13.07.2015 Views

día 6

día 6

día 6

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

SUMARIOBabelia 950Ariel DorfmanNarrando contrala muerteEN PORTADA Rocío Ayuso 4James Ellroy “Lo mío son los grandes libros. Quiero dejar detrás una gran obra. Y entiendo que en ocasiones estopuede pesar a los lectores. Pero al final disfrutan. ¡Soy un best seller!”, afirma el escritor en una entrevista realizada enlos primeros <strong>día</strong>s de enero en Los Ángeles. Sangre vagabunda, la última novela de su trilogía The Underworld USA(Trilogía Americana), se publica en España. Foto: Matt BeardIDA Y VUELTA Larga vida al presidente Mao Antonio Muñoz Molina 7EL LIBRO DE LA SEMANA Vidas rotas Antonio Elorza 8Entrevista con Jaime Bayly Amelia Castilla 9Piedrecitas de placer Javier Aparicio Maydeu 10Genios del mal Ignacio Vidal-Folch 12La araña y su tela Enrique Gil Calvo 15SILLÓN DE OREJAS Llaman a rancho Manuel Rodríguez Rivero / Max 16ARTE Wyndham Lewis, un enemigo genial Julia Luzán 17Entrevista con Thomas Schütte Fietta Jarque 18EXTRAVÍOS Verdad Francisco Calvo Serraller 19CHAMPÁN Y ROCK EUROPEO De nuevo el capital Sabino Méndez 20PURO TEATRO Alan Bennett y el triunfo del late style Marcos Ordóñez 21CINE El espíritu libre de Jem Cohen Bárbara Celis 22DIOSES Y MONSTRUOS Leyendas de la transgresión Carlos Boyero 23+ .comEdith Sitwell (1923-1935), óleo de WyndhamLewis. Lectura exclusiva Babelia adelanta el lunes, en ELPAÍS.com, un capítulo de la nueva novela de PhilipRoth: La humillación (Mondadori). Encuentro digital Clara Sánchez, ganadora del Premio Nadal por Lo que esconde tu nombre(Destino), tendrá un chat el próximo miércoles, a las seis de la tarde, dentro del Ciclo Babelia. Blog: Papeles perdidos El blog de Babelia con los comentarios, análisis, recomendaciones, noticias,avances y voces e imágenes del mundo de la literatura, las artes plásticas, la música y las artes escénicas.FUE A FINES de diciembre de 1973, en la sala de redaccióndel diario La Opinión, que me encontré por primera vezcon Tomás Eloy Martínez.Eran tiempos nefastos. Yo acababa de llegar de unChile que le había prometido al mundo la revolución deAllende y nos había dado, en cambio, la asonada dePinochet, y creo que se me notaba las muchas y recientesmuertes, y Tomás lo entendió enseguida y me ofreciótambién de inmediato su cariño.“Cualquier cosa que necesites”, me dijo, y hallé en éluna generosidad que nunca cesó hasta el <strong>día</strong> de supropia muerte. Me armaba reuniones en su casa concorresponsales holandeses y curas revolucionarios ymontoneros esquivos y siempre bien regadas con vino ypasta y carnes.Aunque era la urgencia del momento político lo quenos unía en esas conspiraciones —llegaban noticias todoslos <strong>día</strong>s de más represión en Chile y cada <strong>día</strong> tambiénera más inquietante la evolución de una Argentinaen que Perón viraba drásticamente hacia la derecha—se nos fue infiltrando la literatura en las conversaciones,en especial la extraña relación que guarda la ficción conla realidad en nuestra América, la fluida tensión entre lotestimonial/periodístico y la forma en que la imaginaciónestá obligada a tejer un escenario paralelo. Me dioa leer en manuscrito La Pasión según Trelew, y mepareció una novela más que reportaje, y él meconfidenció que la gran novela argentina tendría queconstruirse en torno al enigma de Perón. Él tenía unproyecto sobre el General y, claro, Evita, y ahí supe delas memorias que Perón le había dictado a Tomás enMadrid, y como tantas veces cuando contaba algo (yvaya que era narrador empedernido) no sabía yo si eracierto o no, si lo estaba inventando o si en efecto habíasucedido.Lo que no era un invento, en cambio, era el peligroque se cernía sobre la Argentina en que tanto Tomáscomo yo habíamos nacido. Yo estaba desesperado porirme, veía la catástrofe que estaba por caer sobre Tomásy sus congéneres.“Tienes que partir lo antes posible”, le dije una noche,antes de que yo mismo huyera. “Los van a matar atodos”. Tomás me aseguró que estaba equivocado: Argentinano era como Chile.No lo volvería a ver hasta 1978 cuando visité Caracas,donde él había buscado, finalmente, refugio. Y ahí conversamosacerca de la maldición eterna que parecíarondar a nuestro continente y cómo nuestra literaturatenía que acompañar, desde sus preguntas y dudas yferoz ensueño, cualquier proceso de liberación. Si nopo<strong>día</strong>mos evitar la violencia sobrecogedora, era posible,por lo menos, exorcizarla por medio de palabras que nomintieran, po<strong>día</strong>mos traer a la literatura a los grandesexcluidos de la historia a través de sus mitos.Con eso me quiero quedar.Con su empecinada exigencia de doblegar la realidady construir delirios y engañar el destino precario, el suyoy el de su país y el de su continente. Contra y adentro dellugar común que es la muerte. Su certeza de que si algono se cuenta no perdura, no vale la pena que exista. Ariel Dorfman (Buenos Aires, 1942) ha publicado recientemente lanovela Americanos. Los Pasos de Murieta. Seix Barral. Buenos Aires,2009. 448 páginas.2 EL PAÍS BABELIA 06.02.10

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!