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05 Tupinambis - Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable

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Proyecto <strong>Tupinambis</strong>Una propuesta para el manejo <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong>rufescens yT. merianaeen la ArgentinaGustavo Marcelo PoriniResumenEn la Argentina los pobladores criollos e indígenas cazan las dos especies <strong>de</strong> Tupinmabis (T. rufescens –iguana o lagartocolorado– y T. merianae –iguana o lagarto overo–) para la explotación <strong>de</strong>l cuero y también para alimentación yutilización <strong>de</strong> la grasa con fines medicinales. El cuero se curte en el país y se exporta para la confección <strong>de</strong> una variedad<strong>de</strong> productos. En décadas pasadas esta actividad se transformó en la principal fuente <strong>de</strong> ingreso para muchos pobladoreslocales y, a pesar <strong>de</strong> la merma comercial que tuvo la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> cueros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> principios <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>1990, en la actualidad sigue siendo una <strong>de</strong> las pocas alternativas económicas para muchos pobladores. El Plan <strong>de</strong> Manejo<strong>de</strong> Tupinmabis consta <strong>de</strong> varios componentes interrelacionados: a) se establecieron medidas administrativo-restrictivaspara regular el uso a escala regional, como un tamaño mínimo <strong>de</strong> los cueros <strong>de</strong> 24 cm <strong>de</strong> ancho y un cupoanual <strong>de</strong> extracción/exportación <strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> cueros; b) se realizan monitoreos poblacionales indirectos en formaperiódica, basados en mediciones <strong>de</strong> los cueros en las ca<strong>de</strong>nas intermedias <strong>de</strong> acopio, en toda el área <strong>de</strong> distribución<strong>de</strong> las especies; c) se implementó un programa <strong>de</strong> uso sustentable con pobladores locales, en áreas importantes socialy ambientalmente, consensuado con cazadores, dueños <strong>de</strong> las tierras y compradores <strong>de</strong> cueros, que se basa enque la adquisición <strong>de</strong> los cueros se realice en forma directa al cazador a un mejor precio que en las áreas que no estánintegradas a esta modalidad; entonces a través <strong>de</strong> incentivos económicos se proponen alternativas más amigables<strong>de</strong> control y <strong>de</strong> conservación ambiental, y d) se realiza el apoyo directo, con fondos <strong>de</strong>l programa, para la implementacióno mantenimiento <strong>de</strong> áreas naturales protegidas.Palabras clave: manejo, <strong>Tupinambis</strong> spp., lagarto overo, lagarto colorado, monitoreo, pobladores locales, hábitat.<strong>Tupinambis</strong> ProjectA proposal for management of <strong>Tupinambis</strong> rufescens and T. merianae in Argentina.AbstractNative people and Indians in Argentina hunt the two species of the genera <strong>Tupinambis</strong> (T. rufescens –Red tegu–and T. merianae –Black and White tegu–) for skins and for subsistence, and they also make use of fat for medicinalpurposes. Skins are tanned in the country and then exported for the manufacture of a variety of products. Thisactivity turned out to be one of the principal income sources for many local people during past <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>s. Despitethe commercial reduction in skin <strong>de</strong>mand since the beginning of the 90´s, at present this activity is still one ofthe few economic alternatives for many people. The current management plan for Tupinmabis consists of variousinterconnected features: a) at a regional scale, restrictive measures were implemented; only skins of a minimumof 24 cm wi<strong>de</strong> are allowed for commercialization and an annual quota of one million skins has been establishedfor extraction and export; b) indirect population monitoring is carried out on a periodic fashion in the whole rangeof the distribution of both species, based on skin measurements at intermediate stockpile stages;65


G. Porini - Proyecto <strong>Tupinambis</strong>El inicio <strong>de</strong> la caza <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong> coinci<strong>de</strong> con elcomienzo <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> los lagartos en septiembrey continúa hasta marzo, cuando es mínima.La cacería se suele realizar por sen<strong>de</strong>ros o claros,don<strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> captura se incrementaal aumentar la longitud <strong>de</strong>l recorrido. La captura selleva a cabo luego <strong>de</strong> la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> los ejemplarescon la ayuda <strong>de</strong> perros y su seguimiento hasta lascuevas o huecos don<strong>de</strong> las iguanas suelen escon<strong>de</strong>rseal verse perseguidas. El cazador cava un hoyopara extraer el animal, lo mata en el lugar, y lotransporta hasta su morada para procesar el material–cuereado y eviscerado–.La capturabilidad suele ser baja –<strong>de</strong> 0 a 3 ejemplarespor día, por cazador (obs. pers.)–, ya que solamenteuna pequeña proporción <strong>de</strong> la población seencuentra activa simultáneamente (menos <strong>de</strong>l 12%en diciembre, el mes <strong>de</strong> mayor actividad –Chani,1990; Fitzgerald, 1990–) y, por lo tanto, plausible<strong>de</strong> captura. También las capturas varían según lascondiciones climáticas. Es bien conocido por los pobladoresque las iguanas salen principalmente <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> las lluvias y cuando las temperaturas sonelevadas.Para la población rural, la caza <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong> contribuyesignificativamente a la economía familiar.Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> las familias que cazaniguanas consume la carne o la utiliza como alimentopara sus perros <strong>de</strong> caza. La grasa <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong>es muy apreciada por sus usos medicinales (Pessina,1986; 1987; 1992; Gordillo y Porini 2001). El sistema<strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong> es informal, y secaracteriza por un gran número <strong>de</strong> cazadores ocasionalesy pocos profesionales que se <strong>de</strong>dican exclusivamentea su caza. Se calcula que en el Paraguay,el cazador típico ven<strong>de</strong> un promedio <strong>de</strong> 15 cueros/año (Norman, 1987). En la Argentina varía según lazona y la situación socioeconómica, pudiendo llegara cientos <strong>de</strong> cueros por temporada por cazador.La cantidad <strong>de</strong> personas que se beneficia directamente<strong>de</strong> la caza <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong> es difícil <strong>de</strong> calcular,pero aún estimaciones crudas con una cosechaanual baja <strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 500.000 cueros (vermás a<strong>de</strong>lante) y un promedio <strong>de</strong> 70 cueros por temporadapor cazador (Donadío, 1990 y Porini, obs.pers.) <strong>de</strong>muestran que más <strong>de</strong> 7.000 personas estáninvolucradas en la caza. En el sistema tradicional<strong>de</strong> comercialización <strong>de</strong> cueros <strong>de</strong> iguana en laArgentina, la gran mayoría <strong>de</strong> estos pasan por variosniveles <strong>de</strong> intermediarios antes <strong>de</strong> llegar a lascurtiembres, don<strong>de</strong> son curtidos y preparados parala exportación.Cazador con cueros <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong> rufescens en laprovincia <strong>de</strong>l Chaco. (Foto: Gustavo Porini).Bajo esta modalidad, el precio <strong>de</strong> los cueros se establece<strong>de</strong> acuerdo con una escala comercial relacionadacon su tamaño: los cueros crudos <strong>de</strong> más<strong>de</strong> 30 cm <strong>de</strong> ancho son la referencia para el preciobase. Por los cueros <strong>de</strong> 25 a 30 cm se paga la mitad<strong>de</strong>l precio base y para los menores, entre 20 y25 cm (ahora <strong>de</strong> 24 a 25 cm –ver más a<strong>de</strong>lante–)una cuarta parte. El precio <strong>de</strong> los cueros con orificioso dañados se ubica en una categoría inferior ala que pertenecería si estuviera entero.Plan <strong>de</strong> manejoEn 1988, fue creada la Comisión <strong>Tupinambis</strong>, quereúne a los directores <strong>de</strong> fauna nacional y provinciales,empresarios y científicos. A través <strong>de</strong> ella sebusca llegar a acuerdos con el fin <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nar el comercio<strong>de</strong> cueros, estableciendo tasas o impuestosuniformes, cupos y <strong>de</strong>más aspectos administrativosy técnicos, es <strong>de</strong>cir, un manejo unificado <strong>de</strong>l comercio<strong>de</strong> estas especies en el país. Des<strong>de</strong> el comienzo,67


Manejo <strong>de</strong> Fauna Silvestre en la Argentina. Programas <strong>de</strong> uso sustentablefue acompañada por una serie <strong>de</strong> estudios básicos<strong>de</strong> la especie (ver Fitzgerald et al., 1991). Se continúa,entonces, el Proyecto <strong>Tupinambis</strong> que generauna serie <strong>de</strong> medidas administrativas <strong>de</strong> carácterprecautorio, algunas <strong>de</strong> las cuales se han <strong>de</strong>scartadopor su falta <strong>de</strong> operatividad y/o control práctico.En general, las medidas actuales constituyen instrumentos<strong>de</strong> restricciones al uso <strong>de</strong>l recurso, relacionadascon la captura y comercialización, y afectandirecta o indirectamente a las poblaciones naturales<strong>de</strong> ambas especies.El plan <strong>de</strong> manejo actual para las iguanas <strong>de</strong> la Argentinaconsta <strong>de</strong> varios componentes interrelacionados,don<strong>de</strong>:se ajustan las pautas para el “sistema tradicional”<strong>de</strong> comercialización;se continúan los estudios y monitoreos poblaciones<strong>de</strong> ambas especies;se incorpora una nueva modalidad <strong>de</strong> uso –verPrograma <strong>de</strong> Uso <strong>Sustentable</strong> local– en áreasseleccionadas, que sustituye el mo<strong>de</strong>lo tradicional,y se incorpora un componente directo <strong>de</strong> conservación<strong>de</strong> los hábitats.1- Medidas administrativas <strong>de</strong> conservaciónA escala nacional se establecieron medidas o pautasque <strong>de</strong>ben cumplir los diferentes actores involucradosen la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> comercialización <strong>de</strong> los cueros<strong>de</strong> iguana y los organismos gubernamentalesvinculados con el manejo y control. Entre las medidasse cuenta con:(a) Establecimiento <strong>de</strong> un cupo máximo <strong>de</strong> exportación.De esta forma se limita la extracción preventiva<strong>de</strong> mayores cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ejemplares según lo<strong>de</strong>terminen las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l mercado. En 1993,se estableció un cupo máximo <strong>de</strong> exportación <strong>de</strong>un millón <strong>de</strong> cueros. Esta cantidad estuvo relacionadacon la media histórica <strong>de</strong> 1,5 millones <strong>de</strong> cueros<strong>de</strong> los 10 años anteriores y con un planteo conservativoy precautorio. Los cupos <strong>de</strong> exportación, enprimera instancia, fueron distribuidos por empresaen forma proporcional a su historia <strong>de</strong> exportación,pero <strong>de</strong>spués, <strong>de</strong>bido a la baja <strong>de</strong>manda, se establecióun sistema menos regulado que permitía alas empresas exportar según sus posibilida<strong>de</strong>s comerciales(Resoluciones 516/93, 216/96 y1437/00). Por otra parte, a través <strong>de</strong> la Comisión<strong>Tupinambis</strong> se logra que la sumatoria <strong>de</strong> los cuposprovinciales coincida con el tope máximo <strong>de</strong> exportación,evitando así que las capturas superen el cupoestablecido.(b) Unificación <strong>de</strong> aforos (impuestos y tasas provinciales).Esta medida, consensuada entre las provinciasa través <strong>de</strong> la Comisión <strong>Tupinambis</strong>, tien<strong>de</strong> aevitar el traslado <strong>de</strong> cueros y certificación fuera <strong>de</strong>la jurisdicción <strong>de</strong> caza en busca <strong>de</strong> beneficios económicos.(c) Establecimiento <strong>de</strong> temporada <strong>de</strong> caza unificada.Se fijó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diciembre a marzo para todas lasprovincias. Se limita la caza <strong>de</strong> ejemplares solamentea este período, a fin <strong>de</strong> concentrar la captura <strong>de</strong>ejemplares y brindarles alguna protección en épocaprerreproductiva. Con respecto a la temporada<strong>de</strong> caza, esta restricción es difícil <strong>de</strong> implementaren términos prácticos. Los cazadores intentan capturarlas iguanas <strong>de</strong> mayor tamaño apenas salen <strong>de</strong>su hibernación –que generalmente son los machos–<strong>de</strong> manera <strong>de</strong> obtener un mayor beneficio.(d) Límite <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong> los cueros. El crecimientopoblacional <strong>de</strong> estas especies es muy sensible al reclutamiento<strong>de</strong> juveniles y subadultos. Mientras lasupervivencia <strong>de</strong> adultos se mantenga por encima<strong>de</strong> un valor umbral (threshold), cambios pequeñosen la supervivencia <strong>de</strong> juveniles y subadultos resultanen cambios muy importantes en la tasa <strong>de</strong> crecimientopoblacional. Por ello, una <strong>de</strong> las medidasadministrativas más importantes que se implementóa partir <strong>de</strong>l año 1990 fue la restricción <strong>de</strong>l tamañocomercial <strong>de</strong>l cuero. Se estableció un mínimo <strong>de</strong>24 cm <strong>de</strong> ancho <strong>de</strong>l cuero en estado crudo y 20 cmcuando se encuentra curtido. La diferencia entre eltamaño <strong>de</strong> los cueros se <strong>de</strong>be al estiramiento al queson sometidos cuando están crudos y a su posteriorreducción cuando se los curte. Este aumento en eltamaño permitido <strong>de</strong>rivó en una menor cantidad<strong>de</strong> ejemplares juveniles en las capturas (que a suvez representan escaso rendimiento económico), locual condujo tanto a una optimización <strong>de</strong> la cazacomo a un aumento <strong>de</strong> la supervivencia en estasclases etáreas. Tal restricción está ampliamente divulgaday aplicada en las comunida<strong>de</strong>s locales (Gordilloy Porini, 2001; ver Programa <strong>de</strong> Uso <strong>Sustentable</strong>local), y la difusión se realizó a través <strong>de</strong> un programa<strong>de</strong> educación ambiental dirigido a los cazadorespor medio <strong>de</strong> las radios locales, a partir <strong>de</strong> uncuento relatado por un conocido costumbrista argentino,<strong>de</strong> afiches y <strong>de</strong> la proyección <strong>de</strong> vi<strong>de</strong>os.(e) Financiamiento <strong>de</strong>l proyecto. Se estableció queel financiamiento <strong>de</strong>l proyecto sea realizado a68


G. Porini - Proyecto <strong>Tupinambis</strong>través <strong>de</strong>l sector industrial que se beneficia directamente<strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong>. Este modo<strong>de</strong> financiar programas <strong>de</strong> conservación reconoceno solo el rol <strong>de</strong>l Estado como rector <strong>de</strong> las medidas,sino la obligación <strong>de</strong> los usuarios interesados,principales beneficiarios <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong>l recurso,a invertir en su conservación; así se libera al Estado<strong>de</strong> tener que subsidiar una actividad económicaprivada.2- Monitoreo <strong>de</strong> las poblaciones naturalesbajo capturaEn todo plan <strong>de</strong> manejo, un componente fundamentallo constituye el seguimiento periódico <strong>de</strong>lestado <strong>de</strong> las poblaciones silvestres, a los efectos <strong>de</strong>evaluar si la explotación <strong>de</strong>l recurso se está realizando<strong>de</strong> manera sustentable, lo cual implica no poneren peligro a las especies.Los estudios <strong>de</strong> las poblaciones naturales <strong>de</strong> lagartosresultan dificultosos <strong>de</strong> llevar a cabo con los métodosusualmente empleados para reptiles, <strong>de</strong>bidoa la baja capturabilidad <strong>de</strong> estas especies con distintostipos <strong>de</strong> trampas, lo que dificulta la realización<strong>de</strong> análisis estadísticos posteriores (Fitzgerald et al.,1994). Los métodos que consi<strong>de</strong>ran el esfuerzo <strong>de</strong>captura suelen registrar una alta variabilidad individual<strong>de</strong> los cazadores y resultan muy poco repetibles(Donadío, 1990). Entonces, los monitoreos implementadosen este programa son <strong>de</strong> carácter indirectoy consisten en un control periódico <strong>de</strong>l estado<strong>de</strong> las poblaciones, mediante un relevamiento<strong>de</strong> cueros en las ca<strong>de</strong>nas intermedias <strong>de</strong> acopio, entoda el área <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> las especies.El valor <strong>de</strong> los datos <strong>de</strong> cosechas es ampliamentereconocido y utilizado con fines <strong>de</strong> manejo enotras especies que presentan dificulta<strong>de</strong>s similares(Caughley, 1977). Los datos así obtenidos se refierena algún parámetro <strong>de</strong> la población capturabley explotada, que a su vez brinda información sobresu estructura, y permite hacer predicciones sobresu evolución y, por lo tanto, establecer pautas <strong>de</strong>manejo.El método <strong>de</strong> caza que se utiliza con estas especiesno selecciona a los individuos por su tamaño (exceptuandolos que están por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l mínimo tamañopermitido). Por lo tanto, las variaciones en lasdiferentes clases <strong>de</strong> tamaños estarían reflejandofluctuaciones en la estructura <strong>de</strong> esa población. Lacacería tien<strong>de</strong> a <strong>de</strong>sviar la estructura <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>tal forma que: a) se incremente la proporción <strong>de</strong> juveniles,y b) entre los animales adultos, la distribuciónse <strong>de</strong>svíe hacia animales <strong>de</strong> categorías <strong>de</strong> menoredad (Robinson y Bodmer, 1999).Los parámetros seleccionados a medir durante losmonitoreos <strong>de</strong> ambas especies fueron establecidosen los inicios <strong>de</strong>l proyecto (Lichtschein y Porini,1993) y son los siguientes:Largo hocico-cloaca (LHC). Esta medida representaun índice <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong>l animal vivo.Ancho. Esta medida está asociada a las pautascomerciales.Sexo. Dado que las diferencias en los índices <strong>de</strong>crecimiento <strong>de</strong> machos y hembras son significativas,resulta fundamental <strong>de</strong>terminar el sexopara posteriores comparaciones.Este programa propone que los cueros utilizados enlos monitoreos sean obtenidos en el nivel <strong>de</strong> cazadoresy/o acopiadores primarios; se <strong>de</strong>fine a esteúltimo como toda persona que compra los cuerosexclusivamente a cazadores. Este nivel <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na<strong>de</strong> comercialización permite obtener datos locales,así como también información más fi<strong>de</strong>digna <strong>de</strong> laspoblaciones <strong>de</strong> ambas especies, ya que algunos aspectosse van enmascarando a medida que avanzael proceso <strong>de</strong> industrialización y la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> comercialización,por lo que cierta información sobrelos animales (como origen y tamaño real) resultaimposible <strong>de</strong> conocer en los niveles mayores. Entonces,para los fines buscados, es conveniente tomarlos datos <strong>de</strong> monitoreo en niveles lo más cercanosposible a la actividad <strong>de</strong> captura y lo más alejadosposible <strong>de</strong> la actividad que se preten<strong>de</strong> regular, comoforma <strong>de</strong> minimizar posibles maniobras quetiendan a “dirigir” los resultados.Se recomienda que los muestreos se <strong>de</strong>sarrollen duranteel mes <strong>de</strong> enero a fin <strong>de</strong> concentrar la temporada<strong>de</strong> campo. De esta manera se logra tener mayorseguridad <strong>de</strong> que los cueros sean <strong>de</strong> la temporadaque se evalúa y que los ejemplares hayan sidocapturados recientemente. Dado que los cazadoresbuscan ven<strong>de</strong>r sus cueros para las fiestas <strong>de</strong> fin <strong>de</strong>año y así conseguir dinero efectivo o merca<strong>de</strong>ría, sedisminuye la probabilidad <strong>de</strong> que los datos obtenidossean <strong>de</strong> cueros acumulados en los primeros meses<strong>de</strong> la temporada o <strong>de</strong>l año anterior.El muestreo es realizado por técnicos <strong>de</strong> cada provincia,<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> los organismos oficiales<strong>de</strong> administración <strong>de</strong> fauna silvestre, ya que sonestos los que tienen faculta<strong>de</strong>s para realizar inspecciones.69


Manejo <strong>de</strong> Fauna Silvestre en la Argentina. Programas <strong>de</strong> uso sustentable500400<strong>Tupinambis</strong> rufescensMachosHembras500400<strong>Tupinambis</strong> merianaeMachosHembras300300200200100100092/93 93/94 94/95 95/96 96/97 97/98 98/99 99/00 00/01 01/02 02/03 03/04092/93 93/94 94/95 95/96 96/97 97/98 98/99 99/00 00/01 01/02 02/03 03/04Figura 1. Medias generales <strong>de</strong> LHC entre las temporadas<strong>de</strong> 1992/93 a 2003/04 para <strong>Tupinambis</strong> rufescens en todasu distribución en la Argentina.Figura 2. Medias generales <strong>de</strong> LHC entre las temporadas<strong>de</strong> 1992/93 a 2003/04 para <strong>Tupinambis</strong> merianae en todasu distribución en la Argentina.Los datos se analizan por especie y sexo. Se presentanaquí los datos discriminados por provincia. Enestudios más <strong>de</strong>tallados se incorporarán datos <strong>de</strong>otras variables ambientales, regiones geográficas,tipo <strong>de</strong> acopio, etc. De cada grupo <strong>de</strong> datos se obtuvola media <strong>de</strong> LHC para los datos normales onormalizados. Mediante un ANOVA se compararonlos LHC entre temporadas, utilizando las medias <strong>de</strong>LHC <strong>de</strong> cada provincia, con un nivel <strong>de</strong> significación<strong>de</strong> 0,5. En las figuras 1 y 2 se representa la media<strong>de</strong> LHC <strong>de</strong> hembras y machos para las iguanas overay colorada, respectivamente, a lo largo <strong>de</strong> las sucesivastemporadas <strong>de</strong> caza. Para cada año se midieronentre 2.000 y 5.000 cueros por especie, entres a nueve provincias por temporada. Para T.rufescens las medias <strong>de</strong> los valores medios <strong>de</strong> LHCfueron <strong>de</strong> 341,54 mm en machos y 315,28 mm enhembras. No se encontraron diferencias significativasglobales entre las medias <strong>de</strong> las temporadasconsi<strong>de</strong>radas para machos y hembras (p


G. Porini - Proyecto <strong>Tupinambis</strong>(a)Jujuy (T. rufescens) Salta (T. rufescens) Formosa (T. rufescens)400300200100092/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/04500400300200100092/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/04500400300200100092/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/04Chaco (T. rufescens) Catamarca (T. rufescens) La Rioja (T. rufescens)400300200100092/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/04400300200100092/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/044003002001000Tucumán (T. rufescens) Sgo. <strong>de</strong>l Estero (T. rufescens) Córdoba (T. rufescens)40030020010004003002001000(b)Formosa (T. merianae) Chaco (T. merianae) Santa Fe (T. merianae)4003002001000Córdoba (T. merianae)Corrientes (T. merianae)Entre Ríos (T. merianae)40040040030030030020020020010010010000092/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0492/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0492/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0492/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0492/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0492/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0492/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/04500400300200100092/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0492/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0492/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/0440030020010004003002001000Buenos Aires (T. merianae)400300200100092/9393/9494/9595/9696/9797/9898/9999/0000/0101/0202/0303/04Figura 3. Medias generales <strong>de</strong> LHC (largo hocico-cloaca) entre las temporadas<strong>de</strong> 1992/93 a 2003/04 para cada una <strong>de</strong> las provincias en don<strong>de</strong> serealizaron los monitoreos <strong>de</strong> (a) <strong>Tupinambis</strong> rufescens y (b) T. merianae.Las barras más claras pertenecen a machos y las negras a hembras.Exportaciones en cueros <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong> spp.Nº cueros (en millones)32.521.510.5T.r + T.mT.r.T.m.07273 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04TemporadasFigura 4. Cantidad <strong>de</strong> cueros <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong> spp. exportados <strong>de</strong> la Argentina entre los años 1972 y 2004. La flecha indicael año en que se fijó el cupo <strong>de</strong> exportación <strong>de</strong> cueros (en un millón <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s) para las dos especies en conjunto.71


Manejo <strong>de</strong> Fauna Silvestre en la Argentina. Programas <strong>de</strong> uso sustentable3- Programa <strong>de</strong> Uso <strong>Sustentable</strong> localPara la población rural, la caza <strong>de</strong> iguanas contribuyesignificativamente a la economía familiar. Bajo elsistema tradicional, la caza no tiene inserción enlos sistemas productivos locales, ya que los cazadoresrealizan sus recorridos generalmente en camposprivados (y si son propios, minifundios), fiscaleso en procesos <strong>de</strong> adjudicación, ejecutando unasimple extracción <strong>de</strong> carácter oportunista. Esta situaciónpresenta problemas a mediano plazo (Porini,2000): a) los dueños <strong>de</strong> los campos pue<strong>de</strong>n realizaralteraciones parciales o radicales <strong>de</strong> sus campos,con la consecuente pérdida <strong>de</strong> hábitat para lasespecies; b) es dificultoso adjudicar cupos <strong>de</strong> capturapor unidad <strong>de</strong> superficie, y c) el beneficio económicoprimario se distribuye entre un alto número<strong>de</strong> personas, que a<strong>de</strong>más se encuentran dispersasgeográficamente, por lo que la repercusión social<strong>de</strong> esta actividad resulta difusa y, en consecuencia,baja.Una nueva propuesta, alternativa <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo tradicional,consiste en un programa coordinado conjuntamenteentre los cazadores, los dueños <strong>de</strong> la tierra,los exportadores y las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> administración<strong>de</strong> fauna competentes, que se basa en quela adquisición <strong>de</strong> los cueros <strong>de</strong> iguana se realice directamenteal cazador. Para ello se coordina con loscazadores y la empresa exportadora un circuito yun cronograma <strong>de</strong> compra <strong>de</strong> los cueros. Este tieneque contemplar una alta periodicidad <strong>de</strong> compra(establecida y convenida concretamente entre losacopiadores locales y cazadores), ya que los cazadoresnecesitan ven<strong>de</strong>r los cueros en forma rápidaen relación con su condición socioeconómica. Bajoeste sistema, el precio pagado al cazador se incrementa<strong>de</strong>bido a la supresión <strong>de</strong> intermediarios <strong>de</strong> laca<strong>de</strong>na comercial.Este nuevo esquema <strong>de</strong> trabajo se limita a áreas seleccionadasbajo una serie <strong>de</strong> criterios propuestosen la Reunión <strong>de</strong> la Comisión <strong>Tupinambis</strong> <strong>de</strong>l año2000 (Porini, 2000):Priorizar áreas en las que se pueda combinar esteprograma con el <strong>de</strong> aprovechamiento sustentable<strong>de</strong> otras especies <strong>de</strong> fauna y flora, comopor ejemplo zonas <strong>de</strong> extracción <strong>de</strong> loro hablador(Amazona aestiva).Que las áreas cuenten con ambientes naturales<strong>de</strong> importancia para su conservación, o que setraten <strong>de</strong> zonas vecinas a reservas nacionales oprovinciales (por ejemplo, zonas aledañas al ParqueNacional Copo).Se recomienda, a<strong>de</strong>más, que se implemente enáreas con terrenos comunales (aborígenes) o enterrenos privados (minifundios), don<strong>de</strong> el beneficioeconómico resulte <strong>de</strong> importancia social ypermita brindar opciones productivas alternativasal poblador. De esta manera, se optará porresguardar los hábitats naturales en lugar <strong>de</strong> incorporarprácticas no sustentables que <strong>de</strong>gra<strong>de</strong>nel ambiente.La cantidad y tamaño <strong>de</strong> las áreas se irá incrementandoen la medida <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> trabajoconcreto con las poblaciones locales y la generación<strong>de</strong> propuestas a partir <strong>de</strong> organizaciones intermedias,tendiendo a <strong>de</strong>legar la organización en sistemasautogestionados a nivel local.Esta nueva modalidad permite, a<strong>de</strong>más, aseguraruna <strong>de</strong>manda sostenida <strong>de</strong> cueros <strong>de</strong> los pobladoreslocales involucrados en el programa y una fluida interacción<strong>de</strong> estos con los administradores <strong>de</strong> fauna.Mediante un consenso anual entre las provincias ylos exportadores, reglamentado por resolucionesanuales, los exportadores tienen la obligación <strong>de</strong>adquirir un porcentaje <strong>de</strong> los cueros a exportar enlas zonas seleccionadas que incorporaron dicha modalidad<strong>de</strong> manejo.Resultados <strong>de</strong>l programa localMedición <strong>de</strong> cueros <strong>de</strong> <strong>Tupinambis</strong> rufescens durante eltrabajo junto con la población local en la provincia <strong>de</strong>lChaco. (Foto: Gustavo Porini).Como consecuencia <strong>de</strong> una gran disminución <strong>de</strong> la<strong>de</strong>manda internacional <strong>de</strong> los cueros <strong>de</strong> iguana apartir <strong>de</strong> los inicios <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1990, que se72


G. Porini - Proyecto <strong>Tupinambis</strong>acentuó hacia el final <strong>de</strong> esta, el precio ofertado ypagado en los años 1998/99 rondaba los $ 1,5 a $2 para los cueros <strong>de</strong> 30 cm <strong>de</strong> ancho. El importe resultante,la mayor parte <strong>de</strong> las veces, suele ser intercambiadopor merca<strong>de</strong>ría, pero dado que esta sueleofrecerse a un valor superior al <strong>de</strong>l mercado, elprecio <strong>de</strong>l cuero resulta entonces muchas veces menore insignificante para el cazador. Bajo la nuevamodalidad, el precio <strong>de</strong>l cuero pagado por el exportadordurante las dos primeras temporadas resultó<strong>de</strong> $ 5 y fue elevado en las siguientes temporadasa $ 7 para el cuero <strong>de</strong> referencia. En todos los casosel pago se realiza únicamente en efectivo, y elpersonal <strong>de</strong> la Dirección <strong>de</strong> Fauna Silvestre (DFS)nacional y/o personal <strong>de</strong> las direcciones <strong>de</strong> faunaprovinciales son los encargados <strong>de</strong> verificar el pagoy realizar las mediciones a los cueros.Este programa se comenzó a llevar a cabo con laiguana colorada en la región <strong>de</strong>l Chaco, don<strong>de</strong> seencuentran las condiciones especificadas anteriormenteen cuanto a los criterios <strong>de</strong>finidos para lasáreas susceptibles para su implementación.En la provincia <strong>de</strong>l Chaco este esquema <strong>de</strong> trabajose inició en la temporada 1999/2000, en la zona <strong>de</strong>Taco Pozo como ciudad cabecera, y <strong>de</strong> allí hacia elNorte en los puestos ubicados en el “Impenetrable”chaqueño. La cantidad <strong>de</strong> puestos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que comenzóel programa se incrementó anualmente, <strong>de</strong>20 puestos <strong>de</strong> criollos en los inicios a 60 puestos enla última temporada (2004/<strong>05</strong>). Se compraron directamentea los cazadores 150 cueros en la primeratemporada <strong>de</strong> implementación <strong>de</strong>l proyecto, conun aumento progresivo hasta llegar a los 2.000 cuerospara la temporada <strong>de</strong> 2003/04.En la provincia <strong>de</strong> Formosa, el proyecto se establecióen forma incipiente durante las temporadas2003/04 y 2004/<strong>05</strong> en la Reserva MAB-Teuquito yen comunida<strong>de</strong>s aborígenes <strong>de</strong> la provincia, en laszonas cercanas a las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Ingenio Juárez yLas Lomitas. Entre las principales comunida<strong>de</strong>s seencuentran: Tres Palmitas, Campo Ban<strong>de</strong>ra, Campo<strong>de</strong>l Cielo, El Simbolar y el Peligro. Se comenzó conuna compra <strong>de</strong> 25 cueros en la primera temporada,y se llegaron a comprar 154 cueros en la últimatemporada.En la provincia <strong>de</strong> Santiago <strong>de</strong>l Estero el proyectotuvo sus comienzos en la temporada 1999/2000 enla zona <strong>de</strong> los parajes Colombia y el Hormiguero, enel NE <strong>de</strong> la provincia, al oeste <strong>de</strong>l PN Copo, interrumpiéndosepor razones gubernamentales <strong>de</strong> laprovincia y se reinició nuevamente en la temporada2004/<strong>05</strong>. Por lo tanto, en la única campaña realizadaen la temporada 1999/2000, los cazadores vendieron40 cueros en forma directa en el mes <strong>de</strong> diciembre.En la provincia <strong>de</strong> Salta se comenzó a implementaresta modalidad en la temporada 2000/01, en lascomunida<strong>de</strong>s criollas <strong>de</strong> Los Blancos (a través <strong>de</strong> laCasa <strong>de</strong>l Campesino –ONG local–) y Morillo, y lascomunida<strong>de</strong>s aborígenes y criollas <strong>de</strong> Pozo Los Bal<strong>de</strong>sy El Chañar. En total los pobladores vendieronentre 50 y 350 cueros al año en esta provincia.Si bien este método <strong>de</strong> comercialización dirigida enzonas seleccionadas proporciona un beneficio económicodirecto a los pobladores, existe un beneficioindirecto relacionado con la conservación <strong>de</strong>l hábitat.Muchos <strong>de</strong> los cazadores involucrados en la caza<strong>de</strong> iguanas se <strong>de</strong>dican a la extracción <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra<strong>de</strong> los bosques para ser vendida para poste y/orollizo o para la elaboración <strong>de</strong> carbón. Estas activida<strong>de</strong>sson en parte interrumpidas durante la temporada<strong>de</strong> caza <strong>de</strong> iguanas. En los últimos años elvalor promedio <strong>de</strong> un poste equivalía a un cuero <strong>de</strong>iguana –pagado en el marco <strong>de</strong> este proyecto–, porlo que algunos pobladores eligen sustituir temporalmentela actividad extractiva <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra argumentandoque “…la iguana es ahora y se va, en cambioel árbol no se mueve...”. Este aspecto <strong>de</strong>l proyectopropone contribuir a mejorar la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>los pobladores locales, dar valor a las activida<strong>de</strong>stradicionales como la caza <strong>de</strong> iguanas, y aportarelementos para la preservación <strong>de</strong> los bosques chaqueños.En el área <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> T. merianae no se encontraronzonas que reunieran las condiciones propuestas,por lo que se <strong>de</strong>berán generar otras alternativaspara lograr involucrar a los pobladores localesen una modalidad <strong>de</strong> manejo sustentable y beneficiosa<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista socioeconómico yambiental.4- Apoyo directo a la conservación <strong>de</strong>lhábitatEl programa explicado anteriormente cubre un soloaspecto <strong>de</strong> conservación <strong>de</strong> los hábitats propuestospor el Proyecto <strong>de</strong> Uso <strong>Sustentable</strong> local. Si bien estemétodo <strong>de</strong> comercialización dirigida en zonas seleccionadasbrinda un beneficio económico directoa los pobladores no alcanza por sí solo para conservarhábitats <strong>de</strong> la región chaqueña. El Proyecto<strong>Tupinambis</strong> trata <strong>de</strong> dar un paso más en la conservación,brindando apoyo técnico y económico directopara las áreas naturales provinciales protegidas.73


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