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5. LA COLECCIÓN MATERIAL 857subproducto de la Compañía La Cruz de Linares, los hematites y vena de la SociedadFranco-belga de Somorrostro, los minerales de hierro de la Fábrica de Mieres y ElPorvenir, los plomos de La Felguera, o la instalación del Círculo Minero de Bilbao.Parece que los comentarios más duros sobre los componentes ausentes de estasección proceden de las últimas ediciones, cuando el receso del volumen de mineraleses notorio, mientras que los certámenes de mayor abundancia numérica provocancríticas más benévolas. Las críticas sin embargo van a ser una constante en lo referido ala instalación de las series mineralógicas.A este respecto, Casiano de Prado se encuentra con una sección que ―no soloresultó incompleta sino tambien mezquina‖, en cuanto a que los expositores enviaronpiezas en exceso pequeñas impidiendo, en buena medida, ―un juicio cabal de lascualidades é importancia de muchos artículos‖. Únicamente encuentra adecuado a estetipo de eventos el volumen de una roca de sal enviada desde Cardona 829 . Los mineralesson expuestos sin arte ―seðala de Prado― en armarios de madera blanca, calificadosde armatostes, colocados alrededor de las paredes. La mayor parte de los minerales sonexhibidos en estado natural con una enigmática numeración que carece de leyenda o detoda aquella información interesante para el potencial consumidor (tipo de mineral,procedencia, productor, etc.). En 1867 Francisco de Orellana únicamente rescata delestado de abandono que caracteriza la instalación española las ricas colecciones delCuerpo de Ingenieros de Minas y del Museo de Ciencias Naturales, la cual incluye elcompendio de mármoles que Casiano de Prado reclamaba en 1855, aunque lo que másdestaca de esta institución es el azufre de Conil 830 .El tamaño de las piezas minerales también es objeto de reflexión para RafaelPuig y Valls, quien señala en 1900 que la colección española se compone fragmentosaislados apropiados para museos o colecciones minerales más que para un evento deestas características 831 . En este mismo año, Juan Valero de Tornos considera que elgrupo dedicado a las minas y a la metalurgia ―acusa ya un abandono de tal especie, queno es para tomado á broma‖. Con esta valoraciñn principia su crñnica de esta sección,pero la crítica continúa al mismo nivel al calificar la instalación como ―muy desdichada:primero porque cada expositor ha andado por su lado, y después porque entidades tanimportantes como las que hay en Bilbao, en Jaén y en Asturias, han hecho instalaciones829 PRADO, 1856, p. 7.830 ORELLANA, 1867, p. 187.831 PUIG Y VALLS, R., Op. Cit., pp. 402-403.

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