creen que nuestra pretensión es un fanático <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>que cuarenta millones <strong>de</strong> personas lean. Pues no lo es. Nuestro propósito es que cuarentamillones <strong>de</strong> personas sepan que existe <strong>la</strong> lectura y que tengan algún contacto con el<strong>la</strong> encondiciones distintas a <strong>la</strong>s meramente impositivas, <strong>para</strong> que así puedan tomar una <strong>de</strong>cisióncon más elementos <strong>de</strong> juicio. De lo contrario, nos parece inicuo que muchas personas que<strong>de</strong>nmarginadas <strong>de</strong>l manantial <strong>de</strong> <strong>la</strong> lectura sin habérseles mostrado los pro <strong>de</strong> ésta, pues <strong>de</strong>los contra ya se han encargado otros.20Malcolm Parkes, “La alta Edad Media”, en: Ibíd., p. 142.21La frase correcta es: “Que trata <strong>de</strong> lo que verá el que lo leyere, o lo oirá el que lo escuchare leer”, y aparece en el encabezamiento<strong>de</strong>l capítulo LXVI <strong>de</strong> <strong>la</strong> segunda parte <strong>de</strong> El ingenioso hidalgo don Quijote <strong>de</strong> <strong>la</strong> Mancha.11
Lecturas <strong>de</strong>l bibliotecarioEn cuanto a los lectores capturados, les proporcionamos un hábitat digno <strong>de</strong> su condición.Es aquí don<strong>de</strong> surge el promotor con todo su brillo, gestionando recursos <strong>para</strong> estructurarnuevas ofertas. Esto es importante porque no se trata únicamente <strong>de</strong> pescarlos, sinotambién <strong>de</strong> conservarlos. Para hacerlo, es necesario tener una infraestructura con capacidad<strong>de</strong> respuesta, que los cautive, ojalá <strong>para</strong> siempre.Las carnadas que les proporcionan p<strong>la</strong>cer, tranquilidad y permanencia, tienen que vercon colecciones actualizadas, exposiciones re<strong>la</strong>cionadas con el tema, promociones en <strong>la</strong>scuales puedan llevar <strong>para</strong> el hogar, durante periodos <strong>de</strong> vacaciones, más libros <strong>de</strong> los acostumbrados,espacios bibliotecarios gratos <strong>para</strong> <strong>la</strong> lectura, entre otras. Todo esto sumado auna propuesta artística y cultural permanente que les haga más reconfortante su condición<strong>de</strong> lectores.Resultados <strong>de</strong> <strong>la</strong> pesca mi<strong>la</strong>grosaUn aspecto importante que ha permitido <strong>la</strong> consolidación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s diferentes acciones <strong>de</strong> animacióna <strong>la</strong> lectura, y en especial <strong>de</strong> <strong>la</strong> Hora <strong>de</strong>l cuento, es haber tenido <strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong> trabajarcon comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> todo tipo: pobres, ricos, niños sanos, niños enfermos, aspirantes apromotores, ancianos, discapacitados físicos, atletas, amas <strong>de</strong> casa, invi<strong>de</strong>ntes, padres con susbebés, <strong>de</strong>sempleados, prisioneras, aspirantes a poetas, profesionales, anarquistas, obreros,reclusos, educadores, aspirantes por <strong>la</strong> paz, jóvenes en conflicto, ejecutivos y bibliotecarios.En <strong>la</strong>s zonas rurales, en <strong>la</strong>s urbanas, en los barrios, en <strong>la</strong>s urbanizaciones, encerrados, al airelibre, con recursos, sin recursos, en nuestra ciudad, en otras, en nuestro país, en otros. Y apesar <strong>de</strong> todas esas diferencias <strong>de</strong> tipo cultural, social o físico, hemos corroborado, como loha <strong>de</strong>mostrado <strong>la</strong> historia, que en esencia el rito <strong>de</strong> animación a <strong>la</strong> lectura es el mismo, lecturaen voz alta y diálogo, primordialmente. Ahí está <strong>la</strong> esencia.Esas acciones, <strong>de</strong>puradas, reformadas e implementadas en nuestras bibliotecas, han contribuidoa que nos visiten 2’600,000 personas al año; que los 73,000 lectores activos que te -nemos registrados presten en el transcurso <strong>de</strong>l mismo 515,000 materiales, lo que significaque los 153,000 materiales bibliográficos que poseen <strong>la</strong>s bibliotecas han rotado 3.33 veces a<strong>la</strong>ño. Parece extraño tal movimiento lector en una ciudad tan violenta y ansiosa.Pero llegará el momento <strong>de</strong>l esplendor. Estamos esperando que los resultados <strong>de</strong> <strong>la</strong> pescami<strong>la</strong>grosa obren y no <strong>de</strong>sfallecemos, al igual que aquel coronel macondiano. Tenemos unospeces que nos llenan <strong>de</strong> entusiasmo y que pue<strong>de</strong>n influir positivamente en <strong>la</strong>s generacionesveni<strong>de</strong>ras. Ojalá así sea. Cada promotor <strong>de</strong> lectura <strong>de</strong> Comfenalco tiene uno o varios ejemp<strong>la</strong>res<strong>de</strong> esa especie. Por ellos apostamos.Siento informar que este ensayo carece <strong>de</strong> conclusiones. Me temo que <strong>de</strong>ben inferir loque a bien tengan. Sólo me resta <strong>de</strong>cirles que <strong>la</strong> historia siempre tendrá páginas escritas ypáginas en b<strong>la</strong>nco, uste<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n por cuáles optar.bReproducido <strong>de</strong>l libro No soy un gángster, soy un promotor <strong>de</strong> lectura, y otros textos, <strong>de</strong> Luis Bernardo Yepes Osorio,Departamento <strong>de</strong> Cultura y <strong>Bibliotecas</strong>, Fondo Editorial Comfenalco, Antioquia, Me<strong>de</strong>llín, Colombia, 2005.12