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412 ESPAÑA EN PARÍSdel Café Universal de Madrid. La horchatería y el café se rigen por las disposiciones dela Comisión Imperial, según las cuales son juzgados como un objeto más de laexposición por lo que se consideran elementos de la colección del país. Esto implica elrespeto al carácter nacional en todos sus aspectos: la degustación de bebidas ycomestibles, el decorado, el personal de servicio, el idioma o el traje. Además, optan alreparto de premios 544 .La instalación emblemática para un país participante en esta exposiciónuniversal es el llamado pabellón nacional. Por primera vez en la historia de lasexposiciones universales la Comisión Imperial permite a las naciones invitadas edificarun pabellón en el estilo representativo de cada una de ellas. Esta posibilidad abre elcamino a la que será una tradición en las exposiciones universales francesas quedesemboca en las calles de las Naciones de 1878 y 1900, donde cada fachada o pabellónactúa como un ejemplo ―vivo‖ de arquitectura nacional 545 . Estas instalaciones pretendenalgo más que funcionar como un museo arquitectónico al aire libre, ya que intentan darforma a esa alegoría o constructo siempre cambiante que es la identidad nacional. Porello, los estilos arquitectónicos seleccionados por las diferentes comisiones nacionaleshan de poseer un gran poder retórico y evocador, mediante el cual se materialicen lasesencias nacionales.Los pabellones nacionales tenían que reflejar el concepto napoleónico de ―génienational‖ que planteaba una diferenciación nacional a partir de ciertos elementosculturales 546 . La política de las nacionalidades desarrollada por Napoleón III auguraba lacreación de nuevas naciones a partir de su independencia política en los casos de Egiptoo Túnez, segregados del Imperio Otomano, o de su unificación, como Italia o Alemania.Estas medidas de la agenda internacional napoleónica lejos de responder a una misiónaltruista del emperador buscaban el mantenimiento de la influencia francesa en estaszonas ―construcción del Canal de Suez en el caso de Egipto― a la vez quemagnificaban su figura como mediador universal.Por otra parte, el concepto de arquitectura como expresión del genio nacional sehabía formulado desde el pensamiento alemán de principios de siglo por el pensadorhegeliano Carl Schnaase. Para éste, la arquitectura nace en relación unas características544 Las concesiones de estos establecimientos son aprobadas por R. O. de 26 de octubre de 1866. Ladisposición sobre estos negocios emanada de la Comisión Imperial se publica, traducida al castellano, enla Gaceta de Madrid de 5-V-1866, p. 3.545 KAUFMAN, 1989, pp. 20-39. Este autor considera que la Exposición Universal de 1867 es el primermuseo de arquitectura montado a base de edificios completos.546 NIKOU, 1997, pp. 75-107.

4. LA PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA 413específicas a cada nación, como las creencias o las circunstancias geográficas, y por ellopuede representar a dicha nación. El mecanismo de identificación opera de formasemejante a un recurso literario como la sinécdoque que permite, tomando una parte―en principio un estilo arquitectónico histórico, aunque con el tiempo se tomanelementos de varios estilos― representar el todo, el conjunto de la nación.Asimismo, este mecanismo puede ser explicado con paralelismos delpsicoanálisis. De un lado, la identidad del ser humano, como la identidad nacional,necesitan identificarse con una imagen. El psicoanalista Jacques Lacan utiliza laexpresión ―the mirror stage‖ para referirse al periodo de la infancia en el que unapersona es capaz de reconocer su imagen en un espejo 547 . Pues bien, para las identidadesnacionales ese espejo en el que reconocerse se ubica en las exposiciones universales,donde las naciones de todos los continentes marcan sus peculiaridades y diferencias conrespecto a las demás. Por otro lado, la identidad personal, como la identidad nacional,son un abstracto que se forma de la proyección propia de la imagen, pero tambiéndepende de la construcción que las demás personas o naciones crean. La construcciónde la identidad, por tanto, refiere una experiencia dual, subjetiva y objetiva, quesintetiza lo propio y lo ajeno. Además, la idea o el sentimiento de nación cohesiona aaquellas personas que integran y participan de ese concepto de nación al tiempo que lassepara de lo extraño, lo distinto, lo extranjero.Volviendo al recinto expositivo de 1867, el estilo arquitectónico elegido por lospaíses para sus pabellones nacionales había de ser representativo para los propioshabitantes del país, de modo que se sintieran identificados, pero también debía ajustarsea la idea que los comisionados franceses albergaban de lo ―representativo‖ del país. Noen vano los proyectos firmados por los arquitectos de las distintas comisionesnacionales debían ser aprobados por la Comisión Imperial. Es más, en el caso dealgunas naciones, como Túnez o Marruecos, fueron arquitectos y comisionadosfranceses los encargados de proyectar los pabellones nacionales, seleccionando el estiloartístico más expresivo de la identidad cultural del país, mientras que la participaciónlocal quedaba restringida al diseño de algunas piezas decorativas 548 .547 FERNÁNDEZ, 1993, pp. 1-15.548 Tanto el pabellón tunecino como el marroquí son proyectados por Alfred Chapon, arquitectodiplomado en L’École des Beaux-Arts en 1859. La decoración de la sección persa en el palacio principales realizada por Max Berthelin, discípulo de Henri Labrouste y también alumno de L’École des Beaux-Arts. NIKOU, 1997, pp. 275-356.

412 ESPAÑA EN PARÍSdel Café Universal de Madrid. La horchatería y el café se rigen por las disposiciones dela Comisión Imperial, según las cuales son juzgados como un objeto más de laexposición por lo que se consideran elementos de la colección del país. Esto implica elrespeto al carácter nacional en todos sus aspectos: la degustación de bebidas ycomestibles, el decorado, el personal de servicio, el idioma o el traje. Además, optan alreparto de premios 544 .La instalación emblemática para un país participante en esta exposiciónuniversal es el llamado pabellón nacional. Por primera vez en la historia de lasexposiciones universales la Comisión Imperial permite a las naciones invitadas edificarun pabellón en el estilo representativo de cada una de ellas. Esta posibilidad abre elcamino a la que será una tradición en las exposiciones universales francesas quedesemboca en las calles de las Naciones de 1878 y 1900, donde cada fachada o pabellónactúa como un ejemplo ―vivo‖ de arquitectura nacional 545 . Estas instalaciones pretendenalgo más que funcionar como un museo arquitectónico al aire libre, ya que intentan darforma a esa alegoría o constructo siempre cambiante que es la identidad nacional. Porello, los estilos arquitectónicos seleccionados por las diferentes comisiones nacionaleshan de poseer un gran poder retórico y evocador, mediante el cual se materialicen lasesencias nacionales.Los pabellones nacionales tenían que reflejar el concepto napoleónico de ―génienational‖ que planteaba una diferenciación nacional a partir de ciertos elementosculturales 546 . La política de las nacionalidades desarrollada por Napoleón III auguraba lacreación de nuevas naciones a partir de su independencia política en los casos de Egiptoo Túnez, segregados del Imperio Otomano, o de su unificación, como Italia o Alemania.Estas medidas de la agenda internacional napoleónica lejos de responder a una misiónaltruista del emperador buscaban el mantenimiento de la influencia francesa en estaszonas ―construcción del Canal de Suez en el caso de Egipto― a la vez quemagnificaban su figura como mediador universal.Por otra parte, el concepto de arquitectura como expresión del genio nacional sehabía formulado desde el pensamiento alemán de principios de siglo por el pensadorhegeliano Carl Schnaase. Para éste, la arquitectura nace en relación unas características544 Las concesiones de estos establecimientos son aprobadas por R. O. de 26 de octubre de 1866. Ladisposición sobre estos negocios emanada de la Comisión Imperial se publica, traducida al castellano, enla Gaceta de Madrid de 5-V-1866, p. 3.545 KAUFMAN, 1989, pp. 20-39. Este autor considera que la Exposición Universal de 1867 es el primermuseo de arquitectura montado a base de edificios completos.546 NIKOU, 1997, pp. 75-107.

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