13.07.2015 Views

0de1.ABLPtomoI

0de1.ABLPtomoI

0de1.ABLPtomoI

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

3. LAS EXPOSICIONES UNIVERSALES DE PARÍS 1855-1900 107inventariar y organizar el pensamiento, intentando, a su vez, colmar las lagunasexistentes en el panorama intelectual del momento. Como estos congresos forman partede ese proyecto nacional que es la exposición universal, el gobierno interviene en suorganización, nombrando una comisión especial que fija los temas a debatir en lasreuniones oficiales, y se responsabiliza de compilar y publicar las deliberaciones yresultados de los mismos.Esta alianza permanece en el marco de posteriores ediciones universalesparisinas, incrementándose la intensidad de estas reuniones científicas. Tanto es así queen 1878 el número de congresos internacionales asciende a treinta y dos, en 1889 loscongresos celebrados bajo los auspicios de la exposición universal superan el mediocentenar, mientras que en 1900 rebasan con creces la centena. Lógicamente, elpatronazgo estatal brinda garantías a estos encuentros, pues son dotados de unasinfraestructuras que permiten su funcionamiento exitoso. Por otro lado, este mecenazgocontribuye a difundir internacionalmente las investigaciones científicas de cuestionesque previamente poseían un exclusivo carácter nacional, si bien esta situación implicaotras consecuencias más perniciosas como el control y el dirigismo de la investigacióncientífica, lo que contribuye a institucionalizar y legitimar unas disciplinas sobre otras 30 .Tal es así que el circuito de conocimiento se fue cerrando en torno a lasexposiciones universales, pues los propios congresistas acabaron adoptando la coleccióny la escenografía expositiva como la realidad misma. Como se ha comentado en elcapítulo anterior, el antropólogo Otis Mason, junto a otros colegas que asistieron alCongreso Internacional de Antropología de 1889, pasaron “muchas horas en loshabitáculos y las casas de los salvajes, estudiando a la gente y sus artes”, como si lo allípresentado fuera el equivalente, el traslado exacto, de aquellas comunidadesprimitivas 31 . De este modo, la observación de la exhibición fue equiparada al estudio decampo. Algunos misioneros acudieron a las exposiciones universales para aprender ypracticar las lenguas indígenas con los nativos que formaban parte de las instalacionescoloniales e incluso las áreas de Antropología de algunas universidades, como las deChicago y Washington, establecieron cursos y prácticas de campo utilizando entrevistasa los nativos igorotes exhibidos en la Saint Louis Fair en 1904 y en la Alaska-Yukon-Pacific Exposition de 1909 32 .30 SPEECKAERT, 1951, pp. 265-270; RASMUSSEN, 1989, pp. 23-44.31 Cit. en CANOGAR, 1992, p. 50; SAZATORNIL RUIZ, 2004, pp. 33-51.32 YENGOYAN, 1994, pp. 62-83.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!