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5. La ord<strong>en</strong>acióndel territorio <strong>en</strong> lasáreas metropolitanasespañolasJosé María <strong>Feria</strong> ToribioUniversidad Pablo de Olavidejmfertor@upo.es


1. IntroducciónEs un hecho difícilm<strong>en</strong>te rebatible que la “ciudad real” <strong>en</strong> Españati<strong>en</strong>e hoy <strong>en</strong> día una escala metropolitana, que no sólo rompela contigüidad espacial de la ciudad compacta sino que superaclaram<strong>en</strong>te los límites administrativos tradicionales. En nuestro país,como <strong>en</strong> todas las sociedades desarrolladas, nos <strong>en</strong>contramos conun espacio urbano sustancialm<strong>en</strong>te más ext<strong>en</strong>so, complejo y difusoque el que ha constituido históricam<strong>en</strong>te la ciudad. En su acepciónmás básica, un área metropolitana no es sino un área polinuclearque conforma un mercado unitario de vivi<strong>en</strong>da y trabajo, que reflejaa su vez el aum<strong>en</strong>to de escala del espacio de vida colectivo y lasdifer<strong>en</strong>tes estrategias espaciales de los ag<strong>en</strong>tes económicos.Ello da lugar a procesos y estructuras territoriales relativam<strong>en</strong>tecomplejos, que dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> tanto de las características singularesque cada realidad urbana posee –del medio físico donde selocalizan, históricas, socioeconómicas, etc.- como de la int<strong>en</strong>sidady alcance de tales procesos, pero que <strong>en</strong> cualquier caso ofrec<strong>en</strong>como resultado la aparición g<strong>en</strong>eralizada de una nueva formaurbana visiblem<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te de la ciudad tradicional compacta.A esta nueva realidad urbana, que hay que reconocer correctam<strong>en</strong>te,le debe corresponder <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia instrum<strong>en</strong>tos de interv<strong>en</strong>ciónacordes a su escala, funcionami<strong>en</strong>to y naturaleza. A modo deejemplo, a la escala metropolitana ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que desarrollarse todosaquellos servicios y funciones públicas que como los sistemas detransportes, el abastecimi<strong>en</strong>to y saneami<strong>en</strong>to de agua, las políticasde vivi<strong>en</strong>da, las referidas a mercados de trabajo, etc., ti<strong>en</strong><strong>en</strong>como esc<strong>en</strong>arios de su despliegue esta nueva ciudad real (<strong>Feria</strong>,coord. 2006). También, la adecuación a la ciudad real permitiría,desde un punto de vista político administrativo, la mejora de lacoordinación de inversiones, el desarrollo de políticas homogéneasy espacialm<strong>en</strong>te redistributivas y ajustar el nivel de repres<strong>en</strong>tacióny decisión política a la escala y ámbito <strong>en</strong> la que realm<strong>en</strong>te losciudadanos y los ag<strong>en</strong>tes económicos desarrollan su vida y susactividades.No es de m<strong>en</strong>or importancia, fr<strong>en</strong>te a tales cuestiones, lanecesidad de abordar la ord<strong>en</strong>ación física de estos ámbitos, yaque esta escala es la ineludible para abordar aspectos tales como128


el tratami<strong>en</strong>to global del crecimi<strong>en</strong>to urbano, el diseño y trazado delos sistemas de comunicaciones y otras infraestructuras básicas,el papel estructurante del sistema de espacio libre y el paisaje,la localización y organización de equipami<strong>en</strong>tos de nivel superioro la dotación de espacios productivos metropolitanos. Como essabido, <strong>en</strong> nuestro país estas tareas han estado tradicionalm<strong>en</strong>teasignadas al planeami<strong>en</strong>to urbanístico, que si<strong>en</strong>do por definición uninstrum<strong>en</strong>to de escala municipal, ha t<strong>en</strong>ido dificultades insalvablespara afrontar esta escala metropolitana de ord<strong>en</strong>ación.Sin embargo, la organización compet<strong>en</strong>cial de esta actividad <strong>en</strong> els<strong>en</strong>o del Estado democrático <strong>en</strong> España, junto con el desarrollode políticas e instrum<strong>en</strong>tos de ord<strong>en</strong>ación del territorio sí están yaposibilitando, al m<strong>en</strong>os teóricam<strong>en</strong>te, que se puedan abordar lascuestiones <strong>en</strong>unciadas a la escala metropolitana. En este s<strong>en</strong>tido,las líneas que sigu<strong>en</strong> ti<strong>en</strong><strong>en</strong> como objetivo plantear una primeraaproximación a la experi<strong>en</strong>cia exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> España respecto a laord<strong>en</strong>ación del territorio <strong>en</strong> ámbitos metropolitanos. Para ello, <strong>en</strong>primer lugar haremos una breve y sucinta pres<strong>en</strong>tación del universometropolitano español y sus dim<strong>en</strong>siones básicas. En segundolugar se planteará un repaso a los anteced<strong>en</strong>tes de la cuestióny al relativam<strong>en</strong>te complejo marco normativo que regula esteámbito de la interv<strong>en</strong>ción pública. Posteriorm<strong>en</strong>te, los apartadosrestantes estarán dedicados a pres<strong>en</strong>tar la experi<strong>en</strong>cia exist<strong>en</strong>te<strong>en</strong> nuestro país <strong>en</strong> materia de planes de ord<strong>en</strong>ación del territoriode áreas metropolitanas, señalando sus características principalesy las variantes significativas que dicha experi<strong>en</strong>cia muestra, loque permitirá contar con unos materiales de partida que pued<strong>en</strong>servir para posteriores análisis que abord<strong>en</strong> la cuestión con mayorprofundidad.2. El universo metropolitano españolComo es sabido, no exist<strong>en</strong> <strong>en</strong> España delimitaciones oficialesde áreas metropolitanas que de alguna manera “certifiqu<strong>en</strong>”esta nueva ciudad real, ya sea <strong>en</strong> los planos político, electoral omeram<strong>en</strong>te estadístico. Para paliar esta aus<strong>en</strong>cia, que <strong>en</strong> definitivasupone una cierta invisibilidad del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o metropolitano, sise están haci<strong>en</strong>do algunos esfuerzos por parte de instancias129


públicas para al m<strong>en</strong>os id<strong>en</strong>tificar y g<strong>en</strong>erar información relevantesobre estos ámbitos. Es el caso del Atlas Estadístico de las ÁreasUrbanas (2007) del antiguo Ministerio de Vivi<strong>en</strong>da o las que ofrec<strong>en</strong>el Observatorio de la Movilidad Metropolitana (2008). Ahorabi<strong>en</strong>, el problema de ambas delimitaciones es que no part<strong>en</strong> deuna metodología común y contrastada, sino que son el fruto <strong>en</strong>el primer caso de las propuestas de cada Comunidad Autónomasobre sus respectivas áreas metropolitanas y <strong>en</strong> el segundo casose trata de delimitaciones instrum<strong>en</strong>tales ad hoc para la gestióndel transporte. Sin embargo, exist<strong>en</strong> desde hace décadas unosmétodos pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te desarrollados y aceptados <strong>en</strong> el ámbitointernacional, que se basan <strong>en</strong> la variable movilidad cotidiana porrazón de trabajo, que permit<strong>en</strong> plantear delimitaciones coher<strong>en</strong>tesy adecuadas de áreas metropolitanas.La delimitación que aquí se toma como refer<strong>en</strong>cia para describirel universo metropolitano español se basa <strong>en</strong> dichos métodos yha sido realizada por este autor y su grupo de investigación (<strong>Feria</strong>,2010). Se trata del conv<strong>en</strong>cional utilizado desde hace décadaspor la Oficina del C<strong>en</strong>so de los Estados Unidos (OMB, 2000) parala delimitación de las áreas metropolitanas estadísticas y queposteriorm<strong>en</strong>te ha sido utilizado también, con variantes específicas<strong>en</strong> otros países desarrollados (p.ej.: el caso francés (Juli<strong>en</strong>, 2000);la experi<strong>en</strong>cia italiana (Martinotti, 1991); la canadi<strong>en</strong>se (Murphy,2003) o la del grupo GEMACA (Chesire and Gornostaeva, 2003)o más reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, para el conjunto de la Unión Europea, porEurostat (Urban Audit, 2008).Tomando como variable definitoria la movilidad resid<strong>en</strong>ciatrabajo,el proceso de delimitación de áreas metropolitanas part<strong>en</strong>ecesariam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> esta metodología, de una id<strong>en</strong>tificaciónapriorística de los pot<strong>en</strong>ciales focos de constitución de las mismasa través de un tamaño mínimo de éste. Una vez id<strong>en</strong>tificado dichofoco se produce un proceso de adscripción al mismo de unidadesespaciales estadísticas de base a través de un s<strong>en</strong>cillo criteriode integración medido <strong>en</strong> términos de relación resid<strong>en</strong>cia-trabajorelativa <strong>en</strong>tre los mismos. Posteriorm<strong>en</strong>te, se aplican otros criteriosde Carácter metropolitano, que fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te actúan comoelem<strong>en</strong>tos de restricción y/o ponderación de las delimitacionessurgidas de la mera aplicación de los valores de movilidad130


esid<strong>en</strong>cia-trabajo. Básicam<strong>en</strong>te, se trata de una metodologíamuy simple <strong>en</strong> términos formales, relativam<strong>en</strong>te directa, y que sebasa <strong>en</strong> una pauta de organización c<strong>en</strong>tralizada de la movilidadresid<strong>en</strong>cia-trabajo (ver <strong>Feria</strong>, 2008, para los detalles concretos delproceso metodológico).El proceso de delimitación llevado a cabo nos muestra un universometropolitano español compuesto por un total de 46 áreas (Figura1). En el cuadro adjunto (Tabla 1) se resum<strong>en</strong> las dim<strong>en</strong>sionesbásicas del sistema urbano. Se incluy<strong>en</strong> tres variables: la poblacióntotal; el número de municipios y el número total de vivi<strong>en</strong>das, qu<strong>en</strong>os pued<strong>en</strong> servir para caracterizar inicialm<strong>en</strong>te este conjuntourbano.Figura 1. Las áreas metropolitanas españolas.Fu<strong>en</strong>te: Elaboración propia (2010)131


Tabla 1. Dim<strong>en</strong>siones básicas de las áreas metropolitanas españolasÁREA METROPOLITANANºPOBLACIÓN VIVIENDASMUNICIPIOS T<strong>OT</strong>AL T<strong>OT</strong>ALESMADRID-ALCALÁ HENARES 174 5.626.160 2.576.538BARCELONA-SABADELL 131 4.404.599 2.104.255VALENCIA 74 1.594.762 820.150SEVILLA 49 1.369.708 574.391BILBAO 93 1.131.564 483.157OVIEDO-GIJÓN-AVILÉS 28 871.859 414.934MÁLAGA 21 829.790 638.796LAS PALMAS DE G. CANARIA 18 709.191 302.945ZARAGOZA 31 684.490 319.161BAHÍA CÁDIZ-JEREZ LA FRA. 6 581.502 243.850VIGO 30 552.204 234.952MURCIA 12 529.467 213.091GRANADA 47 497.945 244.310PALMA DE MALLORCA 20 473.363 249.385CORUÑA 23 463.342 230.770DONOSTI 28 431.696 187.131STA. CRUZ DE TENERIFE 13 430.858 199.953VALLADOLID 28 395.258 169.450SANTANDER 29 388.734 172.837ALICANTE 7 381.502 210.734CÓRDOBA 5 327.788 139.707TARRAGONA 29 316.638 217.841CASTELLÓN 20 305.651 180.752PAMPLONA 25 294.843 129.935ELCHE 3 239.335 137.481VITORIA 19 238.114 100.144HUELVA 11 230.640 105.073ALGECIRAS 6 213.737 93.522LEÓN 20 203.400 106.630SANTIAGO DE C. 18 201.332 91.425CARTAGENA 2 199.227 107.419SALAMANCA 19 194.567 100.339ALMERÍA 8 190.950 89.644OURENSE 25 178.732 98.761BURGOS 15 175.282 81.636MARBELLA 10 174.862 135.830GIRONA 32 172.965 90.887LOGROÑO 19 165.327 82.046BADAJOZ 10 163.922 71.412EL FERROL 10 163.405 82.051PONTEVEDRA 13 161.473 65.191LLEIDA 23 158.089 76.805ALBACETE 4 156.728 71.281MANRESA 17 132.095 63.292JAÉN 3 119.852 51.092BENIDORM 7 104.884 93.080T<strong>OT</strong>AL 1235 27.456.832 13.254.066Fu<strong>en</strong>te: Elaboración propia a partir de los datos de los C<strong>en</strong>sos de Poblacióny Vivi<strong>en</strong>da de 2001132


Como puede comprobarse, las 46 áreas delimitadas incluy<strong>en</strong>un total de 1.234 municipios, con casi 27 millones y medio dehabitantes y algo más de 13 millones de vivi<strong>en</strong>das, lo que <strong>en</strong>consecu<strong>en</strong>cia confirma que más del 60% de la población españolapuede considerarse como metropolitana.En cuanto a la organización jerárquica, medida <strong>en</strong> términospoblacionales, la delimitación realizada permite matizarsustancialm<strong>en</strong>te, sobre todo <strong>en</strong> la parte superior de la misma,las conclusiones que se obt<strong>en</strong>drían de utilizarse una refer<strong>en</strong>ciaexclusivam<strong>en</strong>te municipal. Si t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta su verdaderadim<strong>en</strong>sión de ciudad metropolitana, el sistema urbano español secaracteriza <strong>en</strong> su estrato superior por una acusada bicefalia, queademás apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te no deja de consolidarse. Esta bicefalia semanifiesta <strong>en</strong> un doble s<strong>en</strong>tido: una relativa igualdad <strong>en</strong>tre los dosprimeros c<strong>en</strong>tros del país concurr<strong>en</strong>te con un notable “gap” <strong>en</strong>treestos y el sigui<strong>en</strong>te escalón de la jerarquía urbana española, quese sitúa considerablem<strong>en</strong>te alejado de este nivel superior. Madridy Barcelona –con más de cinco millones y medio de habitantesla primera y con casi cuatro y medio la segunda-, aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong>ese s<strong>en</strong>tido como metrópolis de rango contin<strong>en</strong>tal, lo cual setraduce, lógicam<strong>en</strong>te, no sólo <strong>en</strong> los términos poblacionales aquípres<strong>en</strong>tados sino <strong>en</strong> todas las dim<strong>en</strong>siones funcionales asociadas,además de <strong>en</strong> la propia complejidad de la estructura y configuraciónmetropolitana.El segundo escalón de la jerarquía urbana española estaríaconstituido por las tres áreas metropolitanas que superan el millónde habitantes y que por tanto se reconocerían por un rango demetrópolis nacional. Las tres se sitúan ligeram<strong>en</strong>te por debajo dela dim<strong>en</strong>sión que teóricam<strong>en</strong>te le correspondería por la distribuciónrango tamaño –sobre todo <strong>en</strong> el caso de Val<strong>en</strong>cia-, pero formanun conjunto claram<strong>en</strong>te definido tanto fr<strong>en</strong>te al escalón superiorcomo a las restantes áreas metropolitanas delimitadas, no sólopor el hecho de superar el umbral del millón de habitantes sinotambién por la ext<strong>en</strong>sión y organización de los procesos urbanosque albergan. A partir de dicho escalón, los niveles jerárquicosmetropolitanos son m<strong>en</strong>os visibles y fácilm<strong>en</strong>te podría hablarsede una cierta distribución continua de los mismos. No obstante,podría id<strong>en</strong>tificarse un tercer escalón jerárquico, constituido por un133


conjunto de seis áreas metropolitanas con un cierto tamaño (por<strong>en</strong>cima del medio millón de habitantes) y, sobre todo, caracterizadopor su diversidad estructural, aunque ya con unos procesosmetropolitanos relativam<strong>en</strong>te m<strong>en</strong>os complejos e int<strong>en</strong>sos quelos anteriores. En este contexto, se trataría de ciudades de rangoregional, con dim<strong>en</strong>siones y funciones que <strong>en</strong> algunos casos (comolos de Zaragoza y la metrópolis asturiana) supone absorber unaproporción mayoritaria de la población y la actividad de su ámbitode influ<strong>en</strong>cia.Las 35 áreas metropolitanas restantes pued<strong>en</strong> dividirse <strong>en</strong> dosgrandes grupos. Uno primero, conformado por trece áreas, con unapoblación que abarca desde los algo más de 500.000 habitantes deMurcia hasta los casi 300.000 de Pamplona, que responde a dosmodelos de estructura básicos; bi<strong>en</strong> el de una ciudad c<strong>en</strong>tral decierta pot<strong>en</strong>cia pero con una no muy ext<strong>en</strong>sa corona metropolitana;bi<strong>en</strong> el de una ciudad de m<strong>en</strong>or <strong>en</strong>tidad pero con una significativaárea metropolitana. En todo caso, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un nivel funcional deámbito subregional y sus procesos urbanos metropolitanosson <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, con alguna excepción como los de Granada,poco int<strong>en</strong>sos e incluso débiles. El grupo inferior de 22 áreasmetropolitanas responde lógicam<strong>en</strong>te a aquellos ámbitos donde lapres<strong>en</strong>cia de los procesos metropolitanos es más incipi<strong>en</strong>te, tantopor el m<strong>en</strong>or tamaño de las ciudades c<strong>en</strong>trales (ninguna alcanzalos 200.000 habitantes) como por la escasa <strong>en</strong>tidad y complejidadde la organización urbana metropolitana.En términos de carácter más urbanístico, como el número devivi<strong>en</strong>das o el suelo urbanizado, la importancia del universometropolitano que revela la dim<strong>en</strong>sión poblacional se acreci<strong>en</strong>taaún más, como puede comprobarse, para la primera variable, apartir de los datos ofrecidos <strong>en</strong> la Tabla 1. Los más de 13 millonesde vivi<strong>en</strong>das exist<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> las áreas metropolitanas españolassegún el c<strong>en</strong>so de 2001 supon<strong>en</strong> una conc<strong>en</strong>tración de espacioconstruido que, junto con el stock de resid<strong>en</strong>cias secundarias dedeterminadas zonas costeras, constituye el núcleo absolutam<strong>en</strong>temayoritario del suelo resid<strong>en</strong>cial <strong>en</strong> nuestro país. Significativam<strong>en</strong>te,una conclusión que se obti<strong>en</strong>e del análisis comparado <strong>en</strong>tre númerode vivi<strong>en</strong>das y población, resulta relevante para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der algunascaracterísticas estructurales y formales de las áreas metropolitanas134


españolas. Se trata del importante “gap” exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre el stock devivi<strong>en</strong>das exist<strong>en</strong>tes y la de la teórica demanda que se deduce delnúmero de hogares pot<strong>en</strong>ciales según la población resid<strong>en</strong>te <strong>en</strong>dichas áreas metropolitanas. Así, si el tamaño medio del hogar era<strong>en</strong> 2001, según el C<strong>en</strong>so, para el conjunto del país de 2,86 miembros(Requ<strong>en</strong>a, 2006), la relación <strong>en</strong>tre el número total de vivi<strong>en</strong>das y lapoblación resid<strong>en</strong>te <strong>en</strong> todas las áreas metropolitanas delimitadases 2,07. Dicho <strong>en</strong> otras palabras, <strong>en</strong> las áreas metropolitanasespañolas hay muy elevada sobreoferta resid<strong>en</strong>cial -una mediade 130 vivi<strong>en</strong>das por cada 100 hogares-, y ello <strong>en</strong> 2001, antesdel <strong>en</strong>orme ciclo expansivo de la construcción de vivi<strong>en</strong>das queha concluido <strong>en</strong> 2008. Esta disparidad resulta aún más llamativasi se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que estas áreas son por definición las másdinámicas y de mayor crecimi<strong>en</strong>to poblacional relativo, lo cualdebería suponer, como así ha sucedido históricam<strong>en</strong>te, un relativomayor equilibrio <strong>en</strong>tre oferta y demanda pot<strong>en</strong>cial de vivi<strong>en</strong>das(Leal, 2004).En cualquier caso, la variable resid<strong>en</strong>cial es sólo uno de loscompon<strong>en</strong>tes del conjunto de la dim<strong>en</strong>sión urbanística que<strong>en</strong>globa el f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o metropolitano y que incluye también,como bloques relevantes de usos de suelo, los espacios parala producción y los servicios, las infraestructuras y los grandesequipami<strong>en</strong>tos metropolitanos. Estos usos, por <strong>en</strong>cima incluso delespacio resid<strong>en</strong>cial han sido además los protagonistas principalesdel masivo crecimi<strong>en</strong>to de la superficie urbanizada que ha t<strong>en</strong>idolugar <strong>en</strong> las áreas metropolitanas reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te. D<strong>en</strong>tro de lamisma línea de investigación que ha dado lugar a la delimitaciónde las áreas metropolitanas españolas, el análisis de la imág<strong>en</strong>esproporcionadas por Corine Land Cover para un grupo escogido delas mismas (<strong>en</strong>tre las que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran las cuatro principales) hapermitido constatar, que <strong>en</strong> <strong>en</strong>tre 1991 y 2000, según dicha fu<strong>en</strong>te,el espacio urbanizado se increm<strong>en</strong>tó <strong>en</strong> torno a un 20% -más deldoble del crecimi<strong>en</strong>to poblacional- con aum<strong>en</strong>tos espectaculares<strong>en</strong> el caso de Madrid, que amplió su suelo urbanizado <strong>en</strong> un 32%,o los de Sevilla y Val<strong>en</strong>cia, cuyo increm<strong>en</strong>to se situó <strong>en</strong> torno al25% (Oliveira, 2010).Todo lo anterior, <strong>en</strong> definitiva, no vi<strong>en</strong>e a sino a confirmar a estosespacios metropolitanos como los principales esc<strong>en</strong>arios de la135


dinámica urbanística <strong>en</strong> nuestro país, haci<strong>en</strong>do extraordinariam<strong>en</strong>teevid<strong>en</strong>te la necesidad y oportunidad de unos instrum<strong>en</strong>tos queregul<strong>en</strong> y ord<strong>en</strong><strong>en</strong> dichos territorios y sus dinámicas asociadas.En las líneas que sigu<strong>en</strong> se comprobará la respuesta del sistemade planeami<strong>en</strong>to y ord<strong>en</strong>ación del territorio <strong>en</strong> nuestro país a esacuestión.3. Anteced<strong>en</strong>tes y marco normativo de la planificaciónterritorial metropolitana <strong>en</strong> EspañaLa necesidad de <strong>en</strong>foques territoriales que ofrezcan solucionesa problemas que no pued<strong>en</strong> resolverse <strong>en</strong> el ámbito de la duplaciudad-plan urbanístico municipal, está <strong>en</strong> realidad <strong>en</strong> la base delas propuestas de los grandes pioneros del planeami<strong>en</strong>to territorial,como Howard, Geddes o Munford, para los cuales la ord<strong>en</strong>ación delterritorio (o regional planning) era la opción adecuada para resolverlos problemas de la ciudad de la primera mitad del siglo XX <strong>en</strong>Inglaterra o Estados Unidos (Hall, 1996). No es sin embargo hastadespués de la Segunda Guerra Mundial cuando se desarrollaron losprimeros planes metropolitanos, como los dirigidos por Abercrombie<strong>en</strong> Londres (1945) y Glasgow (1946); el de Cop<strong>en</strong>hague (1948) y yamás tardíam<strong>en</strong>te los esquemas directores de la región de Paris ola “Intercomunale” de Milán (Esteban, 2003).En España, antecedi<strong>en</strong>do incluso a la Ley del Suelo de 1956, sedesarrolló el Plan G<strong>en</strong>eral de Barcelona y su zona de influ<strong>en</strong>cia(1953), que planteó la definición de un área de 27 municipioscomo el ámbito del urbanismo y la gestión de servicios comunes,constituyéndose de hecho <strong>en</strong> el primer plan de clara vocación yrefer<strong>en</strong>cia metropolitana <strong>en</strong> nuestro país. Posteriorm<strong>en</strong>te, la Ley delSuelo de 1956, que ha supuesto prácticam<strong>en</strong>te hasta el mom<strong>en</strong>toel marco de refer<strong>en</strong>cia básico de la interv<strong>en</strong>ción urbanística <strong>en</strong>España, y que ti<strong>en</strong>e, <strong>en</strong> el plano instrum<strong>en</strong>tal, al Plan G<strong>en</strong>eral deOrd<strong>en</strong>ación Urbana como la pieza c<strong>en</strong>tral del sistema de ord<strong>en</strong>ación,sí contemplaba la posibilidad de planes de escala metropolitanabajo el nombre de Planes g<strong>en</strong>erales plurimunicipales de ord<strong>en</strong>aciónurbanística. En este contexto normativo cabe m<strong>en</strong>cionar eldesarrollo de dos planes de ámbito metropolitano: el Plan G<strong>en</strong>eralde Ord<strong>en</strong>ación del Área Metropolitana de Madrid (1964), que por136


primera vez adjetiva como metropolitano a un plan urbanístico <strong>en</strong>España. Por su parte, <strong>en</strong> el área de Barcelona, después de unapropuesta que no llegó a materializarse de revisión del m<strong>en</strong>cionadoPlan del 53 – el Plan Director del área metropolitana de Barcelona(1966)- <strong>en</strong> 1976 se aprobó el Plan G<strong>en</strong>eral Metropolitano deBarcelona, <strong>en</strong> este caso ya como Revisión legal de dicho Plan del53. Es significativo constatar que esta actividad de planeami<strong>en</strong>toestuvo directam<strong>en</strong>te ligada -temporal e instrum<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te- a laaparición y desarrollo de dos de las principales instituciones d<strong>en</strong>aturaleza metropolitana que han existido <strong>en</strong> España: La Comisiónde Planeami<strong>en</strong>to y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid(COPLACO) y la Corporación Metropolitana de Barcelona (Terán,1999). En Andalucía, por su parte, se desarrolló una experi<strong>en</strong>ciadistinta, pero que también afrontaba una escala metropolitana. Setrató de los Planes Comarcales que se formularon fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>tecomo marco de planificación física para las propuestas de losPolos de Desarrollo que se promovieron para difer<strong>en</strong>tes ciudadesandaluzas-. En el caso del área metropolitana de Sevilla, el PlanComarcal no llegó ni siquiera a la fase de Avance, pero sí seaprobaron Planes Comarcales <strong>en</strong> la Comarca de de la Vega deGranada (1973), formulado por el ayuntami<strong>en</strong>to de Granada y quecompr<strong>en</strong>día a 20 municipios, y <strong>en</strong> el Campo de Gibraltar (1969) queafectaba a siete municipios (<strong>Feria</strong> y Sánchez, 1990).La revisión de la Ley del Suelo <strong>en</strong> 1975, coincidi<strong>en</strong>do con el fin dela Dictadura, llevó a todo el sistema de ord<strong>en</strong>ación urbanística yterritorial a una situación de una cierta ambigüedad e indeterminación<strong>en</strong>tre una Ley estatal de orig<strong>en</strong> franquista, de un lado, y una nuevaarticulación de compet<strong>en</strong>cias y responsabilidades <strong>en</strong> esta materiaque se plasmaría <strong>en</strong> la Constitución del 78, del otro. Como esconocido, la Ley del 75 planteaba una nueva figura de ord<strong>en</strong>ación,los Planes Directores Territoriales de Coordinación, a caballo<strong>en</strong>tre el urbanismo y la ord<strong>en</strong>ación del territorio <strong>en</strong> sus visionestradicionales, que <strong>en</strong> principio podría haber servido para afrontarprocesos de planificación metropolitana, pero que por razones dedifer<strong>en</strong>te índole no fue <strong>en</strong> ningún caso utilizado como instrum<strong>en</strong>tode ord<strong>en</strong>ación para este tipo de ámbitos. En un contexto d<strong>en</strong>uevas instituciones democráticas –ayuntami<strong>en</strong>tos y comunidadesautónomas- y de graves problemas urbanísticos y territorialesde escala metropolitana, las pocas experi<strong>en</strong>cias desarrolladas137


a la espera de la definición del marco legal de la ord<strong>en</strong>ación delterritorio por las respectivas comunidades autónomas fue el int<strong>en</strong>tode elaboración de Directrices de coordinación del Planeami<strong>en</strong>tourbanístico para algunas áreas metropolitanas. Estas Directrices,que t<strong>en</strong>ían el rango legal de Avances de planeami<strong>en</strong>to, pret<strong>en</strong>díandotar de un marco común de refer<strong>en</strong>cia para la redacción delos planes municipales, pero su prácticam<strong>en</strong>te nula eficaciajurídica hizo que <strong>en</strong> los pocos casos <strong>en</strong> que llegaron a aprobarse,ap<strong>en</strong>as tuvieran incid<strong>en</strong>cia directa <strong>en</strong> la ord<strong>en</strong>ación del territoriometropolitano, como así sucedió <strong>en</strong> los ejemplos de las Directricesde Planeami<strong>en</strong>to territorial Urbanístico para la Revisión del PlanG<strong>en</strong>eral del Área Metropolitana de Madrid de 1981, el Esquema deOrd<strong>en</strong>ación de Valladolid y su Comarca de 1982 (B<strong>en</strong>ab<strong>en</strong>t, 2006),las Normas de Coordinación Metropolitana de Val<strong>en</strong>cia de 1988 ylas Directrices de Coordinación del Planeami<strong>en</strong>to Urbanístico de laAglomeración Urbana de Sevilla, de 1990.Pero, como se ha m<strong>en</strong>cionado, la atribución constitucionalde compet<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> materia de ord<strong>en</strong>ación del territorio a lascomunidades autónomas es la que abrió una nueva perspectivaa la cuestión, <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que permitía el desarrollo de nuevasfiguras e instrum<strong>en</strong>tos para abordar la ord<strong>en</strong>ación metropolitana. Laconfiguración del marco legal autonómico <strong>en</strong> la materia se inicia conla aparición de la Ley de Política Territorial de Cataluña de 1983, ala que seguirán las respectivas leyes autonómicas de Madrid (1984)y Navarra (1986). A partir de estas primeras iniciativas, las distintascomunidades autónomas han ido dotándose de una legislaciónterritorial propia de forma escalonada; dicho proceso no se ha vistocompletado hasta la aparición reci<strong>en</strong>te de las leyes de Castilla LaMancha, La Rioja y Castilla y León, <strong>en</strong> 1998, y finalm<strong>en</strong>te la deExtremadura <strong>en</strong> 2001, con las cuales ha quedado completo el marcolegislativo autonómico para el conjunto del panorama nacional. Alo largo de este periodo, algunas Comunidades Autónomas hansustituido sus primeras leyes de ord<strong>en</strong>ación territorial por otrasmás reci<strong>en</strong>tes; tal es el caso de Madrid, cuya Ley de Medidas dePolítica Territorial, Suelo y Urbanismo (1995) sustituyó a la anteriorLey de 1984; <strong>en</strong> el caso de Navarra la reci<strong>en</strong>te Ley de Ord<strong>en</strong>ación delTerritorio y Urbanismo de 2002 ha v<strong>en</strong>ido a sustituir a la anterior ley de1994, que a su vez sustituía a la primera ley de 1986; igualm<strong>en</strong>te sepued<strong>en</strong> citar los casos de Canarias, Baleares, Cantabria y Val<strong>en</strong>cia.138


Cada una de las difer<strong>en</strong>tes leyes autonómicas de ord<strong>en</strong>ación delterritorio define un conjunto propio de instrum<strong>en</strong>tos de ord<strong>en</strong>acióna través de los cuales se desarrollará la planificación territorialde la comunidad autónoma. En concreto, la ord<strong>en</strong>ación de lasáreas metropolitanas se articularía a través de los instrum<strong>en</strong>tosde ord<strong>en</strong>ación de ámbito subregional, aunque <strong>en</strong> algunascomunidades uniprovinciales no se contemplan estas figuras. Lad<strong>en</strong>ominación mayoritaria es la de Plan Territorial (g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>teSubregional o Parcial), pero también aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> algunos casos lafigura de Directrices, aunque con mayor cont<strong>en</strong>ido normativo quelas anteriorm<strong>en</strong>te referidas.Hay que señalar que <strong>en</strong> el transcurso del proceso anteriorm<strong>en</strong>tedescrito de constitución del cuerpo legislativo autonómico <strong>en</strong>materia de Ord<strong>en</strong>ación del Territorio, se observa <strong>en</strong> los últimosaños una clara t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia que se ha reforzado con la S<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ciadel Tribunal Constitucional (149/1998) sobre la atribución a lasComunidades Autónomas –no sólo como derecho, sino tambiéncomo obligación- de la compet<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> materia de legislaciónurbanística. Se trata de la conflu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre la legislación deord<strong>en</strong>ación del territorio y la legislación urbanística. Aunqueexistían anteced<strong>en</strong>tes, como <strong>en</strong> el caso de Madrid (1995), esa partir de la m<strong>en</strong>cionada fecha, cuando la gran mayoría de lasleyes de ord<strong>en</strong>ación territorial surgidas o revisadas incorporanla perspectiva urbanística. Tal es el caso de Castilla La Mancha(1998), La Rioja (1998), Extremadura (2001) y Navarra (2002). A estat<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia responde también la nueva Ley de Ord<strong>en</strong>ación Territorialy Régim<strong>en</strong> Urbanístico del Suelo de Cantabria, de 2001, así comoel Decreto Legislativo por el que se aprueba el texto refundido delas disposiciones legales vig<strong>en</strong>tes sobre Ord<strong>en</strong>ación del Territorio yUrbanismo de Asturias (<strong>Feria</strong>, Rubio y Santiago, 2005).4. La actual g<strong>en</strong>eración de planes de ord<strong>en</strong>ación del territoriometropolitanoLa exist<strong>en</strong>cia de un marco normativo y de una nítida responsabilidady compet<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la ord<strong>en</strong>ación de los territorios metropolitanos,<strong>en</strong> este caso correspondi<strong>en</strong>te a una administración más “cercana”a dichos territorios, unido a la <strong>en</strong>orme expansión de los procesos139


urbanos que tuvieron lugar prácticam<strong>en</strong>te desde mediados de losoch<strong>en</strong>ta, parece que hubiera de materializarse <strong>en</strong> la formulacióny desarrollo de planes metropolitanos que dirigieran y ord<strong>en</strong>aranlos procesos metropolitanos <strong>en</strong> España. Sin embargo, de unamanera apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te, la incapacidad o falta devoluntad política hizo que durante toda la década de los och<strong>en</strong>tay los nov<strong>en</strong>ta no se formulara ni un solo plan metropolitano <strong>en</strong>toda España. Los pocos esfuerzos que se hicieron <strong>en</strong> los och<strong>en</strong>taa través de la línea ya descrita de “directrices de coordinacióndel planeami<strong>en</strong>to urbanístico”, literalm<strong>en</strong>te se difuminaron <strong>en</strong> lamás completa inacción <strong>en</strong> la sigui<strong>en</strong>te década <strong>en</strong> relación a laord<strong>en</strong>ación metropolitana. Es reseñable <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido la prácticaunanimidad de todas las autoridades regionales, de muy distintocolor político, <strong>en</strong> no abordar esta cuestión, cuando <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tidocontrario, por ejemplo, <strong>en</strong> aquellas comunidades gobernadas porpartidos nacionalistas sí se había sido extraordinariam<strong>en</strong>te rápido yeficaz a la hora de definir los modelos territoriales regionales (<strong>Feria</strong>,Rubio y Santiago, op. cit.). De todo lo anterior se puede deduciruna primera conclusión que no es otra sino la de la falta de interéspor este ámbito de la interv<strong>en</strong>ción pública, no solo por parte de laadministraciones autonómicas sino por el conjunto de los poderesque constituy<strong>en</strong> la Administración del Estado, especialm<strong>en</strong>te laslocales, que <strong>en</strong> una mayoría de ocasiones han sido los más clarosopositores al desarrollo de estos procesos de ord<strong>en</strong>ación territorial,<strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que, según argum<strong>en</strong>taban, restringía su capacidady libertad para ord<strong>en</strong>ar el territorio municipal. Las consecu<strong>en</strong>cias deesta inacción son difíciles de calcular, pero sí extraordinariam<strong>en</strong>tefáciles de percibir <strong>en</strong> unas áreas metropolitanas con <strong>en</strong>ormesproblemas de funcionami<strong>en</strong>to, exceso de oferta urbanística –resid<strong>en</strong>cial y productiva- y una considerable pérdida o deterioro derecursos ambi<strong>en</strong>tales y paisajísticos.No es, por tanto, prácticam<strong>en</strong>te hasta ya la primera década deeste siglo cuando han empezado a aprobarse y desarrollarse losprimeros planes metropolitanos <strong>en</strong> nuestro país. Los dos quepued<strong>en</strong> considerarse “pioneros” son los de la Aglomeración Urbanade Granada (aprobado <strong>en</strong> 1999, pero publicado <strong>en</strong> BOJA <strong>en</strong> 2000)y las Directrices de Ord<strong>en</strong>ación Territorial de Valladolid y su Entorno(2001). Como puede verse, correspond<strong>en</strong> a dos ámbitos que yahabían contado con experi<strong>en</strong>cias o iniciativas de ord<strong>en</strong>ación de140


escala metropolitana, por lo que estos planes no vi<strong>en</strong><strong>en</strong> sino a darun cierto s<strong>en</strong>tido de continuidad a los procesos de planificación<strong>en</strong> los respectivos ámbitos. Junto a ellos, incluso adelantándosealgo <strong>en</strong> el tiempo, se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran otra iniciativa que, aunque concaracterísticas y circunstancias singulares, sí debe incluirse <strong>en</strong> estarelación de experi<strong>en</strong>cias de planificación metropolitana. Se trata delas Normas Urbanísticas Comarcales de la Comarca de Pamplona(1999), una figura correspondi<strong>en</strong>te a la antigua Ley de Ord<strong>en</strong>acióndel Territorio y Urbanismo de Navarra (1994); hoy <strong>en</strong> día sustituida,como ya se ha reseñado, por la Ley Foral de 2002 del mismonombre, y que elimina dicha figura. En cualquier caso, a pesarde que ya no existe dicha figura, las Normas sigu<strong>en</strong> teóricam<strong>en</strong>tevig<strong>en</strong>tes hasta que sean sustituidas por el Plan de Ord<strong>en</strong>aciónTerritorial correspondi<strong>en</strong>te (P<strong>OT</strong>3), d<strong>en</strong>ominado Área C<strong>en</strong>tral.Básicam<strong>en</strong>te, estas Normas, que no ti<strong>en</strong>e capacidad para clasificarel suelo, lo que plantean es la zonificación global de área con losprincipales usos y sistemas que estructuran la ord<strong>en</strong>ación territorialde un ámbito muy semejante al que dibuja el área metropolitana.Es ya a partir de mediados de la década cuando se van aprobandolos restantes hasta completar la actual lista de 12 PlanesTerritoriales que hemos catalogado como de ord<strong>en</strong>ación de lasáreas metropolitanas españolas (Tabla 2). Debe precisarse quepara la inclusión <strong>en</strong> dicho listado debían t<strong>en</strong>er al m<strong>en</strong>os un actofirme de Aprobación administrativa, que es Definitiva <strong>en</strong> casi todoslos planes <strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to actual, excepto <strong>en</strong> el Plan TerritorialParcial Donostia-San Sebastián, que es Inicial. Como veremos <strong>en</strong>las líneas que sigu<strong>en</strong>, con ese conjunto de planes no se agota todala experi<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> iniciativas de ord<strong>en</strong>ación territorial que afectana las áreas metropolitanas españolas, pero bi<strong>en</strong> porque dichasiniciativas no han llegado a su formulación y aprobación comodocum<strong>en</strong>tos de planificación, bi<strong>en</strong> porque no ti<strong>en</strong><strong>en</strong> el carácter oafectan parcialm<strong>en</strong>te al territorio metropolitano, no proced<strong>en</strong> suconsideración como Planes de ord<strong>en</strong>ación de áreas metropolitanas.141


Tabla 2. Planes de Ord<strong>en</strong>ación Territorial Metropolitanos aprobadosNombre del P<strong>OT</strong>FechaaprobaciónFecha publicaciónCCAANUC Comarcade Pamplona22/03/1999BON Nº 7414/06/1999NavarraP<strong>OT</strong> AglomeraciónUrbana de Granada27/12/1999BOJA Nº 37 -28/03/2000AndalucíaDO Valladolidy su Entorno02/08/2001P<strong>OT</strong> Bahía de Cádiz 27/07/2004PTP Álava C<strong>en</strong>tral 28/12/2004P<strong>OT</strong> Costadel Sol Occid<strong>en</strong>tal18/07/2006BOCyL Nº154 -08/08/2001BOJA Nº 198 -08/10/2004BOPV Nº 32 -12/02/2005BOJA Nº 196 -09/10/2006Castilla yLeónAndalucíaPaís VascoAndalucíaPTP BilbaoMetropolitano26/09/2006BOPV Nº 212 -07/11/2006País VascoP<strong>OT</strong> AglomeraciónUrbana de Sevilla09/06/2009BOJA Nº 132 -09/07/2009AndalucíaP<strong>OT</strong> AglomeraciónUrbana de Málaga21/07/2009BOJA Nº 142 -23/07/2009AndalucíaPTP RegiónMetropolitanade Barcelona20/04/2010DOGC Nº 5627 -12/05/2010CataluñaPDU SistemaUrbano de Girona27/07/2010DOGC Nº 5705 -01/09/2010CataluñaPTP Donostia-SanSebastián16/07/2010BOPV Nº 188- 29/09/2010(aprobación inicial)País VascoFu<strong>en</strong>te: Elaboración propiaLa repres<strong>en</strong>tación sobre el mapa de España de estos procesosde ord<strong>en</strong>ación territorial metropolitana refleja algunos hechos quedeb<strong>en</strong> reseñarse (Figura 2). El primero y más obvio es la constataciónde la afirmación, que hicimos anteriorm<strong>en</strong>te, acerca de la escasaimportancia y at<strong>en</strong>ción que se ha dedicado <strong>en</strong> nuestro país <strong>en</strong>las dos últimas décadas a la ord<strong>en</strong>ación territorial metropolitana.Sólo algo más una cuarta parte de las áreas metropolitanas142


españolas (un total de 12 sobre 46 delimitadas) han desarrollado<strong>en</strong> ese periodo de tiempo un instrum<strong>en</strong>to de planificación paraord<strong>en</strong>ar sus respectivos territorios, una proporción que se antojaespecialm<strong>en</strong>te corta e insufici<strong>en</strong>te si se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta, además,que <strong>en</strong>tre las muchas que no cu<strong>en</strong>tan con este tipo de iniciativasse <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran algunas de las más importantes de España y,sobre todo, comunidades autónomas con significativos procesosmetropolitanos <strong>en</strong> sus territorios sin una sola iniciativa que se hayamaterializado como instrum<strong>en</strong>to de planificación.Figura 2. Ámbito de actuación de los Planes Territoriales MetropolitanosaprobadosFu<strong>en</strong>te: Elaboración propiaEfectivam<strong>en</strong>te, aparte de Andalucía, País Vasco y Cataluña, que sihan mostrado una voluntad de plantear procesos de ord<strong>en</strong>aciónterritorial metropolitana y que serán analizadas <strong>en</strong> el apartadosigui<strong>en</strong>te, el resto de las comunidades autónomas han mostradoun escaso o nulo interés <strong>en</strong> este tipo de procesos. Entre los quesí cabe señalar una cierta actividad de ord<strong>en</strong>ación metropolitanaestán las comunidades de Navarra y Castilla y León, ya que comose infiere de la relación de instrum<strong>en</strong>tos desarrollados, ambasadministraciones aprobaron s<strong>en</strong>dos docum<strong>en</strong>tos de ord<strong>en</strong>aciónpara, respectivam<strong>en</strong>te, las áreas de Pamplona y Valladolid. Estos143


docum<strong>en</strong>tos, <strong>en</strong> todo caso, t<strong>en</strong>ían una marcado carácter directivo,con poca efectividad ord<strong>en</strong>adora, lo que unido al hecho de qu<strong>en</strong>o se hayan revisado o actualizado muestran la debilidad de losprocesos de planificación. Esta debilidad se confirma, por otrolado, por la experi<strong>en</strong>cia acumulada <strong>en</strong> Castilla y León con iniciativas<strong>en</strong> las tres áreas metropolitanas de la región (León, Salamancay Burgos) que se impulsaron hace más de un lustro pero que <strong>en</strong>ningún caso han superado algún trámite de aprobación (Tabla 3).Tabla 3. Planes de Ord<strong>en</strong>ación Territorial Metropolitanos <strong>en</strong> elaboración15/11/2005Inicio procedimi<strong>en</strong>toaprobaciónDO Área Urbana de León12/01/2007Información pública deDictam<strong>en</strong> Medioambi<strong>en</strong>tal21/10/2008Aprobación docum<strong>en</strong>to derefer<strong>en</strong>cia para EvaluaciónAmbi<strong>en</strong>tal20/01/2006Inicio procedimi<strong>en</strong>toaprobación02/03/2007Info pública de Dictam<strong>en</strong>Medioambi<strong>en</strong>talDO Área Urbana deSalamanca17/11/200812/12/200517/11/2008Aprobación docum<strong>en</strong>to derefer<strong>en</strong>cia para EvaluaciónAmbi<strong>en</strong>talInicio procedimi<strong>en</strong>toaprobaciónAprobación docum<strong>en</strong>to derefer<strong>en</strong>cia para EvaluaciónAmbi<strong>en</strong>talDO del Alfoz de Burgos26/02/2010Se inicia de nuevo delprocedimi<strong>en</strong>to de aprobación(esta vez pres<strong>en</strong>tando unnuevo docum<strong>en</strong>to: DOÁmbito Subregional del ÁreaUrbana de Burgos)P<strong>OT</strong> Aglomeración Urbanade AlmeríaP<strong>OT</strong> Aglomeración Urbanade HuelvaFormulación del Plan09/12/2008 (Inicio de procedimi<strong>en</strong>to deaprobación)01/12/2009 Información pública09/12/2008Inicio procedimi<strong>en</strong>to deaprobación12/01/2010 Información pública144


27/03/2007Inicio procedimi<strong>en</strong>to deaprobaciónP<strong>OT</strong> Campo de Gibraltar 26/05/2009Modificación del Decreto deformulación01/12/2009 Información públicaPAT Entorno Metropolitanode Alicante y Elche10/02/2005 Información públicaPAT Entorno de Castellón 10/06/2005 Información públicaDR<strong>OT</strong> con Directricesespecíficas para el área 31/01/2006 Avancec<strong>en</strong>tral de AsturiasPTP Área MetropolitanaT<strong>en</strong>erife18/07/2006 AvanceFu<strong>en</strong>te: Elaboración propiaMás escasa es aún la experi<strong>en</strong>cia exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el resto decomunidades autónomas. En Galicia, por ejemplo, con cinco áreasmetropolitanas delimitadas –la segunda <strong>en</strong> número, solo por detrásde Andalucía- no consta ni una iniciativa <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido, aunquesí es cierto que la inactividad <strong>en</strong> materia de ord<strong>en</strong>ación territorial<strong>en</strong> esta región no se refiere sólo a la metropolitana. Situacióndiametralm<strong>en</strong>te opuesta es la de Canarias, que ha desarrolladocasi un c<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ar de instrum<strong>en</strong>tos de planificación al amparo dela Ley de ord<strong>en</strong>ación del territorio, la mayoría de ellos sectoriales,pero también territoriales, <strong>en</strong>tre los que se incluy<strong>en</strong> los PlanesInsulares de Ord<strong>en</strong>ación, pero <strong>en</strong> el que el único Plan que afecta auna espacio metropolitano –el Plan territorial Parcial Metropolitanode T<strong>en</strong>erife- no ha pasado de la fase de Avance (2006). Junto aestos casos, también es reseñable la aus<strong>en</strong>cia de iniciativas <strong>en</strong>áreas metropolitanas de cierta dim<strong>en</strong>sión y complejidad comola de Zaragoza –quizás porque la gran ext<strong>en</strong>sión de su términomunicipal haga que se conc<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> <strong>en</strong> él una parte sustancial de losprocesos metropolitanos- y la del área Oviedo-Gijón-Avilés, dond<strong>en</strong>o parece <strong>en</strong>contrarse el instrum<strong>en</strong>to adecuado para una realidadtan compleja, ya que el int<strong>en</strong>to de “Directrices Regionales de <strong>OT</strong>con Directrices Especificas para el Área C<strong>en</strong>tral” no pasó tampocode la fase de Avance (2006) (Rodríguez, 2009).Pero es <strong>en</strong> las Comunidades val<strong>en</strong>ciana y de Madrid dondemás obviam<strong>en</strong>te se muestra la falta de interés por la ord<strong>en</strong>aciónmetropolitana ya que incluy<strong>en</strong> a dos de las tres primeras145


áreas metropolitanas españolas. En la primera Comunidad, lasanteriorm<strong>en</strong>te referidas Normas de Coordinación Metropolitanade Val<strong>en</strong>cia, previas a la aprobación de la Ley de Ord<strong>en</strong>aciónTerritorial, constituirían el único instrum<strong>en</strong>to de refer<strong>en</strong>cia, puesformalm<strong>en</strong>te no han sido derogadas, aunque materialm<strong>en</strong>te esténinoperativas (Burriel, 2009). Junto a ellas, las dos iniciativas dePlanes de Acción Territorial del Entorno de Castellón y el PAT delEntorno Metropolitano de Alicante y Elche, pres<strong>en</strong>tados <strong>en</strong> 2005,no han pasado de la fase de Información Pública.Finalm<strong>en</strong>te, el caso de Madrid es extremadam<strong>en</strong>te singular porsu condición primero de capital del Estado y <strong>en</strong> segundo lugarpor constituir un ámbito metropolitano que prácticam<strong>en</strong>te ocupatoda la Comunidad y que además se expande por provinciaslimítrofes, por lo que su realidad se ajusta más a la noción deregión metropolitana. Se trata por tanto de un caso especialm<strong>en</strong>tecomplejo y relevante <strong>en</strong> la que las distintas iniciativas habidas desdela aprobación de la primera ley regional de ord<strong>en</strong>ación del territorio(1985) no han conseguido cuajar más allá de las g<strong>en</strong>éricas Basesdel Plan Regional de Estrategia Territorial (1997) y de una serie deplanes sectoriales de interés metropolitano. Sí debe reseñarse,curiosa y significativam<strong>en</strong>te, que la vecina Comunidad de Castilla-La Mancha si ha impulsado tres Planes de Ord<strong>en</strong>ación del Territorio<strong>en</strong> ámbitos parcialm<strong>en</strong>te afectados por la expansión de la regiónmetropolitana de Madrid, (Planes de Ord<strong>en</strong>ación del Territorio delCorredor del H<strong>en</strong>ares; de la Mesa de Ocaña y corredor de la A-3; yde La Sagra) (figura 3), sigui<strong>en</strong>do de alguna manera la estela de unasiniciativas de principios de los nov<strong>en</strong>ta de la propia Comunidad deMadrid de plantear Estrategias Territoriales de ord<strong>en</strong>ación parciales(subregionales) del territorio metropolitano tanto <strong>en</strong> el Corredor delH<strong>en</strong>ares como de la Zona Sur Metropolitana.146


Figura 3. P<strong>OT</strong>s de la C.A. de Castilla la Mancha <strong>en</strong> el ámbito de la regiónmetropolitana de MadridFu<strong>en</strong>te: Elaboración propia5. Características y especificidades de los modelos deplanificación territorial metropolitana <strong>en</strong> EspañaPara concluir este inicial recorrido sobre el estado actual de laplanificación territorial metropolitana <strong>en</strong> España merece la p<strong>en</strong>adet<strong>en</strong>erse, aunque sea brevem<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> las características ysingularidades que pres<strong>en</strong>tan las tres experi<strong>en</strong>cias regionalesque más han avanzado (Andalucía, Cataluña y País Vasco) <strong>en</strong> lamateria, <strong>en</strong> la medida <strong>en</strong> que ello permitirá ilustrar la diversidad ycomplejidad que supone, <strong>en</strong> el actual marco de políticas territoriales,el desarrollo de una propuesta de ord<strong>en</strong>ación metropolitana.a) País Vasco. El País Vasco cu<strong>en</strong>ta con tres áreas metropolitanas,una la de Bilbao, con algo más de un millón ci<strong>en</strong> mil habitantes,<strong>en</strong> el segundo escalón de la jerarquía metropolitana española, yotras dos que podrían situarse <strong>en</strong> un cuarto escalón, que son lasde Donostia y Vitoria, constituy<strong>en</strong>do un sistema bastante ajustado<strong>en</strong> términos de rango-tamaño.147


El sistema de ord<strong>en</strong>ación territorial <strong>en</strong> esta Comunidad se ajusta alpatrón clásico de carácter piramidal, con un instrum<strong>en</strong>to de escalaregional <strong>en</strong> la cúspide (las Directrices de Ord<strong>en</strong>ación Territorial) yunos Planes Territoriales Parciales que deb<strong>en</strong> desarrollar dichasdirectrices <strong>en</strong> las difer<strong>en</strong>tes Áreas Funcionales definidas <strong>en</strong> lasmismas. La clave <strong>en</strong> este caso, está lógicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la definición ydelimitación de estas áreas funcionales. En ese s<strong>en</strong>tido, el modelometodológico de las D<strong>OT</strong>, aprobadas <strong>en</strong> 1997, se ajusta tambiéna un patrón clásico <strong>en</strong> el que el objetivo es cubrir la totalidaddel territorio con una serie de unidades subregionales (15) que“cierr<strong>en</strong>” sin ninguna discontinuidad o solape el mismo. Junto aello, la apuesta por un sistema polinuclear de ciudades, que primamás la uniformidad funcional que la actual distribución jerárquicadel sistema. Consecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, lo metropolitano no es de por síun elem<strong>en</strong>to de refer<strong>en</strong>cia a la hora de establecer definiciones ypolíticas concretas de ord<strong>en</strong>ación territorial. Ello aparece reflejado<strong>en</strong> la delimitación y definición de las áreas funcionales que afectana los tres territorios metropolitanos, porque significativam<strong>en</strong>teel único que se adjetiva como metropolitano, el de Bilbao, estáclaram<strong>en</strong>te cerc<strong>en</strong>ado <strong>en</strong> lo que es la verdadera ext<strong>en</strong>sión del áreametropolitana de Bilbao, que abarcaría al m<strong>en</strong>os a otras seis áreasfuncionales delimitadas (Balmaseda-Zalla; Llodio; Igorre; Durango;Gernika-Markina y Mungia). Por el contrario, curiosam<strong>en</strong>te, ya pesar de que el criterio funcional metropolitano no ha sido elutilizado para la delimitación, <strong>en</strong> las otras dos áreas metropolitanas,su delimitación como Áreas Funcionales se ajusta con bastanteprecisión a los ámbitos metropolitanos funcionales definidos porlos criterios conv<strong>en</strong>cionales.En todo caso y, a exp<strong>en</strong>sas de un análisis <strong>en</strong> profundidad de losrespectivos planes, que no es materia de esta inicial aproximación,lo que sí cabe es señalar es que de los dos que ya están vig<strong>en</strong>tes,el de Álava C<strong>en</strong>tral pres<strong>en</strong>ta un carácter más estratégico, demarketing territorial, mi<strong>en</strong>tras que el de Bilbao Metropolitano yati<strong>en</strong>e una ori<strong>en</strong>tación más clásica, <strong>en</strong>trando <strong>en</strong> mayores detallesde regulación de usos de suelo (Urkidi, 2008). En esa misma línease mueve el docum<strong>en</strong>to del área de Donostia-San Sebastián, quepor vicisitudes de carácter fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te político aún no haconseguido su Aprobación Definitivab) Cataluña. Cataluña, por su parte, ha partido de unas bases148


similares al ejemplo vasco <strong>en</strong> el plano normativo y teórico, peroposteriorm<strong>en</strong>te su experi<strong>en</strong>cia ha variado notablem<strong>en</strong>te respecto aéste. No es necesario insistir <strong>en</strong> que el caso catalán es radicalm<strong>en</strong>tedistinto <strong>en</strong> cuanto a la configuración de su sistema urbano, con unagran área (región) metropolitana de rango contin<strong>en</strong>tal, de cuatromillones y medio de habitantes y que agrupa a dos terceras partesde la población de la Comunidad, de un lado, y tres pequeñasáreas metropolitanas, del otro, situadas una (Tarragona) <strong>en</strong> elcuarto escalón de la jerarquía urbana y las otras dos (Girona yLleida) <strong>en</strong> el escalón inferior y con unos procesos metropolitanosaún incipi<strong>en</strong>tes.A este marco de refer<strong>en</strong>cia territorial se le aplica, <strong>en</strong> principio,un modelo de interv<strong>en</strong>ción territorial similar al ya descrito parael ejemplo vasco. Es decir un instrum<strong>en</strong>to de escala regional, <strong>en</strong>este caso el Plan Territorial G<strong>en</strong>eral (1995), que define una seriede ámbitos territoriales intermedios que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ser ord<strong>en</strong>adosmediante los correspondi<strong>en</strong>tes Planes Territoriales Parciales. Aquí,como <strong>en</strong> el caso anterior, estos ámbitos –siete <strong>en</strong> total- “cierran” latotalidad del territorio, pero a difer<strong>en</strong>cia de él no se trata de ámbitosfuncionales, sino que obedec<strong>en</strong> más bi<strong>en</strong> a lógicas históricas –veguerías- de configuración del territorio catalán. Nos <strong>en</strong>contramos<strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia con ámbitos de relativo gran tamaño que <strong>en</strong> lamayoría de los casos alberga una notable complejidad interna,sobre todo <strong>en</strong> lo que respecta al plano funcional y urbanístico.De esta manera y precisam<strong>en</strong>te para abordar este hecho, la Leyde Urbanismo de Cataluña de 2005 contempla la figura del PlanDirector Urbanístico, a modo de instrum<strong>en</strong>tos intermedios <strong>en</strong>tre elplaneami<strong>en</strong>to territorial y el local, correspondiéndoles establecer“las directrices para coordinar la ord<strong>en</strong>ación urbanística de unterritorio de ámbito supramunicipal, el desarrollo urbanísticosost<strong>en</strong>ible, la movilidad de personas y mercancías y el transportepúblico, las medidas de protección del suelo no urbanizable ylos criterios para su estructuración orgánica, la concreción de lasgrandes infraestructuras y las políticas supramunicipales de sueloy vivi<strong>en</strong>da” (DPTOP, 2006)Este modelo de interv<strong>en</strong>ción facilita, al m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> teoría, el<strong>en</strong>garce <strong>en</strong>tre las difer<strong>en</strong>tes escalas y niveles instrum<strong>en</strong>tales deplanificación, adecuando estos a la naturaleza de los problemas149


que deb<strong>en</strong> abordarse, que lógicam<strong>en</strong>te no son los mismos <strong>en</strong>la región metropolitana de Barcelona que <strong>en</strong> las otras tres áreasmetropolitanas catalanas. En el mom<strong>en</strong>to actual, y gracias alimpulso dado por el programa de Planeami<strong>en</strong>to Territorial, lascuatro áreas metropolitanas, como el resto del territorio catalán,cu<strong>en</strong>tan con Planes Territoriales Parciales (PTP). Sin embargo,por su escala y características, excepto <strong>en</strong> el caso de BarcelonaMetropolitana, ninguno de ellos pued<strong>en</strong> considerarse como Planesde ord<strong>en</strong>ación metropolitanos. En efecto, los tres PTPs <strong>en</strong> los quese incluy<strong>en</strong> las áreas metropolitanas de Tarragona, Girona y Lleidaabarcan territorios de una ext<strong>en</strong>sión notablem<strong>en</strong>te superior al áreametropolitana correspondi<strong>en</strong>te (<strong>en</strong>tre cinco y siete veces mayor),razón por la cual estos instrum<strong>en</strong>tos defin<strong>en</strong> a su vez una seriede ámbitos supramunicipales que serán los que deberán ord<strong>en</strong>arlos PDU. Así, a las áreas metropolitanas antes m<strong>en</strong>cionadas lecorresponde un ámbito supramunicipal (Tarragonés, Sistemaurbano de Girona y Lleida) que deb<strong>en</strong> ser ord<strong>en</strong>ada por dicha figura.Respecto a esta cuestión debe señalarse que, como se ha visto,<strong>en</strong> ningún caso se utiliza el término metropolitano para referirse aestos ámbitos y <strong>en</strong> segundo lugar que la ext<strong>en</strong>sión de los ámbitos,excepto <strong>en</strong> el caso de Lleida, es inferior al del área metropolitanafuncional. De los tres PDU que se t<strong>en</strong>ían que desarrollar solo havisto la luz el correspondi<strong>en</strong>te a Girona, con un cont<strong>en</strong>ido, ademásmuy ori<strong>en</strong>tado a ord<strong>en</strong>ar y promover usos productivos <strong>en</strong> tornoa las grandes infraestructuras (AVE, aeropuerto y AP-7) (Castañer,Gutiérrez, Hereu, 2010).150


Figura 4. PTP de la Región Metropolitana de Barcelona(Plano de información - Valor paisajístico)Fu<strong>en</strong>te: G<strong>en</strong>eralitat de Cataluña -Dep. del Territorio y sost<strong>en</strong>ibilidad (www.g<strong>en</strong>cat.cat)Otra dim<strong>en</strong>sión ti<strong>en</strong>e el Plan Territorial Parcial de la RegiónMetropolitana de Barcelona (2010). Como su propia d<strong>en</strong>ominaciónindica, este Plan, que sustituye al Plan Metropolitano de Barcelonade 1976), asume sin ambages la naturaleza metropolitana del ámbitocomo factor determinante, abarcando un territorio sólo ligeram<strong>en</strong>tesuperior al área metropolitana funcional, ya que incluye al P<strong>en</strong>edés,y no distingui<strong>en</strong>do ámbitos supramunicipales <strong>en</strong> su interior. El Planti<strong>en</strong>e un carácter estratégico, de vínculos territoriales, actuacionesadministrativas y compromisos económicos, c<strong>en</strong>trándose <strong>en</strong> treselem<strong>en</strong>tos de la estructura territorial: el sistema de espacios abiertos;el sistema de as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos y el sistema de infraestructuras.c) Andalucía. La región andaluza es la más poblada y con el sistemaurbano más pot<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre todas las españolas. Incluye un total de10 áreas metropolitanas, pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a todos los niveles de lajerarquía urbana, excepto el superior. No es por tanto incoher<strong>en</strong>teque sea <strong>en</strong> esta Comunidad Autónoma donde se haya desarrolladouna experi<strong>en</strong>cia más amplia <strong>en</strong> términos de ord<strong>en</strong>ación territorialmetropolitana.151


Hay que com<strong>en</strong>zar señalando que, fr<strong>en</strong>te a los casos vasco ycatalán, la sucesión y organización del proceso de ord<strong>en</strong>aciónterritorial no es tan lineal y directa. En primer lugar, porque sedesarrollan numerosos Planes Subregionales antes de que seformule el Plan de Ord<strong>en</strong>ación del Territorio de Andalucía (2006)y <strong>en</strong> segundo lugar porque <strong>en</strong> este no se “cierra” el territorio <strong>en</strong>lo que se refiere a la delimitación de los ámbitos de planificaciónde escala subregional. Todo ello otorga al proceso de ord<strong>en</strong>aciónterritorial un carácter m<strong>en</strong>os jerárquico, más abierto, pero tambiénmás errático y con m<strong>en</strong>or coher<strong>en</strong>cia (<strong>Feria</strong>, 2006).Esta afirmación se puede constatar <strong>en</strong> la trayectoria que ha seguidola formulación y aprobación de los planes metropolitanos. En unprincipio, una vez aprobada la Ley de Ord<strong>en</strong>ación del Territoriode Andalucía <strong>en</strong> 1994, se planteó la formulación de planes <strong>en</strong> loscinco ámbitos metropolitanos más evid<strong>en</strong>tes de la región (Sevilla,Málaga, Granada, Bahía de Cádiz y Campo de Gibraltar). De ellossólo llegan a ser formulados y aprobados definitivam<strong>en</strong>te los deGranada (2000) y el de Bahía de Cádiz (2004), aunque este últimofue anulado <strong>en</strong> 2006 por el TSJA, basándose significativam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>el incumplimi<strong>en</strong>to del plazo de elaboración del P<strong>OT</strong>AU (Toscano,2010). De ambos cabe decir <strong>en</strong> primer lugar, que se basan <strong>en</strong>preced<strong>en</strong>tes ya citados de procesos de planificación metropolitanay, <strong>en</strong> segundo lugar, que se circunscrib<strong>en</strong> a ámbitos claram<strong>en</strong>teinferiores a las áreas metropolitanas funcionales, <strong>en</strong> gran parte porsujeción a tales preced<strong>en</strong>tes. En el caso de Bahía de Cádiz, la noinclusión de Jerez resultaba especialm<strong>en</strong>te llamativa, cuestión que<strong>en</strong> todo caso se va a resolver con la nueva formulación del P<strong>OT</strong>AUde Bahía de Cádiz- Jerez.Posteriorm<strong>en</strong>te, paralela a la formulación y aprobación del P<strong>OT</strong>A,se aprueban el Plan de la Costa del Sol Occid<strong>en</strong>tal (2006) que noti<strong>en</strong>e una ori<strong>en</strong>tación metropolitana –este ámbito no es consideradocomo tal <strong>en</strong> el P<strong>OT</strong>A- sino que está fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te p<strong>en</strong>sadopara abordar los graves problemas urbanísticos y territoriales quehabía g<strong>en</strong>erado la actuación de determinadas administracioneslocales sobre esta parte del litoral.152


Figura 5. P<strong>OT</strong>AU de Sevilla(Plano de ord<strong>en</strong>ación – Red de transporte público)Fu<strong>en</strong>te: Junta de Andalucía - Consejería de Obras Públicas y Vivi<strong>en</strong>da (www.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivi<strong>en</strong>da)El grupo de los Planes aprobados se cierra con los correspondi<strong>en</strong>tesa las dos grandes áreas metropolitanas regionales (Sevilla yMálaga), ya con el P<strong>OT</strong>A <strong>en</strong> vigor, y que deb<strong>en</strong> incorporar loslímites al crecimi<strong>en</strong>to que éste establece. Se desarrollan sobreunos ámbitos muy ajustados a las realidades funcionales y ti<strong>en</strong><strong>en</strong>un carácter sobre todo de ori<strong>en</strong>tación estratégica <strong>en</strong> cuanto losgrandes sistemas estructurales (espacios libres y comunicaciones).Para completar la <strong>en</strong>umeración de los planes metropolitanos deord<strong>en</strong>ación territorial <strong>en</strong> Andalucía, debe m<strong>en</strong>cionarse que se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> proceso de formulación los de Almería, Huelva yCampo de Gibraltar, mi<strong>en</strong>tras que el de Córdoba está <strong>en</strong> redacción153


(contaba con un docum<strong>en</strong>to de criterios y objetivos muy avanzado),con lo que solo quedaría el de Jaén para cubrir la totalidad delas áreas metropolitanas andaluzas con su respectivo Plan deOrd<strong>en</strong>ación Territorial.6. ConclusionesEn esta inicial revisión y puesta al día de la situación de laplanificación territorial metropolitana <strong>en</strong> España se han puesto demanifiesto algunas cuestiones relevantes que deb<strong>en</strong> destacarse.La primera cuestión que debe m<strong>en</strong>cionarse es que d<strong>en</strong>tro del hechoya constatado de que este no ha sido ni es una cuestión prioritariade las administraciones públicas, el último lustro ha contempladoun significativo aum<strong>en</strong>to del número de planes aprobados (sietede los actuales doce <strong>en</strong> vigor) que parece indicar un significativoaum<strong>en</strong>to de dicho interés, que habrá que evaluar <strong>en</strong> los próximosaños si se consolida como una práctica pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te as<strong>en</strong>tada <strong>en</strong>nuestra actividad político-administrativa. Para ello, la cuestiónclave es que esta cultura de planificación territorial metropolitanaque se ha as<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> tres o, como mucho, cuatro comunidadesautónomas, se exti<strong>en</strong>da a una mayoría de ellas que hasta ahora nohan mostrado especial interés <strong>en</strong> la materia.Un segundo aspecto que se trasluce de esta inicial revisión es que,incluso <strong>en</strong> aquellos ámbitos regionales donde se han puesto <strong>en</strong>marcha procesos de planificación, no se llega a asumir con todassus consecu<strong>en</strong>cias la naturaleza de lo metropolitano como laauténtica ciudad real <strong>en</strong> España. Ello se comprueba <strong>en</strong> la propiad<strong>en</strong>ominación de los planes u ámbitos referidos, que solo <strong>en</strong> doscasos -Bilbao y Barcelona- incorporan el término metropolitano.Significativo es <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido el ejemplo de Andalucía, quesigue anclada <strong>en</strong> el término “aglomeración urbana”, que empezóa utilizarse para estos ámbitos a finales de los och<strong>en</strong>ta por temora que la utilización del término área metropolitana llevara a laconfusión respecto a su materialización institucional.La no asunción de lo metropolitano lleva aparejado, por otro lado,una infravaloración de su alcance y ext<strong>en</strong>sión espacial que se refleja154


<strong>en</strong> ámbitos de planificación g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te más pequeños de losque son las áreas metropolitanas funcionales, lo que <strong>en</strong> definitivasupone un insufici<strong>en</strong>te tratami<strong>en</strong>to de determinadas cuestionesclave, como el dim<strong>en</strong>sionami<strong>en</strong>to de suelo para resid<strong>en</strong>cia oactividades productivas, el sistema de espacio libre y el paisaje oalgunos sistemas infraestructurales básicos.Por último, a falta de <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> análisis de detalle de los procesosy cont<strong>en</strong>idos de planificación, lo que se comprueba inicialm<strong>en</strong>tees una significativa diversidad de modos de afrontar la cuestión,tanto desde el punto de vista de las características y alcance delos propios instrum<strong>en</strong>tos y sus procesos de formulación, como<strong>en</strong> lo que se refiere a los cont<strong>en</strong>idos materiales y formales de losmismos. Esto, que no ti<strong>en</strong>e que ser un problema, sino más bi<strong>en</strong> unaoportunidad, lo que <strong>en</strong> definitiva está mostrando es la exist<strong>en</strong>ciay necesidad de una búsqueda, todavía sin resultados apar<strong>en</strong>tes,de soluciones eficaces y operativas a los retos de la ord<strong>en</strong>aciónterritorial metropolitana <strong>en</strong> España.7. Bibliografía y WebsBENABENT, M. (2006): La ord<strong>en</strong>ación del territorio <strong>en</strong> España.Sevilla, Publicaciones de la Universidad de Sevilla.BURRIEL, E. (2009): “La planificación territorial <strong>en</strong> la ComunidadVal<strong>en</strong>ciana (1986-2009)”. Revista Scripta Nova, vol. XIII, nº306.CASTAÑER, M., GUTIÉRREZ, O. y HEREU, M. (2010): “Áreasurbanas y áreas de planificación <strong>en</strong> Cataluña”, <strong>en</strong> J.M. <strong>Feria</strong>y J.M. Albertos (coords.): La ciudad metropolitana <strong>en</strong> España:procesos urbanos <strong>en</strong> España <strong>en</strong> los inicios del siglo XXI.Pamplona, Thomson Reuters, pp. 347-375.CHESIRE, P. y GORNOSTAEVA, G. (2002): “Cities and regions:comparable measures requires comparable territoires”.Cahiers de L’Aurif, 135, pp. 13-21.DEPARTAMENT DE POLITICA TERRITORIAL I OBRES PUBLIQUES(2006). “Els plans directors urbanistics de Catalunya”. RevistaSpais, nº 52ESTEBAN, J. (2003): “Perspectivas para La ord<strong>en</strong>ación territorial”. EnA. Font (coord.): El planeami<strong>en</strong>to urbanístico. De la controversia155


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9ca9b7210VgnVCM1000008d0c1e0aRCRD&vgnextfmt=default&cont<strong>en</strong>tid=bcdacbdfc5d68210VgnVCM1000008d0c1e0aRP<strong>OT</strong> Aglomeración Urbana de Granadahttp://www.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivi<strong>en</strong>da/portal-web/web/areas/ord<strong>en</strong>acion/texto/dbb1bc2b-2215-11df-8891-555105b916a8P<strong>OT</strong> Bahía de Cádizhttp://www.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivi<strong>en</strong>da/portal-web/web/areas/ord<strong>en</strong>acion/texto/004b8c18-2216-11df-8891-555105b916a8P<strong>OT</strong> Costa del Sol Occid<strong>en</strong>talhttp://www.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivi<strong>en</strong>da/portal-web/web/areas/ord<strong>en</strong>acion/texto/0e92541f-2221-11df-8891-555105b916a8P<strong>OT</strong> Aglomeración Urbana de Sevillahttp://www.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivi<strong>en</strong>da/portal-web/web/areas/ord<strong>en</strong>acion/texto/cf047ee8-2215-11df-8891-555105b916a8P<strong>OT</strong> Aglomeración Urbana de Málagahttp://www.juntadeandalucia.es/obraspublicasyvivi<strong>en</strong>da/portal-web/web/areas/ord<strong>en</strong>acion/texto/bbaf75c5-2215-11df-8891-555105b916a8PTP Álava C<strong>en</strong>tralhttp://www.ingurum<strong>en</strong>a.ejgv.euskadi.net/r49-565/es/cont<strong>en</strong>idos/informacion/ptp_alavac<strong>en</strong>tral/es_7464/indice_c.htmlPTP Donostia-San Sebastiánhttp://www.ingurum<strong>en</strong>a.ejgv.euskadi.net/r49-565/es/cont<strong>en</strong>idos/informacion/ptp_alavac<strong>en</strong>tral/es_7464/indice_c.htmlPTP Bilbao Metropolitanohttp://www.bizkaia.net/hirigintza/lurraldekozatiegitasmoa/areas.asp?idarea=1&Tem_Codigo=3723Normas Urbanísticas Comarcales de la Comarca de Pamplonahttp://www.cfnavarra.es/WebGN/SOU/INSTITUC/CT/NORMATIVA/<strong>OT</strong>UV/&27.HTM158

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