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REVISTA SAAP v2 n3 - Sociedad Argentina de Análisis Político, SAAP

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Revista <strong>SAAP</strong> . Vol. 2, Nº 3abordar a las organizaciones políticas entiempo <strong>de</strong> crisis, Levitsky presenta dosconceptos: adaptación partidaria yrutinización A su vez, hay que tener encuenta dos dimensiones que favorecen laadaptación y la supervivencia <strong>de</strong> un partidoen momentos en los cuales correpeligro <strong>de</strong> colapso: la flexibilidad estratégicay el arraigo social. La primera sevincula con el margen <strong>de</strong> maniobra quetienen los dirigentes en el interior <strong>de</strong> laorganización. La segunda da cuenta <strong>de</strong>lgrado <strong>de</strong> inci<strong>de</strong>ncia que tiene ese partidoen la sociedad. En cuanto a larutinización, pue<strong>de</strong> ser tanto formal comoinformal y también existe una rutinizaciónque pue<strong>de</strong> ser débil. El autor al estableceruna tipología entre las variables arraigosocial y rutinización presenta que la formapartidaria que adopta el PJ es la <strong>de</strong>un partido populista <strong>de</strong> masas que poseelas siguientes características: su base <strong>de</strong>apoyo es heterogénea, su i<strong>de</strong>ología esamorfa o ecléctica, posee una movilidadvertical promovida —la mayoría <strong>de</strong> laveces— por funcionarios <strong>de</strong>l Estado ysuele tener un conducción personalista y,algunas veces, carismática.En los capítulos II y III el autor realizaun recorrido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los orígenes <strong>de</strong>ljusticialismo a la actualidad para dar cuenta<strong>de</strong> la estructura partidaria <strong>de</strong>scentralizaday autónoma que han tenido las distintasfiliales provinciales con respecto ala conducción nacional. El autor muestracómo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus orígenes el PJ fue unpartido populista <strong>de</strong> masas con un fuertearraigo social y una débil rutinización.Luego <strong>de</strong> la Revolución Libertadora, producidaen 1955, el peronismo fue proscritopolíticamente lo que conllevó a quereafirmara la estructura organizativa <strong>de</strong>scentralizadaque poseía anteriormente.Cualquier grupo político que se consi<strong>de</strong>raraperonista no requería <strong>de</strong>l reconocimientooficial para constituirse y las estrategiasque elaboraba no estaban aprobadas<strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba.En el capítulo IV, Levitsky analizaráespecíficamente esos dos años (1983-1985)en don<strong>de</strong> el PJ perdió en diferentescomicios. El peronismo al convertirse enun partido laborista <strong>de</strong> facto no logrócooptar —para agrandar su base electoral—a los nuevos votos in<strong>de</strong>pendientesque surgieron <strong>de</strong> la reestructuración económicaque había tenido el país durantela dictadura militar. La coalición dominante<strong>de</strong> corte sindical no supo hacer frentea los nuevos <strong>de</strong>safíos que imponían ladisputa electoral y a las transformacionesque se habían producido en el entornopolítico-económico. Los principales referentesperonistas no dieron <strong>de</strong>bidacuenta <strong>de</strong> que <strong>de</strong>bían realizar un virajetanto en el campo coalicional (buscarnuevas alianzas) como en el ámbitoprogramático ya que se mantuvieron enel discurso estatista-distribucionista <strong>de</strong>lmo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> acumulación anterior.Entre los capítulos V a VIII el autorda cuenta <strong>de</strong> los sucesos que se <strong>de</strong>sarrollandurante la década <strong>de</strong> los noventa.El núcleo <strong>de</strong>l capítulo V es la explicaciónacerca <strong>de</strong> las principales causas<strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sindicalización ylas ventajas que esto le supuso al PJ parareorganizarse como fuerza electoral conservandono sólo al sector incondicional<strong>de</strong>l peronismo sino también incorporandonuevos sectores. En cuanto ala transformación <strong>de</strong> la base electoral<strong>de</strong>l peronismo, <strong>de</strong>l sindicalismo alclientelismo, el proceso comenzó conanterioridad a la llegada <strong>de</strong> Menem alpo<strong>de</strong>r, cuando los políticos justicialistas666


Reseñas—utilizando su acceso a cargos y empleospúblicos— comenzaron a construiry fortalecer re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> apoyo haciala clase obrera y los sectores populares,<strong>de</strong>splazando así a los sindicatos comoproveedores <strong>de</strong> recursos materiales.En el capítulo VI el autor expone lasprincipales razones por las cuales Menemlleva a cabo con éxito el programaneoliberal acompañado por la organizaciónpartidaria. Al respecto, la estructura<strong>de</strong>l justicialismo contribuyó en tres sentidos:en primer lugar, la ausencia <strong>de</strong> unaburocracia estable con carreras seguras ypermanencia en los cargos hizo que muchosdirigentes no menemistas se pasaranal menemismo para preservar o promoversus carreras políticas. Segundo, la<strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> las estructuras <strong>de</strong> autoridad<strong>de</strong>l PJ permitió a Menem o bien hacercaso omiso <strong>de</strong> la conducción formal (comosucedió entre 1989 y 1990) o llenar esasestructuras con sus adictos (como lo hizoentre 1990 a 1999). Tercero, la ausencia<strong>de</strong> nexos horizontales minó la capacidad<strong>de</strong> los críticos internos para construir coalicionesintrapartidarias. Los dirigentessecundarios construyeron con Menem unrelación centro-periferia con lo cual sepropició un ámbito <strong>de</strong> cooptación <strong>de</strong>lprimero para con los segundos.Retomando los argumentos teóricospresentados en el capítulo III, Levitsky losaplicará a casos concretos en el capítuloVII cuando analice el comportamiento <strong>de</strong>las distintas agrupaciones antimenemistasque coexistieron en el peronismo durantelos años noventa. Es en esta lógica <strong>de</strong> viviry <strong>de</strong>jar vivir que tuvo Menem para con lasdistintas facciones <strong>de</strong>l peronismo don<strong>de</strong>se encuentra la clave principal que evitó lafragmentación <strong>de</strong>l partido durante esa década.En el capítulo VIII el autor señalacómo incidió en el funcionamiento <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia argentina la adaptación partidariaque realizó el PJ. Los aportes fundamentales<strong>de</strong>l partido comienzan conla adhesión <strong>de</strong> las élites peronistas a lasreglas <strong>de</strong>l juego <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> la mano<strong>de</strong> los renovadores por un lado, y porotro lado se logra subordinar al movimientoobrero a las nuevas políticas económicas.Bajo estas circunstancias, el sistema<strong>de</strong> partidos logra conciliar o controlar losintereses <strong>de</strong> la clase obrera y los intereses<strong>de</strong> la élite económica, coexistiendo ambosen forma simultánea, posibilitandola neutralización <strong>de</strong> focos <strong>de</strong> resistencia ylogrando <strong>de</strong> esta manera que las reformaseconómicas se lleven a cabo en un marco<strong>de</strong>mocrático.Finalmente, en el último capítulo <strong>de</strong>llibro, el autor realiza una comparación<strong>de</strong>l <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaen <strong>Argentina</strong> con el <strong>de</strong> otros países <strong>de</strong>América Latina durante la década <strong>de</strong>lnoventa. Para Levitsky, el sistema <strong>de</strong>mocráticoargentino ha salido victorioso envarios sentidos: por un lado, se ha logradouna estabilización <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>mocráticogracias a la incorporación <strong>de</strong>l PJ—principal fuente <strong>de</strong> inestabilidad políticaen épocas pasadas— como un miembromás <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos. Por otro,se pue<strong>de</strong> afirmar que la <strong>de</strong>mocracia representativase ha robustecido a pesar <strong>de</strong> losembates <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>legativa y conesto se ha evitado una salida neopopulista<strong>de</strong> tipo autoritario que han tenido otrospaíses —como Perú y Venezuela— durantelos noventa.Será en el epílogo don<strong>de</strong> Levitskylogre dar cuenta <strong>de</strong>l ambicioso objetivoque enunciáramos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio, asaber, herramientas conceptuales que nos667


Revista <strong>SAAP</strong> . Vol. 2, Nº 3permitan compren<strong>de</strong>r el comportamientopolítico <strong>de</strong> los peronistas. El elementocentral <strong>de</strong> su argumento es la noción <strong>de</strong>oportunismo, entendida como una conductaracional por parte <strong>de</strong> los dirigentesen un contexto partidario caracterizadopor una débil rutinización y unaescasa burocratización. Este es el hiloargumentativo a través <strong>de</strong>l cual el autorrepasa los sucesos más relevantes que sehan dado en el peronismo en los últimosaños, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el advenimiento <strong>de</strong>Menem y las políticas pro-mercado hastala llegada <strong>de</strong> Kirchner. Es precisamentela flexible estructura interna <strong>de</strong>l PJlo que permite a los dirigentes adaptarsea esta nueva situación dando lugar aun proceso que po<strong>de</strong>mos catalogarcomo <strong>de</strong> <strong>de</strong>smenemización y el comienzo<strong>de</strong> un nuevo centro <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r en tornoa la figura <strong>de</strong>l actual presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> laNación.668

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