Primavera - Verano • 2004 - Consulta de Obligaciones Pendientes ...

EL VALLE DE LAS BATUECASel paraíso perdidoCuando los suaves perfiles ondulados delcampo charro salmantino se arrugan enlas proximidades de Extremadura, desapa recen las dehesas y los campos decereal para dar paso a la sierra de Francia.Esta comarca forma uno de los últimoseslabones del Sistema Central y, aunquesus alturas apenas superan los 1.700metros, el fondo de sus valles se hundevertiginosamente hasta los 400, altitud ala que discurre el río Alagón.Su protección tuvo comienzo en la declaracióndel valle de Batuecas como ReservaNacional de Caza en 1973, debido a laimportante población de cabra montés.Finalmente, en 1998 el rango de proteccióny la extensión afectada se ampliaron,dando cabida a todos los valores ambientalesque alberga la comarca.A d i f e rencia de otros espacios naturales, lasierra de Francia destaca por el interc a m-bio biológico y el trasiego de fauna existenteentre las cuencas del Duero y delTajo. El río Alagón vertebra este laberínticoterritorio de valles y montañas, sirviendode pasillo de comunicación biológica entrela meseta norte y las tierras bajas situadasal sur de Gredos. Esta característica otorg aal parque natural una diversidad botánicay climática insospechada. De hecho, estacomarca es un túnel que comunica dosrealidades, una ventana abierta a la vidade dos mundos biológicos distintos, de losque muchas de sus especies tienen aquísus límites de distribución.Y es en el valle de Las Batuecas donde estaexhuberancia se hace más palpable ycercana al visitante. El boscoso valle, deinfluencias atlánticas y mediterráneas,acoge especies como piornos, ro b l e smelojos, alcornoques, enebros y espesosmadroñales.La Peña de FranciaO t ro de los bastiones señeros de estas tierrasprotegidas es la cercana Peña deFrancia, con monasterio y hospedería en lacima. Sin ser la máxima altura de la sierra(1.723 m.), siempre ha mantenido su atractivopara las distintas culturas que hanpoblado estos lugares. De ellas hemosh e redado historias y leyendas que no hacensino interpretar el magnetismo –m i t a dnatural, mitad espiritual– de esta montañaque, por caprichos geológicos, se alza solitariay claramente destacada en la lejanía.Asomados a este magnífico mirador no esdifícil observar, en el vertical roquedo decuarcitas, grupos de cabras montés quecampan a sus anchas fuera de temporadade caza. Junto a ella, el buitre negro, lacigüeña negra, el águila real y el míticolince dan el toque salvaje a este territorio.La lista de vertebrados que pueblan elparque natural alcanza las 200 especies, loque sitúa a la comarca como una de lasde mayor diversidad ambiental de laPenínsula Ibérica. De ellas, un mínimo de130 corresponden a la fauna alada, lamayoría de carácter forestal.Magia y arte en Las BatuecasDesde antaño, el valle de Las Batuecas esconocido por sus enigmáticas pinturasrupestres. Se encuentran en abrigos rocososcercanos a algún curso de agua; son det r azos simples con el predominio d ecolores rojos y ocres, características quecomparten con el arte rupestre esquemáticode la Península Ibérica. Si bien en las deBatuecas se da una cierta tendencia alnaturalismo, son sobre todo la densidadde abrigos en tan breve espacio y elempleo de pintura blanca en algunospaneles los hechos más relevantes de esteconjunto de pinturas declaradas Bienes deInterés Cultural en 1985.Su simbología no está muy clara, aunquelas teorías actuales siguen poniendo elacento en su carácter religioso. Lamentablemente,muchas de las incógnitas quedesatan las pinturas permanecen sin respuesta,aunque sí se puede afirmar que lapresencia humana en la sierra de Franciase inicia durante el Neolítico, hace unos4.000 años. Hasta la fecha, hay identificadosdentro del valle de Las Batuecas unos30 refugios y algunos más han sido halladosen los valles próximos.Algunos de los refugios más llamativosson el Canchal de Mahoma, la Majada delas Torres, o el más conocido de todos, elde Cabras Pintás. Uno de los más visitadoses la Cueva del Cristo, con multitudde puntos y barras, soles y hasta lo queparecen unas escaleras. Este abrigo, muycercano al río Batuecas, fue también pintadocon diversos símbolos religiosos porlos frailes del monasterio.En el fondo del valle se halla el conocidocomo convento del Santo Desierto de losCarmelitas Descalzos, una de las referenciashistóricas y culturales del valle.Desde mediados del siglo XV LasBatuecas atrajeron a diversas comunidadesde monjes que encontraron la pazespiritual en estas montañas salmantinas.Pero Batuecas no sólo es arte y naturaleza.La impenetrable espesura del valle hizofraguar una leyenda, recogida o nacida dela comedia de Lope de Vega, que ha alimentadodurante siglos el halo de magiaque aún envuelve este lugar. Su aspectode rincón paradisíaco, ajeno a toda realidadexterna, lo convirtió a ojos humanosen el probable Paraíso. Posteriormenteotros relatos de Larra definían la comarcade Las Batuecas, incluyendo a LasHurdes, como un territorio poblado porhabitantes ignorantes y poco cultos, ajenosa los trajines y penalidades de la vida,de donde viene el dicho de “estar en LasBatuecas”.Más información:www.batuecasnatural.com6EMOCIONES EN SALAMANCA