Primavera - Verano • 2004 - Consulta de Obligaciones Pendientes ...

GALGOS Y LIEBRESgalgos y liebresCuando los chopos comienzan a perder sushojas y las iglesias de los pueblos tañen enhonor de la virgen del Pilar, en el noreste dela provincia salmantina comienza un espectáculoen que se funden a partes igualesvida y muerte, naturaleza y humanidad,pasión y adrenalina. La temporada dec a r reras de galgos en campo comienza.En localidades como Cantalapiedra oPeñaranda de Bracamonte y sus zonas deinfluencia, donde la estepa cerealista dominael paisaje, cuadrillas de galgueros, compuestasa lo sumo por una decena de personas,baten con insistencia el terreno en buscade las liebres. Durante el día, este ro e d o rpermanece agazapado, mimetizado en elt e r reno gracias a su pelaje, después de alimentarseen las horas nocturnas. Al alba, larabona construye una hendidura en elsuelo, donde se agazapa para descansar ypasar el día, es la denominada ‘cama’. En lazona, hay verd a d e ros especialistas endescubrir a la liebre en la cama, pero no esdifícil que a la cuadrilla se le pase algúnanimal que suele huir, alejándose de lacuadrilla en una veloz carre r a .Cuando la liebre se siente acosada o es descubierta,comienza el espectáculo. Los cazado res, con sus galgos sujetos con correas yahan decidido previamente qué perros participaránen la carrera. Normalmente, y paraque la carrera sea justa, los buenos aficionadossueltan sólo dos lebreles en pos de lal i e b re y éstos van atados a la misma corre acon un collar doble, denominado traílla.Esta correa posee un mecanismo que permiteliberar a los dos galgos a la vez y una veziniciada la carrera en pos de la liebre por lapersona encargada de soltar a los lebre l e s ,que es conocido como traillero .La carreraLa lucha está planteada. Entonces, llega elmomento para los recortes, los guiños y laspotentes carreras que ponen en más de unaprieto a los galgos más experimentados delcontorno. Entre los galgueros sube la adrenalinay vocean a su perro, animándolo aalcanzar a la liebre, que intenta avanzarhacia algún lugar donde despistar a sus perse g u i d o res y salvar su vida. Prismáticos enmano, los aficionados siguen la carrera condetenimiento, a la vez que deben sujetar alos otros lebreles que esperan su turno yque, inquietos al ver la liebre, pre t e n d e nzafarse de sus correas.Una vez concluida la carrera, llega elmomento para los comentarios, que seránmás encendidos que cualquiera de fútbol,ya que las carreras de galgos levantan pasionesque, a veces, no dejan ver la verd a d e r aRío Duero desde el miradorde La Code, en Mieza.P rotagonista, la liebreLa liebre es la protagonista de las carre r a sde galgos. Sin este mimético y veloz ro e d o rel mundo galguero no existiría. Sus quiebros, cambios de ritmo y velocidad hacenque su carrera sea impredecible, un hechoque no sucede en los canódromos o en lasc a r reras mecánicas. La liebre del nord e s t ede la provincia salmantina pertenece a lasubespecie mediterránea y no suele llegar apesar los tres kilogramos. La estepa cere a-lista es su hábitat idóneo y soporta perfectamentesus diferencias de temperaturase n t re invierno y verano. Esta circ u n s t a n c i ahace que las ‘rabonas’ que pueblan estospagos sean de las más resistentes y velocesde toda España.El triángulo formado por Cantalapiedra,Madrigal de las Altas To r res (Ávila) yMedina del Campo (Valladolid) es la zonadonde nacen y viven las mejores liebre spara las carreras con galgos y cualquierg a l g u e ro desea que uno de sus perro srealice la carrera soñada tras una de estasl i e b res, bravas como ninguna.10EMOCIONES EN SALAMANCA