Comisión de Antigüedades de la Real Academia de la Historia ...

Comisión de Antigüedades. Baleares. Canarias. Ceuta y Melilla. Gibraltar. Extranjeroapenas 8 cm. de longitud, con una de cuyas caras rebajada uniformemente, presentando posiblescaracteres alfabéticos. La piedra, analizada en una farmacia de la calle del Castillo deSanta Cruz de Tenerife por Eduardo Rodríguez Núñez, será considerada un carbonato de cal,concretamente aragonita 123 .M. de Ossuna enviará al director de la Real Academia de la Historia el texto el 8 defebrero de 1888 solicitando informe crítico sobre el trabajo. En la Academia se designará alarabista Francisco Fernández y Gónzález para que emitiese su opinión. Por carta de 15 demarzo de 1888 sabemos que se envió una fotografía de la inscripción al Director, AntonioCánovas del Castillo, la cual se extravió durante un tiempo, hasta que fue entregada aFernández y González. Por comentarios indirectos suyos dados a Bernardo Monreal, sabemosque Fernández y González encontró caracteres árabes, algunos quizás fenicios y otros quizácoptos, solicitando tiempo para comprobar estos últimos, datos que le comunicó a Ossuna enla carta de 15 de marzo de 1888.Paralelamente, su amigo Bernardo Monreal le gestionará la posibilidad de poder sernombrado correspondiente en Canarias, comentándole que sería fácil una vez que Fernándezy González informase sobre la piedra y mejor aún cuando Ossuna enviase el estudio definitivoque estaba elaborando sobre la inscripción. En los requisitos exigidos, el primero era Haberpresentado o publicado alguna obra original de Historia, Protohistoria, Geografía, Arqueología,Numismática ó Paleografía de mérito reconocido ó haber obtenido premio en algún concursoabierto por la Academia. El segundo requisito ya lo cumplía pues se trataba de Desempeñar ohaber desempeñado cátedra de cualquiera de las referidas ciencias en Universidad, Instituto oEstablecimiento oficial de España o del Extranjero, Liceo ó Ateneo que goce de general reputación.El 22 de junio de 1889 el secretario de la Real Academia, Pedro de Madrazo y Kuntzacusará el recibo del libro sobre la inscripción. El 4 de octubre de 1889 el anticuario, AurelianoFernández-Guerra y Orbe, acusará el recibo del texto de la inscripción de Anaga, pero seexcusó de que no podía opinar sobre un tema ajeno a su especialidad.Dos años después, el 4 de abril de 1891, el secretario, Madrazo y Kuntz, le comunicarásu nombramiento como correspondiente en Canarias. Como resultado del envío del libroya había obtenido el nombramiento de socio correspondiente de la Societá Africana d’Italiade Napoles el 23-3-1890 y de la Sociedade de Geographia do Rio de Janeiro el 11 de marzode 1890.El 14 de Febrero de 1894, a través de carta de Monreal a Ossuna, depositada en el FondoOssuna del Ayuntamiento de La Laguna, sabemos que por fin Fernández y González se pronunciósobre su interpretación de la inscripción, detectando signos únicamente árabes pero muygastados por lo que no había podido leerlos.Esta tardía respuesta de Fernández y González probablemente explique que el 8 de mayode 1895 Ossuna solicite formalmente a la Real Academia de la Historia que informase sobresu libro La inscripción de Anaga (Tenerife) 124 , designando el Director el 27 de mayo a Fernándezy González. Sin embargo, no se conserva el informe escrito que redactó sobre la inscripciónen la Biblioteca de la Real Academia de la Historia o en el Gabinete de Antigüedades.De acuerdo con las geólogas C. Martín Luis y M. Gutiérrez, nos encontramos con unacaliza cristalizada procedente de Tenerife. La piedra presenta un rebaje artificial en una de suscaras y varios trazos a modo de signos alfabéticos que pudieron perfectamente realizarse conmaterias primas presentes en la isla como vidrios volcánicos, habitualmente denominadosobsidiana.La piedra presenta un sello, con lo que en la piedra tenemos el negativo de la inscripcióny la lectura debe hacerse teniendo en cuenta su plasmación en positivo. Una marca conun sello es lo que aparece en ánforas como una Mañá C2b de la factoría púnica del islote de123Ibid., pp. 19, 28-29; TARQUIS RODRÍGUEZ, P., 1971, «Die inschrift von Anaga». Almogaren, 2, p. 171.124OSSUNA Y VAN DEN-HEEDE, M. de, 1889, La inscripción de Anaga (Tenerife). Imprenta de Anselmo J. Benítez.Tenerife.112