1. - La Opinión de Zamora

Domingo, 6 de enero de 2008 / La Opinión - El Correodominical / VMiguel SilveiraPSICOLOGO CLINICO, AUTOR DE “EL PSICOLOGO DE CABECERA”«Si se dejaran de repente de expenderpastillas todo se volvería un«Hay que convivir con la tensión, pero hay quereducir la sobrepresión emocional porquenuestro cuerpo no está preparado para altosniveles continuos»CAOS»●FERNANDO FRANCO«Hay unamedicalizacióngeneral en lasociedad. Esmás cómodo,pero no sepiensa enlos efectossecundarios»«Hemos pasadode pensarque la vida eraun valle delágrimas aestar mal vistodecir que elsufrimientoes partede la vida»Llegó acosado por un gripazo quelo había retenido en cama para dar unaconferencia, pero dispuesto al combate,despreciando los agentes patógenoshasta hacerlos batirse en retirada. Y llegacon un nuevo libro de la editorialAlba, color verde esperanza en la portaday titulado El psicólogo de cabecera,uno de los mayores éxitos editoriales enel campo de la autoayuda. En el mismo,Silveira declara su intención de eliminarla ansiedad, que se pueda dormir tranquilamentey vivir relajado.– ¿Es que le gustan a usted los imposibles?– No es imposible reducir, incorporarpor técnicas sencillas un poco más derelajación en nuestras vidas. Al fin y alcabo ansiedad y estrés no son sino unestado de tensión, dos fenómenos muyparecidos culpables de muchas alteracionesfísicas y psicológicas, de muchosufrimiento en nuestras vidas.– Pero habrá que aprender a vivircon la tensión de la vida...– La tensión en general claro que hayque vivir con ella, porque si estuviéramosen cero seríamos un cadáver, perohay que reducir la sobretensión porquenuestro cuerpo y mente no están preparadospara niveles continuos que acabanerosionando ambos.– Y usted propone una especie debricolaje psicológico.– Pues claro. Igual que un libro clásicode bricolaje sirve al profano paraarreglar pequeñas averías en su casa, loque no quita que dé trabajo a carpinteroso fontaneros cuando hay que acudir aellos, ¿por qué no podemos poner enmanos de la gente una serie de herramientas,claves para que puedan ser bricolajerosde su propia vida?– No me imagino qué pasaría si dejarande expender en las farmaciaspastillas para el estrés, angustia...– (Silencio meditativo) Sería un caosy noticia en todos los medios de comunicación.La gente andaría por las calleso en sus casas completamente inquieta,desazonada, desasosegada y con desesperaciónpor no hallar remedio inmediato,que es el químico, contra su mal.– Sería como una película de zombis...No quiero imaginármelo.– No sería nada deseable que esoocurriese, está claro, como tampoco esdeseable que todo el mundo esté narcotizado,anestesiado por los medicamentos.Hay otras técnicas sencillas que sepueden intentar para mantener bajo controlansiedad o fobias.Silveira es un tipo profundamentehumano que sabe mirar y escuchar comopara que al poco te sientas a gusto yen confianza a su lado. Ahí, tras su barbasonriente, tiene un amplio historialculpable de muchas luces sobre las sombrasde la salud psíquica, la educacióninfantil, la violencia de género, las malasrelaciones personales, el malestaremocional... utilizando como vehículostransmisores de su buena nueva los libroso los medios de comunicación. Yodiría que es un agitador de concienciaslaxas al que no le gusta perder el tiempocon abstracciones teóricas ni ambigüedades.Va al grano.– ¿No hemos pasado de aquel discursoprogre de los 70 al de la píldoraexpedida como en supermercado?– Pues no creo. La psicoterapia mantieneplena vigencia e incluso va in crescendo.Lo que sí ha pasado es que loslaboratorios farmacéuticos han encontradoun verdadero chollo en las necesidadesque tienen las personas de redimirsu dolor y atajar sus malestares a todacosta. Y hay una medicalización generalen nuestra sociedad. Es más rápido, fácily cómodo y no se piensa en efectos secundarios.– Es como si ahora no aceptáramosque el sufrimiento forma parte de lavida del hombre...– Hemos pasado de pensar que la vidaera un valle de lágrimas, lo que todo elmundo asumía, a una etapa en que estono cotiza, está mal visto decir que el sufrimientoes parte de la vida. Sin embargoes ineludible aceptarlo. Una personasobrevive mejor en la medida en queacepta la realidad aunque luche con fecontra todo aquello que pueda cambiarla.– Lo cierto es que el psicólogo esun recién llegado a la historia...– Pues sí. Antes había más resistenciaal dolor y otros valores en alza queamortiguaban el sufrimiento, entre ellosla religión. Eso ha pasado y, al tiempo,la nueva forma de vida hace aparecernuevas formas de estrés y ansiedad, hapropiciado la aparición de nuevas profesionesque manejen esto.– Le hablo de las enfermedadesmentales. Hay compañeros suyos quecreen que no han aumentado...– Acuérdese que estrés o angustia noson enfermedades mentales pero sí loson psicosis, fobias, bipolares, esquizofrenia...En cuanto a si éstas han aumentado,la Organización Mundial de la Saludafirma que sí ha aumentado en un10% y se calcula un 20% en 2020.– ¿Y por qué ese aumento?– Múltiples factores, pero uno deellos es el estrés en altos niveles, que esun disparador de las enfermedades mentales.Esa presión terrible a la que nosvemos sometidos desde fuera o pornuestro mismo perfil psicológico degeneraen problemas más serios.– Entendiendo al tipo de sociedadactual como generadora de todos estosfenómenos por los mensajes deprisa y competitividad o consumo queemite, no hay razones para pensarque cambie...– Yo le seguiría relatando factorescausales: la crisis de la familia, la relajaciónde los lazos familiares, la caducidadde las relaciones conyugales, lapérdida de valores humanísticos, la globalización,la competitividad en el trabajo,la movilidad geográfica con susrupturas, la adaptación o problemasque crean las nuevas tecnologías... todoeso no va a cambiar a corto o medio plazo.Pero, en síntesis, le diré que hacerfrente a todo eso va a depender de cadacual, de saber adaptarse para torear enuna nueva plaza.