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136 ESPAÑA EN PARÍSdeficitaria, los gastos quedarían a cargo del Estado y, a modo de compensación, sebeneficiaría de los ingresos superiores a los 18 millones, que se calculaban de las ventasde entradas, alquileres de las concesiones y reventa de materiales.Tique de entrada a la ExposiciónUniversal de 1889 (BRAIN, 1993, p. 20)La Sociedad de Garantía de la ExposiciónUniversal de 1889 realiza la primera emisión de1.200.000 bonos en abril de 1889. Los bonos de 25francos daban opción a un lote de 25 tiques de entradapor valor individual de un franco. Estos tiqueshicieron aquí su primera aparición, mediante la cual sebuscaba evitar el fraude. Su precio fluctúa a lo largode la exposición; según avanza, su precio disminuyellegando a valer treinta y cinco céntimos de franco.Para entrar en la exposición por la mañana erannecesarios varios tiques, uno durante el día y dos parala sesión nocturna, desde las seis de la tarde 97 . Esto es,en horario normal el precio de entrada por persona seestipula en un franco, aunque se dobla la tarifa losviernes, por ser el día burgués, y en horario especial,para el estudio de la exposición ―de ocho a diez de la mañana―. El uso de laelectricidad permite dilatar los horarios de apertura, pudiendo disfrutar de las noches;así, durante la semana, las entradas de noche ―desde las seis de la tarde hasta las onceque cierran las puertas― cuestan dos francos y los domingos ―por ser el día de visitade las clases populares―, la mitad. Asimismo, es posible obtener abonos personalespara todo el tiempo que dure la exposición por un precio de 100 francos y, en el caso delas delegaciones nacionales, por el precio de 25 francos.Por otro lado, figuran numerosas entradas gratuitas, que atendiendo a lasdisposiciones oficiales únicamente corresponden a los expositores y al personalrelacionado con la exposición, desde los obreros a los directores generales. También seotorgan pases gratuitos para los corresponsales de prensa y los reporteros gráficos, asícomo para las delegaciones de obreros y estudiantes. Las visitas de las delegacionesobreras son una constante en estos eventos, ya que desde 1851 se percibe como unamejora considerable en sus conocimientos teóricos y prácticos, pues los97 PARDO BAZÁN, 1889, pp. 267-275.

3. LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES DE PARÍS 1855-1900 137desplazamientos para estudiar la exposición universal se completan con visitas aestablecimientos industriales. Tal es así que en ese mismo año de 1851 el presupuestofrancés para participar en la exposición universal de Londres reserva una parte parasubvencionar viajes de obreros. En 1855 también se establecen medidas para facilitar lavisita de los trabajadores con rebajas en los billetes de tren, entradas a precio reducido yun restaurante económico al que en 1867 se añade la construcción de unos barraconescon habitaciones baratas 98 . Todo este movimiento de personas, con tiques de pago opases gratuitos, es contabilizado para obtener el número total de visitas de la exposición.Se estima una cifra de visitantes cercana a 32 millones de los que algo más de 25millones son entradas de pago 99 . Los ingresos por este concepto suman 21.583.547,16francos mejorando en siete millones las previsiones iniciales 100 . El balance final de laexposición es positivo; en números redondos ofrece un excedente de 8 millones defrancos 101 .3.2.1.5. La Exposición Universal e Internacional de París de 1900Dado el éxito de la exposición de 1889, apenas había culminado la apoteosisfinal cuando ya se pensaba en organizar un nuevo encuentro universal para el año 1900.La iniciativa burocrática parte del diputado François Deloncle quien defiende, ante laCámara, una ley para el establecimiento de una nueva exposición universal en París. Elproyecto de ley se transforma en decreto el 13 de julio de 1892, mediante el cual se hacesaber al mundo de la industria, del comercio y de las artes que París acogería en 1900una nueva Exposición Internacional y Universal, cuyo periodo de apertura tendría lugarentre el 5 de mayo y el 31 de octubre siguiente. Unos meses más tarde, el ministro deComercio e Industria, Jules Roche, constituye bajo su presidencia una comisión98 PICARD, t. III, 1891, pp. 276-280.99 El contingente inglés se calcula en medio millón de visitantes. En octubre rondan los 100.000. Sus rutashabituales son: Calais-Douvres, Dieppe-Newhaven y Boulogne-Folkestone. Según un cronista anónimolas entradas de pago ascienden a 28 millones. IOB, “Crónicas de la Exposición de París”, I. E. A., 15-X-1889, pp. 219-222. Según Alfred Picard la cifra oficial de entradas de pago supera los veinticincomillones ―concretamente 25.398.609― y el total de visitantes asciende a 32.350.297, que podríanascender a los treinta y dos millones y medio contabilizando las entradas del personal de servicio y lasentradas de pago podrían llegar a veintiocho millones, incluyendo los pases para las delegaciones deobreros y estudiantes. PICARD, t. III, 1891, pp. 256-257.100 BERGER, 1901, p. 79.101 Las concesiones y alquileres brindan 2.389.497,40 francos y la reventa de materiales, 1.027.474,68francos a sumar con las subvenciones de la ciudad de París —8 millones— más la estatal —17millones—. Los gastos ascienden a 39.989.598,75 francos. íd., p. 80.

136 ESPAÑA EN PARÍSdeficitaria, los gastos quedarían a cargo del Estado y, a modo de compensación, sebeneficiaría de los ingresos superiores a los 18 millones, que se calculaban de las ventasde entradas, alquileres de las concesiones y reventa de materiales.Tique de entrada a la ExposiciónUniversal de 1889 (BRAIN, 1993, p. 20)La Sociedad de Garantía de la ExposiciónUniversal de 1889 realiza la primera emisión de1.200.000 bonos en abril de 1889. Los bonos de 25francos daban opción a un lote de 25 tiques de entradapor valor individual de un franco. Estos tiqueshicieron aquí su primera aparición, mediante la cual sebuscaba evitar el fraude. Su precio fluctúa a lo largode la exposición; según avanza, su precio disminuyellegando a valer treinta y cinco céntimos de franco.Para entrar en la exposición por la mañana erannecesarios varios tiques, uno durante el día y dos parala sesión nocturna, desde las seis de la tarde 97 . Esto es,en horario normal el precio de entrada por persona seestipula en un franco, aunque se dobla la tarifa losviernes, por ser el día burgués, y en horario especial,para el estudio de la exposición ―de ocho a diez de la mañana―. El uso de laelectricidad permite dilatar los horarios de apertura, pudiendo disfrutar de las noches;así, durante la semana, las entradas de noche ―desde las seis de la tarde hasta las onceque cierran las puertas― cuestan dos francos y los domingos ―por ser el día de visitade las clases populares―, la mitad. Asimismo, es posible obtener abonos personalespara todo el tiempo que dure la exposición por un precio de 100 francos y, en el caso delas delegaciones nacionales, por el precio de 25 francos.Por otro lado, figuran numerosas entradas gratuitas, que atendiendo a lasdisposiciones oficiales únicamente corresponden a los expositores y al personalrelacionado con la exposición, desde los obreros a los directores generales. También seotorgan pases gratuitos para los corresponsales de prensa y los reporteros gráficos, asícomo para las delegaciones de obreros y estudiantes. Las visitas de las delegacionesobreras son una constante en estos eventos, ya que desde 1851 se percibe como unamejora considerable en sus conocimientos teóricos y prácticos, pues los97 PARDO BAZÁN, 1889, pp. 267-275.

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