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Educación para desarrollo sostenible.pdf

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50 SoezI Riqu artsEl estudio de la problemática de la Enseñanza de las Ciencias o]a <strong>Educación</strong>Científica orientada al Desarrollo Sostenible, debe plantearse de formapragmática desde dos perspectivas distintas::))3)1a~))) ..::.:;:):»:»• La primera de ellas histórica, pues un gran número de iniciativas (cienciaintegrada, ciencia-tecnología-sociedad, ciencias medioambientales,"educación <strong>para</strong> toclos", etc.) han tratado de superar la división delconocimiento en categorías, creada por la estructura académica de laenseñanza (Goodson, 1987; Ogborn, 1995), que no resulta idónea en elsistema educativo obligatorio-generaL Actualmente se ha pLanteadouna concienciación hacia el Desarrollo Sostenible desde una perspectivasupranacional, como puede observarse en el compromiso establecidopor el Programa 21 en la Cumbre de R(o (1992). Pero el gran tema sinresolver sigue siendo cómo pueden implantarse estos objetivos a nivelnacional y local, cómo puede lograrse una concienciación de la idea deDesarrollo Sostenible en las sociedades y cómo puede comcguirse uncambio en los objetivos de las políticas educatívas nacionales.- . , .-- .. .-." ,-, ,-..• La segunda desde la perspectiva curricular, pues la estrategia política<strong>para</strong> implantar los cambios en el sistema educativo se realiza a través dedirectrices curriculares, por ser el currículo el marco donde se desenvuelvenlos procesos de enseñanza y aprendizaje. Bajo la premisa deque debe conseguirse una voluntad pública <strong>para</strong> compartir las implicacioneséticas del concepto de Desarrollo Sostenible, se plantea la racionalidadde estos programas con ejemplos de lo que se ha hecho hastaahora <strong>para</strong> ponerlos en práctica.PERSPECTIVAS DEL CONCEPTODE DESARROLLO SOSTENIBLEDesde la década de los 60 existen muchos estudios y análisis sobre los procesosde cambio en los sistemas educativos de la mayoría de los países. El contextohistórico proporciona los modelos existentes de conflicto y poder, perono es suficiente desarrollar una noción estática de los contextos y limitacioneshistóricos heredados del pasado, sino que éstos deben examinarse de nuevoa la luz de las actuaciones y estrategias que se deseen emprender en esemomento. Actualmente sin duda una parte importante del debate curricularpuede analizarse e interpretarse desde el conflicto existente entre materias yestatus, recursos y territorio.No cabe duda de que una de las principales razones <strong>para</strong> analizar la inte·gración científica de las materias escolares en general es la tendencia pocofavorable a la integración en la producción social d~ conocimiento (Anderson,]995) tendente en general a la especialización, a la fragmentadon de la infor­


Educaci6n científica <strong>para</strong> el Desarrollo Sostenible51mación y a la sectorializaci6n de las sociedades. Estos tres fenómenos estánrelacionados con un importante incremento de la cantidad de infonnaci6nque se genera, de los flujos de informaci6n que se difunden y del control dedatos que se produce dentro del marco de las grandes corporaciones (multinacionales,organizaciones internacionales, movimientos financieros, empresasde medios de comunicación). La especialización fomenta la creación denuevas disciplinas que diluyen las fronteras entre las grandes áreas de investigaciónen ciencia experimental, ciencia social y tecnología (bioquímica, ingenieríagenética, bioética, biofísica, etc.). La fragmentación de la información ysu espectacular crecimiento crean una situación en la que los individuos,sometidos a una enorme acumulación de datos, son incapaces de controlar ymantenerse al dCa de todos sus detalles. La sectorialización de la produccióny los servicios pretende aportar eficiencla a los flujos específicos de informaciónal mínimo coste posible, desde el punto de vista de los individuos, de susentido de identidad y de pertenencia a una comunidad particular (Sáez yCarretero, 1996).En resumen, el reto a que se enfrentan los educadores y enseñantes esoi'recer estrategias <strong>para</strong> un entendimiento global de la realidad, no intentandointegrar los conocimientos dispares o reducirlos a un núJÚmo, sino inten~tanda proporcionar procesos de integración que permitan que las personasaccedan al mundo y participen en él (Sáez y Carretero, 2000).Desde el punto de vista escolar, Kliebard (1986) y Haft y Hopmann (1990)defienden que la asignahlra se erige como el arquetipo de la división y fragmentacióndel conocimiento dentro de nuestra sociedad. En el seno del microcosmosde asignaturas, se persiguen debates de mayor amplitud sobre losfines sociales de la formación escolar, pero se persiguen de forma aislada ysegmentada en el conjunto de niveles internos)' externos y de foros públicosy privados de debate (Goodson el al., 1999).Siguiendo la especialización de las áreas de investigación universitarias,la política educativa fijÓ el marco <strong>para</strong> la foonación escolar estatal: la estruchlraciónde la enseñanza conforme a las disciplinas académicas, 10 que inevitablementeconduce a la fragmentación del conocimiento dentro de los límitesde las asignaturas. Al conceder primacía a las asignaturas escolares, en laaportación de recursos <strong>para</strong> la enseñanza se deja abierto el camino <strong>para</strong> favorecerun estrechamiento en un debate más amplio sobre la enseilanza. De estemodo, una estructura curricular fragmentada deja en manos del estudiante latarea de integrar el conocimiento basado en materias inconexas y aisladas(Haft y Hopmann, 1990¡ Goodson et al., 1999).Se ha escrito mucho sobre las reformas curriculares emprendidas en lasúltimas cuatro décadas de la enseñanza de las ciencias y la tecnología, en losque se abordaban ya los propósitos antes mencionados, ya fuese introduciendonuevas asignaturas (como la TecnologCa), abandonando la se<strong>para</strong>ción delas materias de ciencias <strong>para</strong> hacer frente a la sihlación antes descrita ({CASE,1978), o incorporando cuestiones medioambientales. El si~uiente paso ha sido


52 Sáez/ Riquartsla inclusión de aspectos sociales en los planes de estudios, normalmente conocidoscomo currículos CTS, cuya estructura y racionalidad ha dado lugar a unnúmero significativo de debates (Yager, 1992; Solomon y Aikenhead, 1994).El enfoque crs ha ido ganando terreno. en las últimas décadas, siendouno de los principales argumentos a su favor la necesidad de formar un públicoinformado que pueda contribuir de forma inteligente y responsable al procesode toma de decisiones sobre los problemas relacionados con las repercusionesde la ciencia y la tecnología en la sociedad, lo que se podrá conseguiren la medida en la que los estudiantes sean conscientes de las consecuenciasa largo plazo que tiene el <strong>desarrollo</strong> de la ciencia y la tecnologfa (Za'rour,19B7).EL CURRÍCULO Y LAS ESTRATEGIAS,DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJELos estado~ suelen dejar claro mediante leyes educativas u otros documentosvinculantes lo que la sociedad espera de un sistema escol ar, sus metas se orientanprincipalmente a los resultados (cómo, por qué y <strong>para</strong> qué), por ejemplo,pre<strong>para</strong>r a los estudiantes <strong>para</strong> su futuro papel en la sociedad como ciudadanosresponsables y capacitarles <strong>para</strong> su integración en el mercado laboral. Lossistemas educativos son fundamentalmente agencias de certificación, así poreíemplo: en primer lugar, la enseñanza escolar distribuye certificados teniendoen cuenta la capacidad académica, encaminando con sus cualificaciones el permitir"sólo" acceder a la formación laboral, o certificando la.capacítación <strong>para</strong>la enseñanza superior; la universidad, a su vez, certifica que los estudianteshan adquirido los conocimientos suficientes en un determinado sistema académico<strong>para</strong> ejercer una profesión. Tras esta práctica sigue presente la idea(independientemente de lo que se haya aprendido) de que una persona estápre<strong>para</strong>da <strong>para</strong> el mercado laboral en los próximos treinta años con las mismashabilidades, idea que en este final de siglo resulta a todas luces inaceptable, sies que alguna vez [o fue. La pre<strong>para</strong>ción <strong>para</strong> la vida "de una vez <strong>para</strong> siempre"está obsoleta y es imposible realizar actualmente una predicción fiable delo qu,? podrá necesitarse dentro de diez o veinte años. Sin embargo, lo que síparece claramente predecible es que el <strong>desarrollo</strong> y el progreso no encajará enla división tradicional del conocimiento en categorfas cerradas.Los resultados de los últimos estudios cu(ricuLare~ de tos proyectos einnovaciones, centrados en la práctica, se basan en la comprensión de que loscurrículos se elaboran socialmente en los niveles preactivo e interactivo, ydeberían ser una combinación de ambos. Una forma de hacerlo consiste enadmitir y observar que dichos límites no están previamente dados o fijados,sino que surgen de acciones e intereses contradictorios (Young, 1971). Nobasta, pues, sólo con ser consciente del hecho de que los principios que' rigenla selección de los conocimientos transmisibles son un reflejo de las estructu­


e:Educaci6n científica <strong>para</strong> el Desarrollo Sostenible 53 c:ras de poder. Es imprescindible superar estas sospechas <strong>para</strong> encontrar lasrelaciones existentes.Este punto de vista es especialmente importante <strong>para</strong> la enseñanza de lasciencias ya que supone que se debería educar a la sociedad en la ciencía, no es610 <strong>para</strong> que la comprenda, sino también <strong>para</strong> que tOme parte activa en elestudio de soluciones adecuadas <strong>para</strong> los problemas sociales que no estén eúnícamente relacionados con la problemática científica. Esta conLepciónsubraya a menudo que la comprensión de la tecnolog(a es tan necesaria comoela de la ciencia, por considerar que la tecnología está siempre involucrada, demanera más directa, en muchos de los problemas que prrocupan a la gente(Bybee el al., 1989). A la hora de proponer una respuesta a los problemas, exis­ eten diferencias entre preguntar cómo se han originado, por qué se han producidoy cuáles son sus rasgos característicos (aquí enlra en jurgo nuestracapacidad de entendimiento) y preguntar cómo pueden solucionarse, miligarseo minimizarse (aquí entra en juego nuestra capacirind de invención ydecisión). Un planteamiento de este tipo, de naturaleza más moderada, favorecela idea de que en nuestro enlorno no existen frontems, y de que exi¡;teuna interdependencia inevitable y entodOS'[06 sentidos entre las naciones. Laneceflidad de pensar de forma global, pero actuar de forma local, se convierteen un principio que debe servir de guía <strong>para</strong> la planificación educativa.eEn los países en vías de <strong>desarrollo</strong>, así COmo en los desarrollados, se poneespecial écúasis en la modernización y <strong>desarrollo</strong> de tecnologías por medio de laindustrialización tec.noJógica. Motivo por el que los sistemas educativos hacen Ehincapié en el estudio de unos conocimientos científicos y tecnológicos apropiados,y en las destrezas que les acompañan. Pero la planificación curricular debe Epensarse <strong>para</strong> un futuro a más largo plazo y tener en cuenta el impacto quegeneran Las decisiones que se toman no sólo en términos del presente sino en elE:futuro. Un currículo establecido en estos términos ya no puede limitarse a estarrelacionado con la importancia de un tema dentro de las ciencias, sino que debeorientarse hacia la capacidad de un determinado contenido <strong>para</strong> permitir a los eestudiantes enfrentarse a un problema relevante, estableciendo de este modouna relación entre los contenidos de la ciencia y de la tecnología, prestando aten­ eción a las cuestiones medioambientales y analizando las repercusiones de lasinnovaciones en términos del desanollo <strong>sostenible</strong>. Las consecuencias de la eduecación <strong>para</strong> el Desarrollo Sostenible y su concepto <strong>para</strong> uoos ciudadanos informadosimplica que)os contenidos educativos deben ser relevantes <strong>para</strong> los estudiantes,aunque este concepto de relevancia deberá definirse cuidadosamente, c:abundando en la idea de que, la relevancia es una función del papel del individuoen la sociedad, la capacidad de intervención y el entorno. elEn este sentido, el enfoque CTS puede considerarse estrechamente relacionadocon el concepto de Desarrollo Sostenible cuando el componente S(sociedad) se interpreta como las .repercusiones en el medio ambiente y la econom(adesde un punto de vista social, ético y global, con la finalidad de actuarelde forma local. - c:ce:c:


56 Sáczl Riquartstigación directa y en el debate abierto sobre los problemas. Los profewresdeberían actuar como mediadores y facilitadores durante el proceso de estudioy <strong>desarrollo</strong> de Jos conocimientos en lugar de ser autoridades durante elproceso de aprendizaje.En el caso de la política educativa, el mejor planteamiento podría ser promoverla colaboración entre profesores, utilizando la investigación y la formaciónen la propia tarea de enseñanza con una función de apoyo en un sistemade formación permanente, abandonando así el papel tradicional de administradores,consistente en imponer su mal"(O conceptual en todos los niveles llegandohasta la práctica escolar (Ver por ejemplo, Riquarts y Hansen, 1998).Evaluar las repercusiones de la formación supone que la elección de untema ya no puede estar relacionada solamente con la relevancia de una determinadamateria cientifica, sino que debe orientarse hacia la capacidad que undeterminado contenido tiene <strong>para</strong>·permitir que los estudiantes se enfrenten aun problema relevante. La evaluación también debe formar parte de la enseñanzaimpartida por el profesor, incorporándose en todas las fases de las actividadesde la formación permanente.Defendemos, por tanto, un planteamíento·situational como-estrategia·deenseñanza-aprendizajemás adecuada <strong>para</strong> el <strong>desarrollo</strong> <strong>sostenible</strong> y, portanto, un alejamiento del <strong>para</strong>digma educativo del procesamiento de la información.CONCLUSIONESLa política educativa debe tener en cuenta una respuesta <strong>para</strong> todas las cuestionesque plantea el Desarrollo Sostenible (aunque no puede considerarseuna lista completa de las necesidades) porque todas ellas pueden considerarsefundamentales:• La educación ya no parece ser un objetivo en sí misma, sino una herramientaimprescindible <strong>para</strong> lograr unos cambios en las sociedades acordadospolíticamente;• Los profesionales de la educación no son la punta de lanza del movimiento;Sl1S· funciones están delimitadas por los pollticos, haciendo deellos un agente del cambio <strong>para</strong> la implantación de un conjunto de objetivos,en lugar de actuar como socios colaboradores en su diseño;• El concepto de Desarrollo Sostenible, tal y como quedó fonnulado en laAgenda 21 de la Declaración de Río, deja a las políticas educativas todauna serie de cuestiones sin resolver, las cuales están relacionadas directamentecon los problemas aún no resueltos de la vaguedad d~ definicióny claridad teórica.


______-=E::..:ccl..c:.;Uf."iÓfl científica <strong>para</strong> el Dcs~ITOlIo S"slenibleEl contexto educativo puede diferir en diStintas partes del mundo dependiendode los principales recursos de que dispongan, de los profesionales conque se cuente o de las condiciones locak'~, pero deben esforzarse por superartres limitaciones principales:Modificaciones en los planes de estudiosLa polftica éducativa debería comenzar con el <strong>desarrollo</strong> de un sistema deprácticas (por ejemplo, Riggs, 1993). Teniendo en cuenta la resistencia de losprofesionales de la enseñanza a SUpl'I',lI' las fronterns de lils disciplinas (según esu socialización durante los estuditlS universitarios), se proponen fa~"s bastantelentas <strong>para</strong> la introducción de modificaciones en los planes d~ estudios Eestablecidos, intentando superar la fragmentación del conocimiento mediantela cooperación entre profesores de diver~,ls materias, que a largo plazo podría ~llevar (así se espera) a la elaboración de unos planes de estudios que merezcan ~ser portadores del término "Desarrollo Sostenible" (UNESCO, 1997; SEPUP.1999).Formación del profesoradoLos esfuerzos deberían centrarse en la formación en la práctica durante losperíodos de docencia. Se debería confiar en la profesionalidad de los enseñantesde ciencias y en su entusiasmo <strong>para</strong> incorporar nuevas ideas: es necesariolograr que los enseñantes superen las fronteras de las asignahtras, trabajencon los compañeros de otros departamentos, superando lafragmentación de conocimientos existente en las mentes de sus estudiantes,una experiencia gratificante <strong>para</strong> quienes lo han intentado,Aprendizaje innovadorc:eeAunque n'sulte difícil, debe aceptarse el papel del enseñante como mediadoren el proce-;o de <strong>desarrollo</strong> del conocimwilto: un aprendizaje innovador dejasuficiente margen <strong>para</strong> anticipar situaciones globales y participar de formalocal.E:El consenso general y global de quienes toman las decisiones políticasempuja a los enseñanks a una nueva visión de su papel en la educación: seconvierten en un instrunento pard consumar metas fijadas políticamente destinadasa lograr el Programa de Ac(h~n <strong>para</strong> el Desarrollo Sostenible. Ya en1987, la publicación The Economjst tenía esta visión del concepto: "El Desarro­ ello Sostenible sigue siendo útil. Como muchas otras ideas importantes, mientrasno haya nada mejor, es mejor que nada".efEe


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