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1. Ámbitos de participación - Páxinas persoais - USC

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PARTICIPACIÓN Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓNGrupo SI(e)TE. Educación (*)(*)SI(e)TE educación, es un grupo <strong>de</strong> pensamiento constituido por los catedráticos <strong>de</strong> Pedagogía J.L. Castillejo; A. J. Colom; P. Mª Pérez Alonso-Geta; T. Rodríguez Neira; J. Sarramona; J. M. Touriñány G. Vázquez , <strong>de</strong> las Universida<strong>de</strong>s Autónoma <strong>de</strong> Barcelona, Complutense <strong>de</strong> Madrid, IllesBalears, Oviedo, Santiago <strong>de</strong> Compostela y Valencia – Estudi General.<strong>1.</strong> <strong>Ámbitos</strong> <strong>de</strong> <strong>participación</strong>La <strong>participación</strong> implica reconocer que los distintos miembros <strong>de</strong> la sociedad soncapaces <strong>de</strong> pensar, <strong>de</strong> implicarse y llevar a cabo acciones sobre lo que afecta a suvida en los distintos contextos sociales (familia, colegio, comunidad, etc.). Ello exigeque sean informados, consultados y escuchados en todos los asuntos que lesafectan. Por ello una buena <strong>participación</strong> hun<strong>de</strong> sus raíces en los objetivos <strong>de</strong> lamisma socialización <strong>de</strong>mocrática. Sin embargo, es bien cierto que, para que laciudadanía se implique en la <strong>participación</strong> ha <strong>de</strong> experimentar sus beneficios.La <strong>participación</strong> en el sistema educativo, permite garantizar que las <strong>de</strong>cisiones sonla resultante <strong>de</strong>l diálogo, <strong>de</strong> la negociación y <strong>de</strong> la valoración <strong>de</strong> las opiniones <strong>de</strong> losimplicados. Esto es así porque en el concepto <strong>de</strong> <strong>participación</strong> están integradastanto la representatividad como la responsabilidad.La aplicación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia al sistema educativo, la advertimos en una tripledimensión <strong>de</strong> significado: <strong>de</strong>mocratización como extensión <strong>de</strong> la educación a todoslos ciudadanos, como organización <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> la escuela y <strong>de</strong> las institucioneseducativas y como transmisión <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong>mocráticos.Es un hecho, que en la <strong>participación</strong> <strong>de</strong>mocrática por el elevado número <strong>de</strong>personas implicadas, resulta difícil que se pueda participar en todos y cada uno <strong>de</strong>los asuntos o ámbitos, <strong>de</strong> modo que las macro<strong>de</strong>cisiones se escapan fácilmente a la<strong>participación</strong> directa e incluso muchas veces a la indirecta. Pero, es bien cierto, queen otros muchos ámbitos <strong>de</strong> actividad próxima, la <strong>participación</strong> no solo es posiblesino necesaria para garantizar los servicios que preten<strong>de</strong>n los ciudadanos. Y entre


estos ámbitos está el <strong>de</strong> la educación.2. Democracia y <strong>participación</strong> en el sistema educativoEl sistema educativo realiza un tipo <strong>de</strong> actividad social que <strong>de</strong>manda especialmente<strong>de</strong> la <strong>participación</strong>. La actuación educativa se ejerce tanto en nombre <strong>de</strong> losintereses generales <strong>de</strong> la comunidad como por <strong>de</strong>legación expresa <strong>de</strong> los padres ytutores, principales responsables <strong>de</strong> la educación <strong>de</strong> los niños y jóvenes. Así, laeducación no pue<strong>de</strong> ser un monopolio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r político, por cuanto hay <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> los padres y <strong>de</strong> los propios educandos que es preciso respetar. Tampoco unaactividad <strong>de</strong> patrimonio exclusivo <strong>de</strong> los profesionales que la ejercen, porque éstosse <strong>de</strong>ben a la sociedad que les reconoce <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> actuación pero también<strong>de</strong>beres <strong>de</strong> compromiso y resultados.La educación escolar inci<strong>de</strong> directamente sobre los valores sociales, sobre elconjunto <strong>de</strong> la cultura y sobre la personalidad individual <strong>de</strong> cada ciudadano, por ellomismo ha <strong>de</strong> ser una responsabilidad colectiva y compartida. No en vano hoy laescuela es la única institución por la que pasan durante bastantes años todos losciudadanos <strong>de</strong> un país.La <strong>participación</strong> es, por tanto, la vía por la que se presta o se retira el consentimientohacia un proyecto educativo, sea este <strong>de</strong> un centro concreto, sea <strong>de</strong>l marco amplio<strong>de</strong> un territorio o país, y se garantiza la responsabilidad <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong> lacomunidad social en la orientación y funcionamiento <strong>de</strong> los servicios educativos.Ningún argumento pue<strong>de</strong> invalidar la importancia y la necesidad <strong>de</strong> la <strong>participación</strong>efectiva en el sistema educativo. La apatía generalizada supone tanto el fracaso <strong>de</strong>lsistema educativo para involucrar a la sociedad en él, como su marginación respectoa la vida social general. Solo razones <strong>de</strong> comodidad o intereses partidistasexplicarían un rechazo a que los usuarios, directos e indirectos <strong>de</strong> la educación,puedan ejercer un control efectivo sobre los principios y actuaciones <strong>de</strong>l sistemaeducativo.El principio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia aplicado al sistema educativo tiene diversas vertientes.En primera instancia, la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>l sistema educativo <strong>de</strong>biera garantizar la


igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> toda la comunidad social para po<strong>de</strong>r optar a susbeneficios. Esta igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s no equivale a igualdad <strong>de</strong> trato paratodos, sea <strong>de</strong> actuación pedagógica por lo que se refiere al alumnado, sea <strong>de</strong>planteamientos organizativos, económicos o materiales, por lo que se refiere a lasinstituciones y organismos implicados. Igualdad <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s (o <strong>de</strong>oportunida<strong>de</strong>s) significa aten<strong>de</strong>r discriminadamente según las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cadacaso, sin olvidar que capacida<strong>de</strong>s y necesida<strong>de</strong>s son variables que no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nexclusivamente <strong>de</strong>l contexto social, sino que también son <strong>de</strong>sarrolladas por el propiosistema educativo. Como consecuencia <strong>de</strong> este principio, por ejemplo, se justificaque, sin atentar contra la <strong>de</strong>mocracia, el sistema ponga atención especial a losalumnos más necesitados <strong>de</strong> ayuda porque tienen dificulta<strong>de</strong>s en el sistema; es loque habitualmente se <strong>de</strong>nomina la “discriminación positiva”. Tal “discriminación” oayuda <strong>de</strong>berá ser no obstante compatible con las oportunida<strong>de</strong>s brindadas a todos ycada unos <strong>de</strong> los educandos para que puedan <strong>de</strong>sarrollar al máximo supotencialidad personal. La i<strong>de</strong>a que <strong>de</strong>biera ilustrar este principio <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia lapodríamos expresar así: “un mínimo para todos y un máximo para cada uno”.Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista pedagógico, hay, a<strong>de</strong>más, un límite a la igualdad: el quenos obliga a reconocer el esfuerzo, la calidad, la relevancia y la pertinencia, frente ala mediocridad. También hay un límite a la <strong>participación</strong> que viene referenciado porla i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> eficacia, eficiencia y capacidad <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgo. La <strong>participación</strong> no garantizael li<strong>de</strong>razgo, pues es obvio que hay personas elegidas participativamente que no soncapaces <strong>de</strong> li<strong>de</strong>rar proyectos compartidos, ni logran implicar a los administrados. Yexiste, por supuesto, un límite legal y moral a la libertad académica, <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> lacondición <strong>de</strong> experto, <strong>de</strong> la competencia, <strong>de</strong> la transparencia y <strong>de</strong> la orientaciónestratégica <strong>de</strong>l trabajo profesional, puesto que no se pue<strong>de</strong> imponer la verdad <strong>de</strong>cualquier modo.2.<strong>1.</strong> La <strong>participación</strong> <strong>de</strong>l alumnadoLa escuela constituye el marco privilegiado para educar a los alumnos en la<strong>de</strong>mocracia participativa, proporcionándoles las herramientas a<strong>de</strong>cuadas paraapren<strong>de</strong>r a elegir, tomar <strong>de</strong>cisiones responsables y actuar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la implicación y lacorresponsabilidad en los asuntos que les afectan. La <strong>participación</strong> real en la vidaescolar permitirá dotar a los alumnos <strong>de</strong> las competencias participativas básicas y


posibilitará en el futuro su transferencia a la vida en sociedad.La <strong>participación</strong> <strong>de</strong>l alumnado en la vida <strong>de</strong>l centro está regida por tres finalida<strong>de</strong>seducativas básicas que caracterizan a toda sociedad <strong>de</strong>mocrática y que cada centroescolar <strong>de</strong>be adaptar a sus peculiarida<strong>de</strong>s y necesida<strong>de</strong>s y por ello plasmar en suproyecto educativo institucional:a) Educar en los principios <strong>de</strong>mocráticos, fomentar los hábitos <strong>de</strong>comportamiento <strong>de</strong>mocrático y preparar para la <strong>participación</strong> en la vida social ycultural.b) Establecer un currículo que permita la autoformación, propiciando unametodología que asegure la <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los alumnos en los procesos <strong>de</strong>enseñanza y aprendizaje, y favorecer la autoevaluación.c) Desarrollar el espíritu crítico.Por otra parte, la <strong>participación</strong> <strong>de</strong>l alumnado, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> lógicacorrespon<strong>de</strong>ncia por ser los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong>l servicio, se presenta como un objetivopedagógico válido en sí mismo. Y ello es así porque la <strong>participación</strong> es el caminoprevio que conduce al logro <strong>de</strong> los objetivos pedagógicos vinculados con suformación para la <strong>de</strong>mocracia social, en tanto que futuros ciudadanos, todo lo cualpasa por el establecimiento y la práctica <strong>de</strong> una <strong>de</strong>mocracia interna en los mismoscentros escolares. La <strong>participación</strong> ha <strong>de</strong> ser el camino para consolidar la capacida<strong>de</strong>n la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones respecto al propio proceso formativo.Hay muchas circunstancias que hacen especialmente frágil la <strong>participación</strong> <strong>de</strong>lalumnado, en especial las que <strong>de</strong>rivan directamente <strong>de</strong> su <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> laevaluación a que son sometidos por el profesorado, con quien coinci<strong>de</strong>n en losorganismos <strong>de</strong> <strong>participación</strong>. Saberse sometidos a evaluación pue<strong>de</strong> coartar sulibertad <strong>de</strong> expresión cuando se trate <strong>de</strong> discrepar <strong>de</strong> los planteamientos sostenidospor el profesorado o por los padres-madres.La falta <strong>de</strong> información pertinente y la menor capacidad <strong>de</strong> argumentación son otraslimitaciones a las que <strong>de</strong>be enfrentarse la <strong>participación</strong> <strong>de</strong>l alumnado en losorganismos compartidos con otros sectores <strong>de</strong> la comunidad educativa. Por ello


conviene <strong>de</strong>stacar la necesidad <strong>de</strong> facilitarles la información precisa que hagafactible tal <strong>participación</strong> con conocimiento <strong>de</strong> causa. Proporcionar información alalumnado se presenta como una obligación a cargo <strong>de</strong>l mismo profesorado, lasasociaciones <strong>de</strong> padres-madres y la propia administración educativa. En todo caso,buscar el punto <strong>de</strong> equilibrio entre la facilitación <strong>de</strong> la <strong>participación</strong> <strong>de</strong>l alumnado y elno caer en una manipulación o en falsos paternalismos será otro <strong>de</strong>safío que <strong>de</strong>beráresolver la educación escolar.Así pues, ¿cómo se pue<strong>de</strong> fomentar una <strong>participación</strong> <strong>de</strong> calidad realmenteeducadora en los distintos ámbitos <strong>de</strong> la vida escolar? He aquí algunos posiblesejemplos.a. Ámbito formal e institucional. A través <strong>de</strong> los cauces establecidos,como la elección <strong>de</strong> <strong>de</strong>legados por curso o grupo, la asamblea <strong>de</strong>curso y <strong>de</strong> <strong>de</strong>legados, y el Consejo Escolar, etc. don<strong>de</strong> se pue<strong>de</strong>enseñar a los alumnos cuáles son los mecanismos <strong>de</strong> la <strong>participación</strong>en las instituciones (qué <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres tiene, o cómo <strong>de</strong>bencomportarse en una asamblea, etc.)b. Ámbito <strong>de</strong> la gestión y administración <strong>de</strong>l centro. Los alumnos pue<strong>de</strong>nimplicarse en tareas <strong>de</strong> mantenimiento <strong>de</strong> las instalaciones <strong>de</strong>l centro,así como <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong> algunos servicios, como la biblioteca,espacios, etc.c. Ámbito extraescolar. También pue<strong>de</strong>n contribuir en la programación <strong>de</strong>las fiestas, salidas y activida<strong>de</strong>s culturales que se llevan a cabodurante el curso.d. Ámbito curricular. Los alumnos pue<strong>de</strong>n participar en la concreción <strong>de</strong>ciertos contenidos <strong>de</strong> áreas y materias, en la aplicación <strong>de</strong> un métodopedagógico <strong>de</strong> cooperación entre compañeros y <strong>de</strong> reflexión sobre elpropio proceso <strong>de</strong> aprendizaje, o en la evaluación <strong>de</strong> su trayectoriaeducativa y <strong>de</strong>l funcionamiento general <strong>de</strong>l centro.2.2. La <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los profesoresLos profesores constituyen un referente básico para conseguir que los alumnoslleguen a ser ciudadanos responsables y participativos. Es necesario contar conequipos <strong>de</strong> profesores que se comprometan con el fomento <strong>de</strong> la <strong>participación</strong> y


esponsabilidad <strong>de</strong> los alumnos a distintos niveles. Así la educación para la<strong>participación</strong> ciudadana no <strong>de</strong>be ser, solo, una materia o área in<strong>de</strong>pendiente sinoejes que integren todas las asignaturas. Se pue<strong>de</strong>n enseñar día a día, a través <strong>de</strong> lapráctica educativa, en la interacción con los iguales, con los profesores, con suentorno, etc. Por eso todos los miembros integrantes <strong>de</strong>l claustro han <strong>de</strong> serconscientes <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> coordinación <strong>de</strong>l profesorado <strong>de</strong> distintas áreas yetapas en la consecución <strong>de</strong>l objetivo común. El reto <strong>de</strong>l profesorado es asumir unanueva función: han <strong>de</strong> ser guías <strong>de</strong> los niños, a los que escuchan y <strong>de</strong>ben mostrarlos caminos que han <strong>de</strong> seguir para dar solución a los posibles dilemas planteados.Han <strong>de</strong> propiciar escenarios y situaciones para que los alumnos se ayu<strong>de</strong>nmutuamente. Esta cooperación permitirá que aprendan a i<strong>de</strong>ntificar los problemas,reflexionar y participar en su solución.La <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los diversos sectores implicados en la educación escolar noinvalida la perspectiva profesional en tanto que supone una tarea técnica que implicaconocimientos y habilida<strong>de</strong>s específicas. Deberá realizarse <strong>de</strong> manera individual yen equipo, para dar coherencia a la acción educativa institucional. Es entoncescuando se convierte en garantía <strong>de</strong> calidad. Cuando se constate una divergenciaentre la planificación y la actuación se <strong>de</strong>berá analizar si es causada por laina<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> la primera o por las exigencias <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r situaciones imprevistas.La planificación individual y colectiva se presenta, por tanto, como un compromisoinstitucional por el que <strong>de</strong>berá velar el equipo directivo <strong>de</strong>l centro.2.3. La <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los padres-madresLos padres-madres son los responsables legales y morales <strong>de</strong> la educación <strong>de</strong> sushijos. La educación escolar no sustituye tal responsabilidad, <strong>de</strong> manera que la<strong>participación</strong> <strong>de</strong> los progenitores o <strong>de</strong> los tutores resulta absolutamente necesariapara el proceso educativo en coordinación con los centros escolares. Así seentien<strong>de</strong> entre los padres sensibilizados, tal como lo prueba la creciente <strong>de</strong>manda<strong>de</strong> <strong>participación</strong> efectiva en los sistemas educativos <strong>de</strong> los países más avanzados.Esto no oculta, sin embargo, la existencia <strong>de</strong> progenitores que creen haber cumplidosu responsabilidad educadora por el solo hecho <strong>de</strong> escolarizar a sus hijos. La<strong>participación</strong> <strong>de</strong> los padres-madres en el sistema educativo tiene también laperspectiva <strong>de</strong> lógica correspon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>mocrática, por cuanto son los usuarios


indirectos <strong>de</strong> la escuela y a<strong>de</strong>más se consi<strong>de</strong>ra directamente un factor <strong>de</strong> calidadpara el sistema.Será mediante las respectivas organizaciones o asociaciones como los padresmadrespodrán hacer sentir su voz colectiva en el sistema escolar, para lo cual<strong>de</strong>berán superar sus posibles contradicciones internas. En efecto, las asociaciones<strong>de</strong> padres-madres agrupan a profesionales diversos, sintetizan heterogéneos nivelesculturales y económicos, agrupan concepciones i<strong>de</strong>ológicas diferentes, lo cual lesconvierte en sí mismas en auténticas escuelas <strong>de</strong> pluralismo don<strong>de</strong> la <strong>participación</strong>pasa por el consenso interno.En cada centro escolar las asociaciones <strong>de</strong> padres-madres han <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r participar<strong>de</strong> manera institucional en todo cuanto no se refiera a la actividad estrictamenteprofesional <strong>de</strong> los docentes y restantes especialistas en educación. Comoagrupaciones <strong>de</strong> asociaciones han <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r incidir en el conjunto <strong>de</strong>l sistemaeducativo, mediante el diálogo con la administración y su intervención en losorganismos <strong>de</strong> asesoramiento correspondientes.En el tema <strong>de</strong> las metas más próximas <strong>de</strong> la educación escolar, aquéllas queafectan al centro escolar en razón <strong>de</strong>l contexto, la <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los padresmadresse concreta en la adhesión y evaluación, junto con los otros sectores, <strong>de</strong>lproyecto educativo <strong>de</strong>l centro en él que se <strong>de</strong>terminan el mo<strong>de</strong>lo educativo que elcentro preten<strong>de</strong> y las estrategias generales que afectan a todos los sectores paralograrlo. La materialización pedagógica <strong>de</strong>l mismo es la actividad propia <strong>de</strong> losprofesionales.La <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los padres en este campo ha <strong>de</strong> ser la garantía <strong>de</strong> lacontextualización a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> las enseñanzas escolares a la realidad y a lasnecesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l entorno. Luego, la revisión periódica y su puesta en prácticaconstituyen elementos básicos <strong>de</strong> la evaluación interna <strong>de</strong> los centros.Por otra parte, los padres a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su <strong>participación</strong> y la <strong>de</strong> sus hijos en el centro,han <strong>de</strong> fomentar también la <strong>participación</strong> <strong>de</strong> sus hijos en el ámbito familiar,generando un clima <strong>de</strong> escucha activa, <strong>de</strong> respeto a su nivel en las <strong>de</strong>cisiones que


les atañen, fomentando la responsabilidad en las tareas domésticas, en la toma <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones colectivas, etc. No olvi<strong>de</strong>mos que la familia es el primer contexto <strong>de</strong>aprendizaje y socialización <strong>de</strong> los niños. Como se viva la <strong>participación</strong> en la familia<strong>de</strong>terminará en gran parte las actitu<strong>de</strong>s y compromiso <strong>de</strong> <strong>participación</strong> en otrosámbitos.2.4. La <strong>participación</strong> <strong>de</strong> la Administración PúblicaCuando se hace referencia a la sociedad para <strong>de</strong>terminar las metas <strong>de</strong> la educaciónescolar en un contexto <strong>de</strong>mocrático, inevitablemente aparecen las autorida<strong>de</strong>spolíticas en tanto que representantes legítimos <strong>de</strong> la sociedad general. Serán talesautorida<strong>de</strong>s, por tanto, las que <strong>de</strong>terminarán las metas que se encomienda lograr ala educación, expresadas en las leyes generales correspondientes.2. Participación y calidad <strong>de</strong> la educaciónNo ha <strong>de</strong> sorpren<strong>de</strong>r que el binómio “educación–calidad” <strong>de</strong>spierte algunassuspicacias, dada la carga i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong>l término. Recor<strong>de</strong>mos que el concepto <strong>de</strong>calidad ha penetrado en el campo educativo proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l mundo económico,don<strong>de</strong> la competencia, la globalización y la progresiva exigencia <strong>de</strong> losconsumidores, ha forzado a que productos y servicios entren en un camino <strong>de</strong>evaluación y mejora permanente. Pero solo por sus orígenes no pue<strong>de</strong><strong>de</strong>scalificarse una propuesta <strong>de</strong> calidad, si bien, hay que tener en cuenta que laeducación que comparte criterios <strong>de</strong> exigencia con otros servicios sociales, no setrata <strong>de</strong> una actividad que haya <strong>de</strong> estar sometida únicamente a las normas <strong>de</strong>lmercado, ni a sus registros solo económicos, sino también y sobre todo a laexigencias personales y sociales. La calidad <strong>de</strong> la educación, por tanto, supera losestrictos planteamientos <strong>de</strong> eficacia y eficiencia, aunque los incluya, para abarcaraspectos como la equidad, la cohesión social, la libertad, etc.El concepto <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la educación, por ello, será siempre fuente <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate,cuando llega el momento <strong>de</strong> plasmarlo en disposiciones legales y en actuacionespedagógica. Se podrían especificar cuatro dimensiones básicas <strong>de</strong>l quehacereducativo <strong>de</strong> calidad:


3.<strong>1.</strong> Planificación <strong>de</strong> la acción pedagógica en función <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>sindividuales y sociales.La profesionalidad se caracteriza, entre otras notas, por actuar en razón <strong>de</strong> unaplanificación previa, opuesta a la simple improvisación o ensayo-error. Se pue<strong>de</strong>planificar cuando se poseen conocimientos científicos y técnicos, así como laexperiencia acumulada, referidos al ámbito <strong>de</strong> actuación y <strong>de</strong>l contexto en que sesitúa ese ámbito, Se planifica para resolver un problema <strong>de</strong> la realidad o paraconstruir una nueva realidad. En el caso <strong>de</strong> la educación escolar, las realida<strong>de</strong>s aconstruir son las que indican las finalida<strong>de</strong>s y objetivos <strong>de</strong>l currículum.Naturalmente, la planificación no eliminará totalmente la necesidad <strong>de</strong> improvisaciónante situaciones no previstas, las cuales aparecerán inevitablemente, dada lacomplejidad que caracteriza a la acción educativa.La primera cuestión a plantear es si correspon<strong>de</strong> a los profesionales la<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> tales realida<strong>de</strong>s, o bien si tal cosa es responsabilidad <strong>de</strong>l conjunto<strong>de</strong> la sociedad, como receptora y financiadora <strong>de</strong>l sistema educativo.Parece evi<strong>de</strong>nte que ninguna actividad que afecte al conjunto <strong>de</strong> la sociedad ha <strong>de</strong>ser patrimonio exclusivo <strong>de</strong> un grupo profesional, se trate <strong>de</strong> la educación, lasanidad, la economía, etc. Por todo ello, parece lógico <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r que ha <strong>de</strong> ser elconjunto <strong>de</strong> la sociedad quien <strong>de</strong>termine las metas últimas <strong>de</strong>l sistema educativo,puesto que en ellas se refleja el tipo <strong>de</strong> sociedad que se persigue. Las finalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>la educación escolar <strong>de</strong>berán ser el resultado <strong>de</strong> un consenso social, que impulsetodo lo que une en la búsqueda <strong>de</strong>l progreso colectivo. Pero también es evi<strong>de</strong>nteque sin el compromiso técnico y ético <strong>de</strong> los profesionales implicados no se podránlograr las metas propuestas. Luego será responsabilidad <strong>de</strong> los profesionales elestructurar estas metas en objetivos pedagógicos alcanzables en las diversasetapas y niveles, así como <strong>de</strong>terminar las estrategias y materiales que sean máspertinentes.


3.2. Actuación eficaz y eficiente <strong>de</strong> los profesionales <strong>de</strong> la educación.La planificación sola no resuelve ni sustituye la aplicación, la actividad directa sobreel grupo-clase, <strong>de</strong> la misma manera que un proyecto no levanta un edificio. Aquíentramos en las habilida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong> los profesionales <strong>de</strong> la educación, en el“saber hacer”, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l saber, y que incluyen dimensiones <strong>de</strong> la profesionalidadcomo las actitu<strong>de</strong>s y el compromiso <strong>de</strong>ontológico. La calidad <strong>de</strong> la acción educativaescolar implica proporcionar experiencias <strong>de</strong> aprendizaje que logren los objetivos <strong>de</strong>la planificación, sin excluir, como ya se ha comentado, la modificación <strong>de</strong>l planprevisto y la improvisación, si fuera necesario. Por consiguiente, correspon<strong>de</strong>rá alprofesorado el papel prepon<strong>de</strong>rante en este terreno <strong>de</strong> la acción. Eso implicaautonomía y libertad <strong>de</strong> acción.Hablar <strong>de</strong> autonomía <strong>de</strong> acción profesional parece remitirnos a la tradición <strong>de</strong> lasprofesiones liberales, más que a las asalariadas, cuando el profesorado se sitúa enestas últimas. Sin embargo, existe un consenso general sobre la necesidad <strong>de</strong>autonomía <strong>de</strong> acción en la actividad docente, hasta el punto que llega a serlegalmente reconocida bajo el principio <strong>de</strong> la “libertad <strong>de</strong> cátedra”.Pero la autonomía no es una simple cuestión legal, sino también una exigencia <strong>de</strong> lanaturaleza misma <strong>de</strong>l la actuación pedagógica. Sencillamente no existe una únicanormativa técnica para resolver los problemas educativos y el profesional <strong>de</strong>beráoptar y <strong>de</strong>cidir sobre las estrategias más pertinentes que cabe aplicar a cada caso.Bien es verdad que la autonomía profesional tiene sus limitaciones: ha <strong>de</strong> sercompatible con la <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los restantes miembros <strong>de</strong> la comunida<strong>de</strong>ducativa y también ha <strong>de</strong> ser congruente con los conocimientos vigentes en elmismo gremio profesional. Esto significa que no pue<strong>de</strong> ir contra los fines generalesacordados para la educación, tanto en el contexto social como en el marcoinstitucional, ni tampoco justificará la improvisación sistemática o la aplicación <strong>de</strong>estrategias superadas por los avances técnico-científicos. La autonomía personalqueda así situada en el marco <strong>de</strong>l trabajo en colaboración que exige la educaciónescolar.¿Qué papel correspon<strong>de</strong> al alumnado en este apartado? El alumno no es simple


eceptor <strong>de</strong>l proceso educativo sino actor principal <strong>de</strong>l mismo. Fomentar esta<strong>participación</strong> y compromiso activo en este nivel <strong>de</strong> la ejecución será uno <strong>de</strong> losobjetivos <strong>de</strong> la función docente eficaz.Por lo que respecta a los padres-madres, su <strong>participación</strong> ha <strong>de</strong> consistir en facilitarla actividad pedagógica escolar, proporcionando el soporte necesario para que losresultados sean fruto <strong>de</strong> la coordinación y <strong>de</strong> la coherencia <strong>de</strong> las accioneseducativas <strong>de</strong> la escuela y <strong>de</strong> la familia. Des<strong>de</strong> esta perspectiva, po<strong>de</strong>mos señalarque la <strong>participación</strong> <strong>de</strong> la familia ha <strong>de</strong> ser contemplada en la misma planificación <strong>de</strong>la acción pedagógica.Pero también es preciso contemplar una perspectiva estrictamente personal, cuandolos padres-madres actúan en razón <strong>de</strong> circunstancias concretas que afectan a sushijos. Mantener un contacto periódico con los tutores, solicitar explicaciones respectolas calificaciones escolares, preten<strong>de</strong>r coordinación con la escuela para superardificulta<strong>de</strong>s concretas, <strong>de</strong>cidir sobre posibles opciones, etc. son ejemplos concretos<strong>de</strong> esta <strong>participación</strong> individual, tan necesaria para la atención personalizada <strong>de</strong> losalumnos.En este mismo terreno <strong>de</strong> la actividad pedagógica <strong>de</strong>l centro escolar tiene tambiéncabida la <strong>participación</strong> <strong>de</strong>l personal administrativo y <strong>de</strong> servicios, como encargado<strong>de</strong> proporcionar el correspondiente soporte administrativo, velar por elmantenimiento <strong>de</strong> las instalaciones y <strong>de</strong> los recursos didácticos y ser responsable <strong>de</strong>la gestión económica. La necesidad <strong>de</strong> ser tenidos en cuenta en los proyectoseducativos generales <strong>de</strong> los centros, para así colaborar con el resto <strong>de</strong> los miembros<strong>de</strong> la comunidad escolar, es obvia.Finalmente, y respecto a la administración educativa se pue<strong>de</strong> afirmar que cuantomayor sea su presencia en los centros y en el conjunto <strong>de</strong>l sistema educativo, menorserá el grado <strong>de</strong> <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los restantes sectores, que son los actores y<strong>de</strong>stinatarios directos <strong>de</strong> la educación. La administración aparece entonces comoresponsable <strong>de</strong> todo, foco <strong>de</strong> la crítica y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda permanente <strong>de</strong> los restantessectores, que ven así eludidas sus propias responsabilida<strong>de</strong>s.


La madurez <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> una sociedad <strong>de</strong>berá encontrar el punto <strong>de</strong> equilibrioentre la autonomía necesaria para el funcionamiento <strong>de</strong> los centros escolares y laresponsabilidad irrenunciable <strong>de</strong> reglamentación general <strong>de</strong>l sistema, quecorrespon<strong>de</strong> a la autoridad política representada por la administración.En cualquier caso, lo que sí correspon<strong>de</strong> a la administración <strong>de</strong> manera ineludibleserá el proporcionar a la red <strong>de</strong> centros públicos los recursos necesarios para llevara cabo la práctica pedagógica en condiciones mínimas <strong>de</strong> eficacia. Y en esta mismalínea, sin excluir la responsabilidad que correspon<strong>de</strong> a los propios profesionales,también tendrá responsabilidad en la formación permanente <strong>de</strong>l profesorado, con elfin <strong>de</strong> actualizar y mejorar la práctica pedagógica.3.3. Evaluación y optimización <strong>de</strong> los resultadosLa evaluación <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong>l sistema, se <strong>de</strong>berá enten<strong>de</strong>r en sentido amplio,abarcando así todos los elementos que lo integran: procesos y productos, perotambién recursos y estructuras.Des<strong>de</strong> esta perspectiva, la evaluación también es consi<strong>de</strong>rada como una <strong>de</strong> lasactivida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> responsabilidad preferente por parte <strong>de</strong> los profesionales <strong>de</strong> laeducación. No hay actuación tecnificada ni sistémica sin evaluación, porque es biensabido que gracias a la evaluación se introduce control y “feed-back” al sistema.Si generalizamos este principio al conjunto <strong>de</strong>l sistema social, advertiremos que unasociedad <strong>de</strong>mocrática se caracteriza porque nadie está exento <strong>de</strong> tener que darexplicaciones <strong>de</strong> sus acciones, siempre que éstas tengan consecuencias para elresto <strong>de</strong> la comunidad. Por ello la <strong>de</strong>mocracia aparece también vinculada alconcepto <strong>de</strong> “control” social, que afecta a todos y a cada uno <strong>de</strong> sus miembros, ycon mayor motivo a los grupos profesionales.Situados en el caso <strong>de</strong> los profesionales <strong>de</strong> la educación, hay un primer nivel <strong>de</strong>control que correspon<strong>de</strong> al propio profesional, que ha <strong>de</strong> ejercer <strong>de</strong> manerapermanente la autoevaluación para mejorar su actividad. Luego vendría el control<strong>de</strong>l colectivo profesional, a cargo <strong>de</strong> los directivos <strong>de</strong> los centros y <strong>de</strong> lasasociaciones y colegios profesionales. Finalmente, <strong>de</strong>berá haber un control externo


a cargo <strong>de</strong> los usuarios y las autorida<strong>de</strong>s sociales, que son la garantía última <strong>de</strong>calidad y <strong>de</strong> legalidad.Existe una corriente mundial favorable a la evaluación <strong>de</strong> los centros escolares, peroen algunos casos se ha confundido la <strong>de</strong>mocracia con la falta absoluta <strong>de</strong> control,especialmente el referido a procesos y resultados. Sin embargo, resulta clara sunecesidad y coherencia con la <strong>de</strong>mocracia misma. La cuestión a <strong>de</strong>terminar es elmodo <strong>de</strong> llevar a cabo tal evaluación y la finalidad última <strong>de</strong> la misma, que no<strong>de</strong>biera ser otra que la <strong>de</strong> posibilitar la mejora mediante los diagnósticos pertinentes.Nadie duda <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> evaluar el sistema educativo, pero se temen lasconsecuencias que ello pueda acarrear, especialmente para los más débiles, por ellose pi<strong>de</strong> que la evaluación vaya siempre ligada a un programa <strong>de</strong> soporte y <strong>de</strong> ayudaal profesorado y a los centros que lo precisen. Con todo se abre camino <strong>de</strong> maneraprogresiva la <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los países en evaluaciones internacionales – elproyecto PISA es emblemático al respecto – que, si bien no evalúan más queaspectos parciales <strong>de</strong> los aprendizajes, en la práctica se convierten en evaluaciones<strong>de</strong> los respectivos sistemas educativos.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong> carácter técnico, que solamente pue<strong>de</strong> ser llevada acabo por profesionales calificados, hay otras dimensiones <strong>de</strong> la evaluación que<strong>de</strong>mandan <strong>de</strong> la <strong>participación</strong> <strong>de</strong> los receptores directos e indirectos <strong>de</strong> la educaciónescolar. Así el alumnado tiene un papel en el control inmediato <strong>de</strong> los resultadoseducativos, en tanto que <strong>de</strong>stinatarios directos <strong>de</strong>l sistema, y también los padres y lacomunidad próxima tienen algo que <strong>de</strong>cir respecto los resultados mediatos. Dicho <strong>de</strong>otro modo: quienes fijan las finalida<strong>de</strong>s generales <strong>de</strong> la educación escolarlógicamente han <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r verificar en qué medida se consiguen.3.4. Orientación pedagógica y personalLa orientación forma parte <strong>de</strong> las responsabilida<strong>de</strong>s profesionales <strong>de</strong> los docentesespecialmente en su perspectiva vinculada con el aprendizaje escolar. Pero cuandose penetra más en el terreno personal, que incluiría las perspectivas profesionales y<strong>de</strong> orientación general <strong>de</strong>l futuro <strong>de</strong> los sujetos, la orientación proporcionada por elprofesorado toma un cariz <strong>de</strong> consejo o sugerencia y no <strong>de</strong> prescripción normativa.Por eso mismo resulta imprescindible la información justificada a las familias y a los


propios sujetos educandos. La toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, sin embargo, correspon<strong>de</strong>rá alos mismos alumnos y sus padres. Por ejemplo en e la opcionalidad <strong>de</strong> las materias,en la realización <strong>de</strong> posibles activida<strong>de</strong>s extraescolares, aplicación <strong>de</strong> soportesexternos para subsanar dificulta<strong>de</strong>s en el aprendizaje o problemas personales, etc.En un segundo ámbito estaría la orientación que hace referencia al futuro profesional<strong>de</strong> los alumnos, concretado en las opciones <strong>de</strong> estudio y <strong>de</strong> especialización tras laescolaridad obligatoria, don<strong>de</strong> las informaciones y sugerencias proporcionadas porlos tutores escolares, conocedores <strong>de</strong> las características <strong>de</strong> los alumnos y <strong>de</strong> otroselementos que inci<strong>de</strong>n sobre el campo profesional, les resultará <strong>de</strong> gran ayuda. La<strong>de</strong>cisión final <strong>de</strong> los implicados y sus familias no se ha <strong>de</strong> ver en ningún momentocoaccionadas. Finalmente, podríamos situar la opción respecto a las creenciasreligiosas que, si no se ha optado previamente por un centro confesional, la libertad<strong>de</strong> elección correspon<strong>de</strong> a los alumnos y sus familias4. A modo <strong>de</strong> conclusión: ¿Crisis en la <strong>participación</strong>?Son muchos los observadores sociales que <strong>de</strong>stacan la vivencia <strong>de</strong> un período <strong>de</strong><strong>de</strong>sencanto, <strong>de</strong> falta <strong>de</strong> interés por la <strong>participación</strong> en los diversos ámbitos <strong>de</strong> la vidacomunitaria. Las causas se pue<strong>de</strong>n buscar tanto en la prepon<strong>de</strong>rancia actual <strong>de</strong> lai<strong>de</strong>ología neoliberal, marcadamente individualista, como en la sobredimensiónrepresentativa que se ha otorgado a las organizaciones más estrictamente laboralesy políticas, en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> otros movimientos menos estructurados yreivindicativos que en los últimos años han estallado en forma <strong>de</strong> confrontación conel sistema establecido, <strong>de</strong>l tipo que sea. El caso <strong>de</strong> la educación tales movimientoscontestatarios no existen prácticamente, pero pue<strong>de</strong> ser paradigmática lacomparación <strong>de</strong>l peso que realmente tienen en las <strong>de</strong>cisiones generales yespecíficas <strong>de</strong> los centros las asociaciones <strong>de</strong> padres-madres, respecto a lossindicatos y asociaciones docentes o las organizaciones patronales <strong>de</strong> centrosprivados.No se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocer que la colaboración entre padres/madres y docentespresenta dificulta<strong>de</strong>s que será preciso superar. Se suele señalar que los docentestienen dificulta<strong>de</strong>s para conocer bien a todos los alumnos y sus familias, que ellos sepreocupan <strong>de</strong> todos sus alumnos mientras que las familias sólo se preocupan <strong>de</strong> sus


hijos, que los docentes necesitan <strong>de</strong> un cierto distanciamiento respecto a las familiaspara garantizar su imagen profesional, que mentalmente se sienten alejados <strong>de</strong> lasfamilias <strong>de</strong> nivel social bajo y también <strong>de</strong> las <strong>de</strong> nivel social muy alto, etc.; <strong>de</strong> lospadres/madres se dirá que solamente piensan en la escuela cuando surgendificulta<strong>de</strong>s, que pi<strong>de</strong>n <strong>de</strong>masiado a los docentes, haciéndolos responsables <strong>de</strong> losproblemas escolares <strong>de</strong> sus hijos, que sistemáticamente se ponen al lado <strong>de</strong> sushijos menospreciando la autoridad <strong>de</strong> los docentes, etc. Pero todas las dificulta<strong>de</strong>sque se puedan citar no eliminan la necesidad <strong>de</strong> la colaboración familia – escuela.Y tampoco hay que olvidar la inci<strong>de</strong>ncia negativa que tiene sobre la <strong>participación</strong>social una excesiva normatividad por parte <strong>de</strong> la administración, que <strong>de</strong>ja entoncesmuy poco margen a la iniciativa <strong>de</strong> los centros escolares y <strong>de</strong> sus agentes.Incentivar la <strong>participación</strong> se presenta como un primer requisito para reforzar laactuación <strong>de</strong> los padres-madres aún advirtiendo que se trata <strong>de</strong> una situación difícil<strong>de</strong> modificar, puesto que supone romper la ten<strong>de</strong>ncia a la inhibición que tienenmuchos progenitores respecto la educación escolar, a menos que se trate <strong>de</strong>asuntos que afectan directamente a sus hijos. Todo ello sin olvidar que en el procesomismo <strong>de</strong> la <strong>participación</strong> intervienen directamente factores <strong>de</strong> tipo socio-económicoque pue<strong>de</strong>n suponer una limitación importante para la <strong>participación</strong>, como ocurrecon las familias <strong>de</strong> bajo nivel cultural y <strong>de</strong> manera especial con las familiasinmigrantes proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> culturas don<strong>de</strong> no existe ninguna tradición <strong>de</strong><strong>participación</strong> directa en las escuelas por parte <strong>de</strong> las familias.El peligro también pue<strong>de</strong> venir en otra dirección. A menudo se suele sostener en elsector privado que los padres no participan porque han <strong>de</strong>positado su total confianzaen el centro elegido. Si pier<strong>de</strong>n esa confianza les basta con cambiar <strong>de</strong> centro. Talargumentación resulta sumamente débil. Primero porque la <strong>participación</strong> es un<strong>de</strong>recho <strong>de</strong>mocrático básico, que también se convierte en <strong>de</strong>ber cuando se trata <strong>de</strong>instituciones sociales cuyas consecuencias rebasan el ámbito personal. En segundolugar porque implica colaboración y control, con lo cual se potencian los recursos ylas acciones pedagógicas <strong>de</strong>l centro escolar al tiempo que se vela para elmantenimiento <strong>de</strong> la calidad.En la educación hoy, al igual que hace años, se subraya varias crisis: número <strong>de</strong>


alumnos, <strong>de</strong> crisis financiera, <strong>de</strong> crisis <strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> planes <strong>de</strong> estudios, crisis<strong>de</strong> priorida<strong>de</strong>s, etc. Pero en el fondo <strong>de</strong> todas estas crisis puntuales, subyace unacrisis más profunda y global: es la crisis <strong>de</strong> gestión, en la que los responsables <strong>de</strong> laadministración educativa, en todos sus niveles <strong>de</strong> intervención, han <strong>de</strong> <strong>de</strong>finirclaramente sus posiciones, pues, si hay un ámbito <strong>de</strong> responsabilidad compartido,también hay un conjunto <strong>de</strong> exigencias diferenciadas.La educación es potenciadora <strong>de</strong> la movilidad social, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo personal, <strong>de</strong> lapromoción social y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo científico-tecnológico; potencia ciertas esperanzascolectivas y es, por lo tanto, un servicio <strong>de</strong> incuestionable valor que, y en la mismamedida en que se fue consolidando la llamada “sociedad <strong>de</strong> la información”,incrementó su valor como institución <strong>de</strong> inversión en capital humano en el que hayque garantizar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> <strong>participación</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralización y<strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización.El problema <strong>de</strong> hoy no es tanto la posibilidad real <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> educación, como ladistribución real <strong>de</strong> recursos que garantizan la oportunidad <strong>de</strong> lograr calidad paramuchos, en el sentido más básico <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong> la educación. Y comotodos sabemos, cuando estamos en el terreno <strong>de</strong> garantizar las oportunida<strong>de</strong>s, esimposible no entrar en el área <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión política. En nuestra opinión esto exige:• Enten<strong>de</strong>r la <strong>participación</strong> como un ejercicio <strong>de</strong> educación en valoresconstruido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la dignidad, la libertad, la igualdad, la i<strong>de</strong>ntidad yel respeto al <strong>de</strong>sarrollo• Favorecer la <strong>participación</strong> y el reconocimiento <strong>de</strong>l otro como unmodo <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> la responsabilidad social, <strong>de</strong> la solidaridad y<strong>de</strong> la ejercitación <strong>de</strong> la tolerancia, con fundamento en actitu<strong>de</strong>s<strong>de</strong>mocráticas construidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la autonomía, la responsabilidad, lajusticia, la i<strong>de</strong>ntidad, la inclusión y la cooperación• Propiciar la <strong>de</strong>mocratización como ejercicio <strong>de</strong> educación para lacomprensión <strong>de</strong> las claves <strong>de</strong> funcionamiento <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>scomplejas, abiertas y pluralistas, que reclaman cada vez más


idoneidad sociocultural, oportunidad organizativa y coherenciai<strong>de</strong>ológico-institucional en las instituciones pedagógicas con objeto<strong>de</strong> que puedan hacer compatible en su función la libertad, la calidady la equidad• Reconocer la <strong>participación</strong> como un ejercicio compatible con laexcelencia, el li<strong>de</strong>razgo, la relación <strong>de</strong> autoridad y el ejercicio libre<strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión, que se manifiesta <strong>de</strong> modo distinto según hablemos<strong>de</strong> <strong>participación</strong> a nivel <strong>de</strong> recoger información, a nivel <strong>de</strong> ejecución<strong>de</strong> lo <strong>de</strong>cidido y a nivel <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisionesEn resumen, podríamos afirmar que transparencia e información hacen posible lamutua confianza entre la familia y la escuela y estas son las bases <strong>de</strong> lacolaboración. Una colaboración que no pue<strong>de</strong> ser la tradicional silenciosa porque nosirve para los tiempos <strong>de</strong> cambio que vivimos. Los padres han <strong>de</strong> superar laten<strong>de</strong>ncia a ver la escuela <strong>de</strong> sus hijos con los mismos ojos con que vivieron la suyaporque los tiempos son otros y la escuela está cambiado profundamente, tanto en sucomposición – confluencia <strong>de</strong> culturas – como en su manera <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r. Y losdocentes tampoco pue<strong>de</strong>n añorar tiempos pasados cuando a la escuela solamenteiban los más seleccionados y todo el entorno era coherente y reforzador <strong>de</strong> laspropuestas educativas escolares. Hoy profesorado y familias se necesitanmutuamente para hacer avanzar una propuesta educativa que en muchos casos<strong>de</strong>berá ir contracorriente <strong>de</strong>l mundo que nos ro<strong>de</strong>a.5. Bibliografia para profundizarDELORS, J. y otros (1996). La educación encierra un tesoro. Madrid, Unesco.DEWEY, J. (1971) Democracia y Educación. Buenos Aires, LosadaLUHMAN, N. (1983). Fin y racionalidad <strong>de</strong> los sistemas. Madrid, Editora Nacional.MEDINA, R. (1988) Estructura y naturaleza <strong>de</strong> la <strong>participación</strong> educativa. Revista Española <strong>de</strong>Pedagogía (181)SACRISTÁN, D. y MURGA, Mª A. (1994). Educación, <strong>de</strong>mocracia y cultura participativa.Madrid, UNED.SARRAMONA, J. (2002). La <strong>participación</strong> como factor <strong>de</strong> calidad en la educación. IVJornadas <strong>de</strong>l Consejo Escolar <strong>de</strong> Navarra con los Consejos Escolares <strong>de</strong> Centro.Pamplona, Consejo Escolar <strong>de</strong> Navarra, 19-33.SARRAMONA, J. (1993). Cómo enten<strong>de</strong>r y aplicar la <strong>de</strong>mocracia en la escuela, Barcelona,


Ceac.SEGOVIA, J. (1986). Participación en la educación: vivencia <strong>de</strong>mocràtica. Reforma educativa y<strong>participación</strong> estudiantil. Madrid, Ministerio <strong>de</strong> Cultura, Instituto <strong>de</strong> la Juventud.TOURIÑÁN, J. M. (1998). La lógica <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión en la racionalización <strong>de</strong> la ofertauniversitaria. Análisis <strong>de</strong> una propuesta. Aula abierta (71) pp.33-70.TOURIÑÁN, J. M. (Dir.) (2008). Educación en valores, sociedad civil y <strong>de</strong>sarrollo cívico. LaCoruña, Netbiblo.WILSON, J. D. (1992). Cómo valorar la calidad <strong>de</strong> la enseñanza. Madrid, Paidós/MEC.

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