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522 ESPAÑA EN PARÍSno son percibidos como participantes de una cultura común, del proceso dehomogeneizaciñn cultural ―aún en ciernes, por otra parte―, sino como víctimascontaminadas de una serie de convenciones iconográficas que avinagran el paladar,principalmente de la crítica artística francesa en busca de esas peculiares esenciasnacionales.Majluf observa, a partir de la interpretaciñn de la obra de Francisco Laso ―Elhabitante de la Cordillera de Perú‖, una tendencia de la crítica francesa a buscar elpintoresquismo y los temas de color local como representación precisa de las escuelasnacionales, siguiendo el legado del Romanticismo en las artes plásticas. Lógicamente,para la crítica francesa el arte francés encarna la culminación del progreso, por ello elinterés de ésta hacia los artistas extranjeros radica en su capacidad de evocación de suspaíses de procedencia. Sus creaciones han de reflejar las tradiciones propias, el paisajecaracterístico, los tipos singulares... La función más laudable del artista no francés ha deser la transmisión del poso cultural de su país. Así se entiende el rechazo frontal deaquellas producciones ajenas a la auténtica tradición nacional que, para más, suelen seruna copia del arte francés. La desgracia de estos artistas tampoco encuentra acomodo enlas críticas de sus compatriotas, a los que se acusa, precisamente, de los mismosdefectos: el uso de unos procedimientos extraños a la tradición nacional.En el caso de España se hace referencia, como en otros sectores productivos, auna nación dormida sobre los laureles del pasado, de la ausencia de una escuela artísticavigorosa que siga el testigo de los grandes maestros y también se refiere la influenciafrancesa. A este respecto Gautier considera que ha olvidado a Velázquez, Ribera,Murillo, Zurbarán y a Goya. Su estilo ha cambiado:―elle ne peint plus avec sa sombre palette d’autrefois des moines au froc brun, deschevaliers au point noir, des gitanos à la peau basanée, des madones au regardextatique; elle n’a plus cette ardeur farouche, cette passion catholique qui lacaractérisaient; et si l’écusson de Castille et Léon n’était pas blasonnée au-dessus de lapartie qu’elle recouvre, on confondrait l’école espagnole avec l’école française‖ 99 .Esta opinión queda lejos de ser exclusiva de su autor, de ahí que Claude Vignontampoco encuentre en esta colección el recuerdo de Velázquez, Zurbarán, Murillo o delgusto artístico inquisitorial. Incluso valora la colección de retratos como una copia delestilo de Dubuffe 100 . Asimismo, Moulin considera que las Bellas Artes en España seencuentran en un franco estado de decadencia:99 GAUTIER, 1856, p. 8.100 Cit. en REYERO, 1993a, p. 50.

5. LA COLECCIÓN MATERIAL 523―Voilà pourtant un royaume qui a possédé une école, que dis-je, plusieurs écolescélèbres, qui a donné le jour à des peintres tels que Moralez, Velasquez, [sic] Ribera,Zurbarán, Murillo... c’est-à-dire aux peintres les plus célèbres de l’Europe, et quisurtout a eu un genre à lui, unique dans l’historie de la peinture et sans ressemblanceavec les autres écoles. Eh bien! Aujourd’hui l’Espagne ne cultive plus qu’un genre depeinture, le portrait, et elle le traite, comme tous les peintres de France, sans aucuncachet particulier.Ses peintres sont MM. B. Lopez et F. P. Madrazo, et ce sont les seuls qui jouissentd’une certaine réputation. [...Ses portraits] fixent tous les regards par l’éclat chatoyantdu coloris, comme par le fini, souvent minutieux, du costume. Mais, malgré ces qualités,la peinture espagnole manqu’aujourd’hui complètement de caractère. Elle n’a plus rienqui rappelle ni les mœurs du pays, ni l’originalité du costume, ni la beauté de son ciel,ni la couleur de son teint, en un mot, rien de cachet tout particulière au physiquecomme au moral qu’avaient si vigoureusement reproduit les grands peintres del’Espagne. Il faut le dire, l’école espagnole n’existe plus. Elle s’est faite éclectique etcosmopolite, elle qui cependant pouvait trouver dans les traditions du passé, dans sonclimat et dans ses mœurs, tant de types d’une originalité vraiment nationale!‖ 101 .No hay, por tanto, presencia del hacer de los grandes pinceles de la historiaespañola, sino que los pintores actuales se dedican al retrato siguiendo la moda francesa,llegando a referir la manida expresión de que falta carácter en la escuela española. Nohay carácter o falta aquel al que estaban acostumbrados, incluso aduciendo que laescuela española ha muerto por exposición al cosmopolitismo y al eclecticismo. Se ve,de nuevo, que el progreso perjudica a la creación artística española.Planche utiliza como argumento para juzgar este estado de abatimiento de laescuela española la comparación de los artistas del presente con los maestros delpasado; en su opinión Madrazo no resiste la comparación con Velázquez. Ademásatribuye a dos causas la situación actual de la escuela española: la división de lasfortunas, lo que hace cada vez más extraordinario el mecenazgo de las artes, y latransformación del sentimiento religioso. En su opinión, este estado se extiende a lasescuelas belga, flamenca e italiana 102 .Dos expositores concurren a la clase segunda de la Exposición Universal de1867, en la que se clasifican los dibujos. Son Santiago Viaplana, que expone su dibujopara grabado titulado ―Sepulcros del condestable D. Álvaro de Luna y su seðora, en lacatedral de Toledo‖ 103 y Juan Poey, desde La Habana, que envía unos retratos de familiaen miniatura realizados por artistas locales 104 .101 MOULIN, 2000, pp. 50-51.102 PLANCHE, G., Op. Cit., p. 408.103 En fecha de 20 de julio de 1867 The London Illustrated News publica un grabado titulado ―Tombs inthe Catedral of Toledo in the exhibition of painters in water colours‖, p. 57.104 José de Castro y Serrano reconoce 626 expositores inscritos en la Clase 2 de Obras de arte. CASTROY SERRANO, 1867, p. 47.

5. LA COLECCIÓN MATERIAL 523―Voilà pourtant un royaume qui a possédé une école, que dis-je, plusieurs écolescélèbres, qui a donné le jour à des peintres tels que Moralez, Velasquez, [sic] Ribera,Zurbarán, Murillo... c’est-à-dire aux peintres les plus célèbres de l’Europe, et quisurtout a eu un genre à lui, unique dans l’historie de la peinture et sans ressemblanceavec les autres écoles. Eh bien! Aujourd’hui l’Espagne ne cultive plus qu’un genre depeinture, le portrait, et elle le traite, comme tous les peintres de France, sans aucuncachet particulier.Ses peintres sont MM. B. Lopez et F. P. Madrazo, et ce sont les seuls qui jouissentd’une certaine réputation. [...Ses portraits] fixent tous les regards par l’éclat chatoyantdu coloris, comme par le fini, souvent minutieux, du costume. Mais, malgré ces qualités,la peinture espagnole manqu’aujourd’hui complètement de caractère. Elle n’a plus rienqui rappelle ni les mœurs du pays, ni l’originalité du costume, ni la beauté de son ciel,ni la couleur de son teint, en un mot, rien de cachet tout particulière au physiquecomme au moral qu’avaient si vigoureusement reproduit les grands peintres del’Espagne. Il faut le dire, l’école espagnole n’existe plus. Elle s’est faite éclectique etcosmopolite, elle qui cependant pouvait trouver dans les traditions du passé, dans sonclimat et dans ses mœurs, tant de types d’une originalité vraiment nationale!‖ 101 .No hay, por tanto, presencia del hacer de los grandes pinceles de la historiaespañola, sino que los pintores actuales se dedican al retrato siguiendo la moda francesa,llegando a referir la manida expresión de que falta carácter en la escuela española. Nohay carácter o falta aquel al que estaban acostumbrados, incluso aduciendo que laescuela española ha muerto por exposición al cosmopolitismo y al eclecticismo. Se ve,de nuevo, que el progreso perjudica a la creación artística española.Planche utiliza como argumento para juzgar este estado de abatimiento de laescuela española la comparación de los artistas del presente con los maestros delpasado; en su opinión Madrazo no resiste la comparación con Velázquez. Ademásatribuye a dos causas la situación actual de la escuela española: la división de lasfortunas, lo que hace cada vez más extraordinario el mecenazgo de las artes, y latransformación del sentimiento religioso. En su opinión, este estado se extiende a lasescuelas belga, flamenca e italiana 102 .Dos expositores concurren a la clase segunda de la Exposición Universal de1867, en la que se clasifican los dibujos. Son Santiago Viaplana, que expone su dibujopara grabado titulado ―Sepulcros del condestable D. Álvaro de Luna y su seðora, en lacatedral de Toledo‖ 103 y Juan Poey, desde La Habana, que envía unos retratos de familiaen miniatura realizados por artistas locales 104 .101 MOULIN, 2000, pp. 50-51.102 PLANCHE, G., Op. Cit., p. 408.103 En fecha de 20 de julio de 1867 The London Illustrated News publica un grabado titulado ―Tombs inthe Catedral of Toledo in the exhibition of painters in water colours‖, p. 57.104 José de Castro y Serrano reconoce 626 expositores inscritos en la Clase 2 de Obras de arte. CASTROY SERRANO, 1867, p. 47.

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