debemos estar listas para contestar, tener la respuesta totalmente interiorizada y quesea automática.Esto no significa un discurso de media hora sobre lo que hacemos, lo bien que lohacemos y todos los detalles (esto podremos contarlo más a<strong>del</strong>ante si las preguntas alrespecto siguen), pero sí una pequeña respuesta que nos permita salir <strong>del</strong> paso de unaforma natural y rápida, sin tartamudeos.2.-) Preguntar es buenoLa mayor parte de las personas aman hablar sobre ellos mismos y sobre sus logros ymetas (salvo, tal vez, justamente la gente tímida). Entonces, ya que a nosotras no nosgusta y a nuestra cita sí, ¿qué mejor que desviar la conversación en su dirección, queforzarlo a que él lleve el peso de hablar, hablar y hablar, con unas cuantas preguntas?No solo es una forma de sacarnos de encima parte de la presión y de no sentirnos tanmolestas por la situación ni tan desprotegidas, sino que también es una forma decausar una excelente impresión. A la gente en general le encanta que los demásdemuestren interés en ellos y sus actividades.Una buena idea puede ser tener ya preparadas las preguntas de antemano, en unapequeña lista que nos hayamos aprendido de memoria, para no tener que esforzarnostanto en pensarlas en el momento, combatiendo nuestro propio miedo escénico. Notienen porque ser preguntas demasiado complicadas, sino cosas simples sobre eltrabajo, los gustos y los hobbies.3.-) Ante la duda, la preguntaHabrá, inevitablemente, momentos en que dudaremos, en que empezaremos a hablaren una forma menos que coherente, casi chapucera. En esos momentos, no hay nadamejor que sacarnos el peso de encima (antes de que el propio peso nos obligue atirarnos por una ventana) lanzándolo en dirección de nuestro compañero. Esto lopodemos lograr con una pregunta tan simple como ¿y tú? Eso hace que la persona quequede a cargo de la conversación sea él, y nosotras podamos reacomodar nuestrodiscurso y superar el mal momento.4.-) Hay que escucharSiempre hay que escuchar lo que la otra persona está diciendo, no sólo pretender quelo hacemos. Esto es muy importante. Es posible que mientras nuestra pareja nos estécontestando, nos distraigamos pensando en lo que vamos a decir a continuación,nuestra mente se a<strong>del</strong>ante en el tiempo y empiece a preparar nuestro discurso.Esto no debe pasar, debemos poner el freno y concentrar nuestra mente en elmomento presente de la conversación y no en lo que se viene. De no hacerlo, nosarriesgamos a:a) Perder buenos momentos en los que podríamos hacer una pregunta y llevar laconversación por los carriles más naturalesb) Quedar como idiotas, contestando a algo que no se nos preguntó o teniendo undiscurso mecánico que de ninguna forma se relaciona con el resto de la conversación.5.-) Hay que sonreírLas sonrisas son un arma vital durante una cita. Todos reaccionamos mejor ante unapersona que nos sonríe que ante una persona que nos trata con cara de perro. Si no,pensemos en cualquier otra situación en que hayamos estado, donde nos hayan dadouna noticia desagradable o nos hayan comentado de algún problema que estábamos
teniendo (por ejemplo, con el pago de nuestros impuestos). Nos daremos cuenta quecuando el empleado nos sonrió, nos molestó un poco menos. O nos molestó igual, peronuestra furia no se desató sobre la persona que nos lo estaba diciendo. En cambio,cuando la noticia vino acompañada por una expresión menos que agradable, es muyprobable que nuestro enojo haya sido también con él.No estamos diciendo que hay que mantener una sonrisa estúpida todo el tiempo, comosi fuésemos un maniquí, sino que hay que sonreír tanto como se pueda, en respuesta acomentarios o situaciones que requieran una sonrisa. La sonrisa atrae la amistad,podríamos decir. Nos hace ver mejor, y desarma cualquier hostilidad que nuestra citapueda sentir en algún momento.6.-) RespiraciónLa respiración es vital durante una cita para superar los nervios. En cualquier momentoen que sintamos que los nervios nos superan, que nos estamos acelerando demasiado,que nuestro corazón late a mil por minuto, debemos respirar profundamente, paratranquilizarnos. Y si esto no resulta, entonces no queda más remedio que utilizar laexcusa más antigua y decir que tenemos que ir al baño a refrescarnos.7.-) Elogios sincerosElogiar a la otra persona, su buen gusto o la forma en que se viste, es una excelenteforma de romper el hielo. Un pequeño comentario sobre lo bien que le queda el traje oqué bueno es el lugar que eligió para comer y cuánto nos gusta, puede ayudar a quela velada se desarrolle con muchísima más familiaridad y llevarla a un final mucho másexitoso, especialmente si el comentario es realizado al principio de la misma, cuandorecién nos estamos conociendo.Pero no es cuestión de decir cualquier cosa aunque no la pensemos, tan sólo paratratar de quedar bien. Es importante que el elogio que estamos haciendo sea sincero,sea algo que realmente sentimos, ya que sino es probable que él note que sólo loestamos diciendo de la boca para afuera, y eso no ayudará en lo más mínimo anuestras intenciones para esa noche.Por lo tanto, lo que debemos hacer es encontrar algo que realmente nos guste de laotra persona y que nos sintamos cómodas comentando (pueden ser sus zapatos, sucorbata, su traje, lo que sea) y hacer el elogio sobre eso. No hablemos de sus ojos sieso nos hace sentir incomodas o nos parece excesivamente cursi. Esto también se va anotar. Además, tampoco es bueno exagerar y hacer un elogio desmedido. Un simplecomentario sobre lo lindo que es x cosa suele ser más que suficiente.8.-) Hay que estar actualizadasHay ciertos temas que suele no ser bueno discutir en una primera cita. La política, lareligión, el sexo, son temas que pueden poner incómodos a más de uno y que, parahacer las cosas aún peor, suelen generar puntos de vista muy pasionales, defensasardientes de las posiciones y, muchas veces, llevar a peleas o discusiones. Si no,fijémonos en cualquier reunión familiar donde uno de estos temas es tocado.Probablemente es una buena idea tratar de evitarlos todo lo que podamos,especialmente porque no creo que nos sintamos cómodas hablando de sexo con unhombre que sólo estamos conociendo.Pero más allá de esto, es importante estar actualizadas, saber lo que está sucediendoen el mundo, al menos en las áreas de interés que puedan aparecer imprevistamenteen la conversación. Tener el conocimiento suficiente como para hablar de los últimossucesos sin tartamudear y de una forma inteligente es una de las mejores formas desentirnos seguras durante la conversación.