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5. LA COLECCIÓN MATERIAL 733demanda, teniendo en cuenta que el Estado invierte en seguridad y defensa en torno a untercio del presupuesto general en las décadas centrales del siglo XIX y cerca de la mitaddel presupuesto nacional durante el periodo de la Restauración 629 .En general, la colección mecánica española mantiene unos niveles de perfecciónmuy bajos en cuanto a número y relevancia de los objetos presentados a las sucesivasexposiciones universales francesas. Y como apenas hay qué instalar, no se van aregistrar los problemas de ordenación y de falta de espacio que presentan otrassecciones. En general, la imagen que la España industrial ofrece en estos certámenes esde retraso, de un país descolgado del progreso que experimentan sus países vecinos.Esta imagen de declive queda expresada por Casiano de Prado en 1855: ―fuerzaes confesar que nos hemos quedado muy atrás respecto de las demás naciones. Espreciso no hacerse ilusiones por más tiempo‖ 630 . La exposición, sirve, por tanto, parareconocer el verdadero estado de desarrollo industrial en el concierto internacional. En1867, Vicente Rubio observa que España no exhibe ni un solo motor en la sección demáquinas, siendo esta ausencia el mejor testimonio del atraso del tejido industrialespañol. España figura en París como ―nación rica en productos alimenticios yagrícolas, en general, y en minerales: pero pobre, muy pobre en productos elaboradospor la industria y en maquinaria de todas clases‖ 631 .Una vez más, en 1900, la participación española en el sector mecánico vuelve aser escasa y, nuevamente, observadores como César Silió, no pueden encontrar motoresen las instalaciones nacionales. De hecho, Silió ocupa cerca de dos horas examinando lagalería de las máquinas, donde registra la participación de ―todo el mundo civilizado‖excepto Espaða: ―¡Ni un resoplido denunciaba la existencia de un pueblo laborioso dellado de acá del Pirineo! ¡Ni siquiera una simple maquinilla de hacer el café temblabasacudida por el vapor representando nuestra industria!‖ 632 . Además no se explica cómoha podido suceder esto, pues reconoce la existencia de tres importantes regionesindustriales en España: Asturias, Barcelona y Vizcaya, cuyas industrias más destacadas,como La Felguera, la fábrica de Mieres, La Maquinista Terrestre y Marítima, LaVizcaya y Altos Hornos, podían haber concurrido al certamen con gran mérito.629 CARDONA, 1983, p. 10. Por un acuerdo tácito, en esta época normalmente se compró a Francia elmaterial de infantería, de artillería terrestre y el material aeronáutico, mientras que de Inglaterra seimportó el armamento de marina.630 PRADO, 1856, p. 34.631 RUBIO Y DÍAZ, 1868, pp. 159-160.632 SILIÓ Y CORTÉS, 1901, p. 51.

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