13.07.2015 Views

0de1.ABLPtomoI

0de1.ABLPtomoI

0de1.ABLPtomoI

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

3. LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES DE PARÍS 1855-1900 189le noble Orient peut descendre […] No je ne l’ai trop aimée, cette Egypte abandonnéepar nous dans un tour d’inexpiable défaillance, pour la reconnaître sous sondéguisement de café-concert” 224 . Así era el Oriente en el Campo de Marte, sin embargo,Vogüé encontró en los Inválidos un Oriente de mejor gusto en las instalacionesdedicadas a las colonias francesas.Precisamente, la versión “disfrazada de caféconcierto”de la danza oriental forma parte delreclamo turístico de algunos países, como Egipto, enla actualidad 225 . A resultas del impacto cultural de lasexposiciones universales en sus visitantes y en loslectores de sus catálogos y guías, cuando éstos viajanal Oriente auténtico van buscando el mismo mundorepresentado en París. Timothy Mitchell rescatavarios testimonios ―uno de ellos de GustaveFlaubert― con los que sostiene esta idea. La miradade estos viajeros va cargada de prejuicios cognitivosque provocan un desajuste interpretativo alpresentarse ante ellos la realidad misma. El Oriente deParís resulta para ellos más oriental y su visualizaciónmás clara, porque en el Cairo auténtico falta esavisión panorámica, sincrética, abarcable…Asimismo, hay otras atracciones en la exposición de 1889 ―máspedagógicas―, como el Globo Terrestre que reproduce el planeta en movimientogiratorio con el objetivo de mostrar los continentes y las principales vías decomunicación establecidas entre ellos. Curiosamente, los creadores del globo tuvieronque rediseñar el dibujo de la superficie terrestre a lo largo de su construcción paraajustarlo a las noticias de las últimas exploraciones 226 .La danza del vientre(DUMAS, 1889, p. 66)En general, el plan de la exposición intenta ejecutarse bajo las coordenadas de lasimetría y el equilibrio estético, representado, por ejemplo, en el uso del hierro o en losplanos regulares de los grandes edificios expositivos, pero también ofrece una granoportunidad al pintoresquismo y a la fantasía en el trazado de los parques, donde se224 VOGÜÉ, E. M., “Á travers l’Exposition. VI. Les exotiques. Les colonies”, Revue des Deux Mondes, t.95, (1889), pp. 449-465.225 CANOGAR, 1992, pp. 49-50.226 VILLARD y COTARD, 1889.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!