1. - La Opinión de Zamora

II / dominical La Opinión - El Correo / Domingo, 6 de enero de 2008Domingo, 6 de enero de 2008 / La Opinión - El Correodominical / IIILA REHABILITACION DE UN CONJUNTO ARTISTICO UNICOUn trabajo con microscopio, lupa, paciencia y buen pulsoUna oportunidad a laLUZLA OPINION-EL CORREO DE ZAMORA visita losandamios y laboratorios donde se restauranlas inigualables vidrieras de la catedral de León●EDUARDO GARCIALa catedral de Leónse levantó en apenas50 años, un plazoinaudito para los tiempos enlos que fue erigida: principiosdel siglo XIII. Una «catedralexpress», un milagro de rapidezy eficacia. Es, por tanto,una construcción pura, sinañadidos, esbelta y, en apariencia,frágil. Esa supuestafragilidad de formas contrastacon el hecho de que la catedralleonesa conserva muchasde las vidrieras originales,cristales y plomos que llevanahí más de siete siglos, suspendidossobre la ciudad, testigosde una prolongada y, enocasiones, convulsa Historia.Dos mil metros cuadradosde vidrieras. No hay catedralen el mundo donde la relaciónentre el vidrio translúcido y lapiedra opaca sea tan favorableal primero. La francesa Chartrestiene más vidrieras, perotambién mucha más superficie.El mejor conjunto de vidrierasmedievales del planetaestá en fase de restauración.Quien entre estos días en lacatedral de León se encontraráuna curiosa convivenciaentre turistas con la vista enalto, trabajadores con casco ymono, y fieles en silenciosaoración. Y dos inmensas plataformasde acero y madera,una sobre la entrada principaly otra sobre el altar mayor. Enesta última se trabaja en algunasde las más impresionantesvidrieras del gótico universal,ahora cubiertas con mantosprotectores.En una de las entradas dela zona sur del templo, ungrupo de turistas con cara defrío espera cola para vivir unaexperiencia en las alturas. Subiránpor una escalera de obra64 escalones y llegarán a laplataforma del rosetón. Eseimpresionante círculo quepreside el gran crucero lo tendrána apenas cuatro metrosde distancia. Desde la plataformaal suelo hay unos 15metros, y aún quedan otros 30hasta el techo de la nave catedralicia.Con la mirada puesta en el altar, los visitantesse encuentran a su izquierda –ycasi a su misma altura– con una vidrieraque reproduce la asturiana Cruz de losÁngeles. Está situada en la parte Norte,casi tapada por un bosque de columnas.La vidriera de la izquierda, restaurada; la de la derecha, noUn taller a pie deobra para no salirde la ciudad●La catedral leonesa tiene 104 ventanas, 128 rosasy 3 rosetones. El proyecto de restauración ya comenzó,tímidamente, hace unos quince años, cuandotécnicos alemanes iniciaron actividades de formaciónen la capital vecina. El cabildo de la catedralse negó rotundamente a que las vidrieras salieran deLeón, y por eso montó un taller y ayuda a promocionaranualmente unas becas. Cuando hay dinero, setrabaja, las obras se sacan a concurso y, sorprendentemente,son numerosas las empresas especializadasque concurren a él.Cada vidriera de la catedral tiene trece metros dealto. Sus partes centrales, las lancetas, tienen unosdiez metros cuadrados de superficie. Cada uno desus paneles, de menos de un metro cuadrado, superacon frecuencia el centenar de piezas de vidrio.Mario González, administrador de la catedral,calcula que «será una vidriera delsiglo XIX. En realidad, en este templohay vidrieras de todos los siglos, desdeel XIII a la actualidad. Y todavía quedasitio para más».Hasta la plataforma del rosetón hanascendido ya más de treintamil personas. Allí se les explicael proyecto, denominado«El Sueño de la Luz»,en el que colaboran el cabildo,la Junta de Castilla yLeón y Caja España. Se restauranlas vidrieras, perotambién la piedra de alrededor,además de mejorar anclajesy seguridad. En Leónaún se recuerda aquel chuscoepisodio protagonizadopor un hombre que rompióuna de las más hermosas vidrierasdel templo para entrara echar un pito a lospies de la escultura originalde la Virgen Blanca. Cuandoaquel hombre fue detenido,tras autoinculparse, yllevado a la catedral parahacer una reconstrucción delos hechos, exclamaba admirado:«Pero, qué guapoes todo esto».Ahora las vidrieras restauradasson reinstaladas ensu lugar original junto a uncristal protector, a prueba devientos de hasta 200 kilómetrospor hora, y una finamalla de acero inoxidable.De los dos mil metroscuadrados de vidriera, muchospresentaban un 80 porciento de opacidad, debidoa la suciedad acumulada.Buena parte de la restauraciónes simplemente limpieza,pero llevada a cabo contécnicas muy especiales,evitando los productos químicos.Ya se han restaurado oestán en fase de restauraciónunos mil metros cuadrados.Cuando se contemplandos vidrieras anexas,una ya tratada y otra no, ladiferencia es descomunal.Por una entra la luz a raudales.Hay que imaginar la catedraldel siglo XIII, con todaslas vidrieras nuevas, unprodigio de color por loscuatro costados. Que muchosde aquellos pequeñospedazos de vidrio policromadohayan llegado (sucios,pero ilesos) hasta hoydemuestra que, a veces, lafortuna también ayuda. Paraempezar, la catedral de León, al contrariode su «hermana» gótica ovetense, se libróde una guerra.«El momento de “despegar” la vidrierade la pared para proceder a su tratamientoes el más complicado del proceso», diceMario González, quien aguarda expectanteel día en el que comience la restauracióndel rosetón principal, quizá el capítulomás delicado de los trabajos. Pero, hastaentonces, aún queda mucho tajo porcortar.Saquitos de arena ymantas eléctricasArantxa Revuelta y Cristina Rebollo sondos de las restauradoras de las vidrieras. Sobresu mesa de trabajo se encuentran estosdías los paneles correspondientes a una delas centrales, por no decir la principal: elÁrbol de Jessé. Son paneles de menos de unmetro cuadrado que, vistos en primerísimoplano aparecen casi opacos. Arantxa y Cristinalos sacan de cajones especiales. Sonpartes de las lancetas que aguantaron sietesiglos pero que –dicen– se harían añicos sise caen de una altura de medio metro.La superficie está plagada de suciedad, perono se quita hasta no pasar por el filtro delmicroscopio. Es importante que la limpiezano se lleve por delante la grisalla, la pinturacocida de las piezas, muchas de las cuales lleganal taller con importantes combaduras. Elsistema de reparación es doméstico pero eficaz:peso a base de saquitos de arena y mantaseléctricas. Así, los paneles abombadospueden pasarse semanas. Por encima estánrecubiertos de la fibra textil utilizada para cubrirheridos o grandes quemados, que creaecosistemas muy estables. El calor acumuladosirve para «allanar» esas joyas en vidrio, yhacerlo sin traumas peligrosos.Todo responde a un trabajo sistemático.Primero, se fotografía la vidriera, después sehace una primera revisión «in situ» paradiagnosticar el estado general. Se desmontanlos paneles (sujetos a la fábrica de piedracon mortero y a las armaduras metálicas conmasilla y pasadores de hierro) y se trasladanal taller.En el taller se fotografía cada panel y sehace un calco del emplomado de los paneles.Es una copia fiel de la red de plomo quesirve de soporte a las pequeñas piezas de vidrio.Peso y calor, como se decía, aminoranlas deformaciones, y después se compruebala adherencia al vidrio de la pintura y si esnecesario se fija mediante un barniz acrílico.La eliminación de la suciedad se lleva acabo por medios mecánicos, preferiblementeen seco, y con materiales muy diversos,desde pinceles a bisturí. No se utilizan ácidosni detergentes. La limpieza se realizahabitualmente con la ayuda de una lupa binocularque permite discriminar bien los depósitosde suciedad y las capas pictóricas.Se evita en lo posible la sustitución de vidriosrotos. La realización de piezas de vidrionuevas se hace según la manera tradicional,con grisallas cocidas en horno sobrevidrios soplados de características semejantesa los vidrios medievales. Generalmentese conserva la totalidad de la red de emplomadode los paneles, que con las medidas derefuerzo adoptadas, garantiza la estabilidadde las vidrieras. Así ha sido durante siglos, yno es por casualidad.Cada metro cuadrado,3.000 euros de presupuesto●Se calcula que cada metro cuadradode vidriera restaurada cuesta unos3.000 euros. Los cuatro primeros millonesde euros se gastaron en el tratamientointegral de unos 460 metroscuadrados, correspondientes a las vidrierasque el visitante tiene más a mano,en las zonas bajas de la catedral.Hacen falta otros tres millones y mediomás para terminar la obra, como poco.Asegura el administrador del temploque «no se trata de un problema sólode dinero, sino de profesionales». Y dauna fecha para el fin de los trabajos, elaño 2014.La administración regional y CajaEspaña aportan la mayor parte del presupuesto.No faltará, porque es difícilencontrar un proyecto de inversión máslucido que el de las vidrieras de uno delos grandes referentes culturales, religiososy turísticos de la comunidad. Lacatedral se financia por sí misma, sobretodo con esas más de 130 bodasque se celebran todos los años en ella.Las tasas son 300 euros por enlace.Las vidrieras son la joya de la corona.En la actualidad se trabaja en lassituadas en el presbiterio y en la partealta de la Vía Sacra. Germán Sánchez,jefe de la brigada de mantenimientodel Ayuntamiento de León, es elencargado de guiarnos entre andamios,por la parte exterior del edificio, hastala plataforma de trabajo. Es una buenaoportunidad para observar de cercalas vidrieras por el exterior. Algunahasta tiene agujeros, que pronto seránreparados en el taller instalado a dospasos de la catedral, en un seminarioque, como todos en España, se ha quedadodemasiado grande para tan pocointerno.A la izquierda, un detalle de los andamios quecubren las vidrieras centrales del templo.Arriba, Germán Sánchez, junto a una de lasvidrieras restauradas, y Mario González yGermán Sánchez (con casco), en la plataformadel rosetón. A la derecha, detalle de unaestructura ya rehabilitada, a la espera de sercolocada la vidriera.Arriba, Arantxa Revuelta, junto auna de las grandes joyas en vidrio,un muy deteriorado panel de lavidriera medieval central del Arbolde Jessé. A la derecha, ArantxaRevuelta y Cristina Rebollo, en ellaboratorio de restauración