Mayores hoy: María Esther Fernández Lemos, Medalla de ... - Imserso

054-057SESENTA 24/3/06 01:57 Página 57miento de sus hijos, en el que sesintiera especialmente feliz?– Pues si tengo que decir uno,quizá cuando pude dejar el trabajoen el molino. Yo lo pasabamuy mal porque el polvillo de laharina para mis bronquios eramalísimo por la alergia quetenía. Por eso cuando mi maridose presentó para administrativoen el Ayuntamiento de Santiagoy pudo trabajar allí, dejamos losmolinos después de quinceaños.– ¿Dejó de trabajar fuera de casadesde entonces?– Sí. Ya me pude dedicar todo eltiempo a los niños, algunos eranya mayorcitos y podía animarlesa estudiar.– Prácticamente todos sus hijos fuerona la universidad y hoy gozan deuna situación muy diferente a la suya.¿Cómo hizo frente a tantos gastos?– Fueron unos hijos muy responsablesy algunos mientras estudiabantrabajaban un poquito en lo quepodían para ir ganando algo de dinero.Además mi marido encontró otrotrabajo para las tardes llevando lascuentas en un colegio y ese sueldoiba íntegramente para material escolar.A pesar de eso había que hacermuchos números y sacrificios porqueyo quería que tuvieran las mismasoportunidades los chicos y laschicas. ¡Para esclava ya llegué yo!que como perdí a mi padre con 4años, mi madre y mi tía me pusieronenseguida a ayudar en la pequeñatienda de ultramarinos que teníanen la aldea en el Concello de O Pinoy después de que aprendí las cuatroreglas de matemáticas me metieronde lleno a trabajar.– En la salita donde nos recibe MaríaEsther hay un gran cuadro con lasfotos de toda la rama genealógicafamiliar que ella y su marido contribuyerona formar. Una gran familia.¿Cuándo fue la última vez que se reunieroncompletamente todos?– En las bodas de oro. Fue unmomento maravilloso.Sesenta y más 57