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854 ESPAÑA EN PARÍSmundo desde época fenicia. Las prospecciones y descubrimientos decimonónicos, entodo caso, contribuyeron a afianzar estos calificativos.Por tanto, la organización española en París únicamente tenía que alimentar untópico muy asentado en el imaginario europeo. De ahí que, en general, las coleccionesmineralógicas destacaron la variedad y riqueza del suelo español, conteniendomateriales representativos de todas las eras geológicas, según señalaba la mayoría de losvisitantes de estas instalaciones, quienes, por otra parte ―quede aquí expresado―, noaportaron informaciones prolijas sobre estos temas. De hecho, sus comentarios acercade esta sección suelen contener largas enumeraciones de materiales y minas con las quese remarca dicha abundancia. Rimmel se refiere así a la sección de minerales españolaen 1867:―He aquí el hierro de Santa Ana de Bolueta de Bilbao, el cobre de Río Tinto, el estañode Zamora, el manganeso de Huelva, el mercurio de Almadén, el zinc de Vitoria, elplomo de Jaén, la plata de Guadalajara... los mármoles de Burgos, la sal gema deZaragoza, el jaspe de Córdoba, la calamina de Castellón, el azufre de Conil, el caolín deToledo, el asfalto de Álava, las hullas de Oviedo…‖ 818 .Esta tónica descriptiva continúa la trayectoria iniciada por Delesse en 1855 con suestudio de materiales de construcción, que en el fondo consistía en una mera relación demateriales, ya de yacimientos conocidos desde antiguo ya recientemente localizados porlas jóvenes promociones de ingenieros de Minas. Además, Delesse reseña aquellos queeran explotados en ese momento 819 . Claudio Boutelou es quien defiende en 1878 losminerales españoles, ―casi siempre de calidad superior‖, según se desprende de lascolecciones que admira en París. Destaca el mineral de hierro de Vizcaya,especialmente la variedad campanil y las fundiciones y forjas que lo transforman en elNorte peninsular; el carbón piedra de las cuencas mineras norteñas y de Sierra Morena;el plomo de Sierra Morena; el cobre de Huelva o el azogue de Almadén 820 . En estemismo año, Marcelino Umbert apuesta por la feracidad natural del país, que sin pudorse ostenta en las exposiciones universales, y reafirma la ―incalculable riqueza queposeemos en minería‖, sustentada en las 2.241 minas en explotaciñn 821 .Otra característica a analizar de este grupo de productos minerales ymetalúrgicos es su composición. La facción más numerosa de expositores presenta818 RIMMEL, 1868, pp. 254-255. La enumeración de metales es la tónica general en los comentariossobre este sector productivo. Véase otro ejemplo en DROUX, 1867, p. 73.819 DELESSE, 1856.820 BOUTELOU, 1879, p. 226.821 Toma los datos del informe sectorial publicado por la comisión española. UMBERT, 1879, p. 181.

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