13.07.2015 Views

0de1.ABLPtomoI

0de1.ABLPtomoI

0de1.ABLPtomoI

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

4. LA PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA 381―El viajero que más abunda en la coronada villa es el que calcula económicamente lasalida veraniega, y resuelve pasar en París quince días, sin conocer palabra del idioma,ni jota de las costumbres, ni haber realizado nunca otra excursión más que la clásica delSardinero ó la obligatoria de la Concha. Así que desde que pasa la frontera y se ve entredesconocidos y extranjería, todo le sorprende, todo le escama, todo le amontona, todo lesubleva… Le empuja el gentío, y reniega de las Exposiciones, diciendo que son un caos,un desbarajuste y un infierno.Los monumentos, que ve de mogollón y sin inteligencia, se le barajan en la memoria, yal cabo de un mes ya no sabe si Nuestra Señora es un cuartel de inválidos, ni si la tumbade Napoleón está ó no en la Santa Capilla‖ 472 .Casas y Utrillo denominan a esta masa de visitantes que más abunda en lasexposiciones: el ―grupo innominado porque forma un todo con la fiesta de la cual es laganga en el doble sentido comercial y mineralógico‖, en cuanto a que participa ―de todoaquello que realmente no tiene nada que ver con la idea fundamental de unaExposición‖; es decir, las comilonas, los fuegos artificiales, la gran rueda, la plataformamóvil y demás espectáculos programados con motivo de una exposición universal. Sinembargo, su asistencia es importante porque de ella depende el triunfo o el fracasoeconómico del certamen. Y es que estos cronistas de 1900 encuentra que:―por cada curioso que se honra visitando los palacios de Bellas Artes, tres hacen deardilla en la gran rueda, seis suben al candelero de la torre Eiffel, diez visitan lasatracciones moleculares de la calle de París y ciento dan vueltas á la Exposición, ―sinfijarse en ella― trasportados por la acera movible que es el éxito indiscutible‖ 473 .Las visitas de este turista estival quedan en su inmensa mayoría invisibles paraeste trabajo, aunque la memoria familiar mantenga recuerdos y vivencias de aquel pasopor el París de las exposiciones universales. No obstante, es posible referir algunascaracterísticas de su rutina turística. En ocasiones, van pertrechados de guías de laciudad y de la exposición con las que ayudarse para visitar monumentos y museos deParís y el recinto expositivo, tal y como recrea Benito Pérez Galdós en su EpisodioNacional ―La de los tristes destinos‖.Este relato galdosiano se ambienta en ―los días febriles‖ de la ExposiciónUniversal de 1867, días ―de gran apretura en los hospedajes‖, cuando ―media Europainvadía París; la otra media hacía cola‖. Precisamente, a París viaja ―en tren― unapareja, Santiago Íbero y Teresa Villaescusa, en busca de una oportunidad en la queenterrar el pasado. Mientras ella trabaja entre encajes y blondas él se dedica adeambular por la ciudad, ―aprendiendo en la práctica el laberinto de calles, bulevares yavenidas‖ hasta que consigue un plano para localizar los principales hitos urbanos.472 PARDO BAZÁN, 1889, p. 21.473 CASAS, R., y UTRILLO, M., ―La Exposición-Feria‖, Pél i Ploma, nº 5, 1-VIII-1900, pp. 6-7.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!