Clasificación de obras audiovisuales - IIN

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Capítulo 253Regulación decontenidos audiovisualesTras haber concluido que las empresas de comunicaciónreúnen las características que se suelen utilizar comoparámetros para determinar la necesidad de regulaciónde determinado sector, queda definir qué es lo que sedebe regular. Para la presente discusión, hemos de analizaruna actividad específica que realizan estas empresas:la producción de contenidos audiovisuales.Los materiales retransmitidos por las televisiones,como ya se ha dicho anteriormente, pueden causar ungran impacto sobre la audiencia – y, conforme indicandiversos estudios, los mismos pueden ser positivos onegativos . En el caso de los niños y los adolescentes, losefectos son aún más significativos, tanto por el tempo queestán expuestos a la programación televisiva como por elpapel importante que esta ejerce en su socialización.Estudios recientes de la Unesco, divulgados por laserie de publicaciones de su International Clearinghouseon Children, Youth and Media, han indicado quelos niños y adolescentes de como máximo 18 años, portodo el mundo, se pasan, en media, tres horas diariasviendo la televisión – más tempo del que dedican a ejer-Propietarios de empresas de los sectores más variados tampoco parecendudar de la influencia que ejercen los contenidos de los medios de comunicaciónsobre la audiencia. No destinarían miles de millones de dólares alaño a publicidad en la televisión si no creyeran que pueden modificar así loshábitos de consumo de los telespectadores.cer cualquier otra actividad, excepto el periodo en el queestán en la escuela .Los padres, responsables, profesores y otros adultosque participan en el proceso de socialización de niños yniñas naturalmente se ven influenciados también por losmensajes de los medios de comunicación, en especial porlos que retransmite la televisión abierta. Los estudios dela Unesco destacan que, en países como Brasil, cerca del97% de las familias tienen acceso cotidiano a las retransmisionesde las emisoras abiertas – un porcentaje prácticamenteidéntico al del conjunto de niños matriculadosen las escuelas de la enseñanza fundamental.La niñera electrónicaAún así, hay que resaltar que crece el número de niños yadolescentes que no cuentan con la presencia de adultosdurante el período en el que se entretienen ante la televisión.Esto es verdad especialmente en Brasil, dondecada vez hay más mujeres cabezas de familia – las que, enconsecuencia, han de pasar una buena parte del día fuerade casa. Por añadido, la triple jornada laboral (trabajo,quehaceres domésticos y cuidado de la familia) reducemás todavía las horas disponibles para la educación delos hijos. A su vez, Domingos Sávio Dresch da Silveira,en su tesina de maestría titulada Control de la programaciónde la televisión: límites y posibilidades, informa que,en un estudio realizado en 1997 a petición del Ministeriode Justicia y de la Unesco, el Instituto Brasileño deOpinión Pública y Estadística (Ibope) constató que, enEs importante llamar la atención hacia la posibilidad de que subnotificaciónde esta información dada a los investigadores por los padres, cuidadoresy por los mismos niños – o sea, que el tiempo de permanencia ante eltelevisor puede ser todavía mayor.

54Clasificación de obras audiovisuales: construyendo la ciudadanía en la pequeña pantallael 53% de los casos, no existe ningún control de la familiasobre cómo utilizan la televisión los niños y adolescentes,bien en lo que atañe al número de horas, biencon relación a la elección de la programación.Por fin, se pone de manifiesto en datos segmentadosde la audiencia que a los niños y adolescentes no les interesatan solo la programación que se dirige a ellos ni laretransmitida en los horarios en los que, supuestamente,están ante el televisor. En el 2002, el Ibope TelereportPNT recolectó datos que mostraban que, en aquella época,el reality show Big Brother era el programa más visto porlos niños de entre 4 y 11 años. Flávio Ferrari, del GrupoIbope Medios, completa esta información en el artículo“Los jóvenes y los medios de comunicación”, publicadoen el site de la ONG Midiativa (www.midiativa.tv):No hay cómo negar que los medios de comunicación tienenpotencial para impactar significativamente a sus públicos.Los niños y los adolescentes están conectados con algúnmedio de comunicación durante una buena parte de sutiempo, y no siempre están expuestos a contenidos que consideraríamosrecomendables.Si hablamos de la televisión, los jóvenes de 4 a 17 años laven, en media, 3,5 horas al día. Los programas de mayor audiencia(media nacional - PNT de mayo/03) entre los niñosde 4 a 11 años no son “infantiles”. Encabezan el ranking lastelenovelas (las de las 7:00 p. m. y las de las 8:00 p. m.) y elperiodismo nocturno de la TV Globo, programas humorísticoscomo Casseta e Planeta, Un follón monumental, La granfamilia y el Fantástico de los domingos (todos ellos de la emisoraGlobo). Entre los 10 programas de mayor audiencia mediaentre los niños, el único clasificado inequívocamente comoinfantil es Dibujos animados nocturnos del canal SBT.Entre los adolescentes, de 12 a 17 años, el resultado es similar,con pocos cambios: aparecen En el gimnasio y la telenovelade las 6:00 p. m. de la emisora Globo, además delfútbol y las películas (Pantalla caliente) y bajan puestosen el ranking programas como el Fantástico, Globo Reportero,Un follón monumental y los dibujos animadosnocturnos. Esta situación no refleja, necesariamente, laelección o las preferencias de estos dos públicos.Sistemas de protecciónVistas las evidencias del poder que ejerce la programacióntelevisiva sobre la sociedad, una cantidad considerablede las democracias occidentales ha preferido montarun sistema regulador de los contenidos audiovisuales,con el objetivo de proteger a sus propias democracias, apoblaciones específicas (niños, adolescentes y minorías,por ejemplo) y a los consumidores en general.Este sistema de protección va desde la mera indicaciónpor parte del Estado de qué contenidos resultaninadecuados para determinados públicos, pasa por laexigencia de la presencia de dispositivos electrónicos deautocontrol (como el V-CHIP) y llega incluso a la prohibiciónde la retransmisión de determinados contenidos(como en el caso de la publicidad sobre el tabaco).También en Brasil crece la preocupación de distintosagentes sobre los contenidos de la televisión. Una breveinvestigación sobre los proyectos de ley propuestos porlos diputados y senadores, que se realizó específicamentepara la presente publicación, revela que 26 de ellas teníancomo tema central – o como parte significativa de lapropuesta – la cuestión de la clasificación por edades delos contenidos audiovisuales. La investigación del Ibope

54<strong>Clasificación</strong> <strong>de</strong> <strong>obras</strong> <strong>audiovisuales</strong>: construyendo la ciudadanía en la pequeña pantallael 53% <strong>de</strong> los casos, no existe ningún control <strong>de</strong> la familiasobre cómo utilizan la televisión los niños y adolescentes,bien en lo que atañe al número <strong>de</strong> horas, biencon relación a la elección <strong>de</strong> la programación.Por fin, se pone <strong>de</strong> manifiesto en datos segmentados<strong>de</strong> la audiencia que a los niños y adolescentes no les interesatan solo la programación que se dirige a ellos ni laretransmitida en los horarios en los que, supuestamente,están ante el televisor. En el 2002, el Ibope TelereportPNT recolectó datos que mostraban que, en aquella época,el reality show Big Brother era el programa más visto porlos niños <strong>de</strong> entre 4 y 11 años. Flávio Ferrari, <strong>de</strong>l GrupoIbope Medios, completa esta información en el artículo“Los jóvenes y los medios <strong>de</strong> comunicación”, publicadoen el site <strong>de</strong> la ONG Midiativa (www.midiativa.tv):No hay cómo negar que los medios <strong>de</strong> comunicación tienenpotencial para impactar significativamente a sus públicos.Los niños y los adolescentes están conectados con algúnmedio <strong>de</strong> comunicación durante una buena parte <strong>de</strong> sutiempo, y no siempre están expuestos a contenidos que consi<strong>de</strong>raríamosrecomendables.Si hablamos <strong>de</strong> la televisión, los jóvenes <strong>de</strong> 4 a 17 años laven, en media, 3,5 horas al día. Los programas <strong>de</strong> mayor audiencia(media nacional - PNT <strong>de</strong> mayo/03) entre los niños<strong>de</strong> 4 a 11 años no son “infantiles”. Encabezan el ranking lastelenovelas (las <strong>de</strong> las 7:00 p. m. y las <strong>de</strong> las 8:00 p. m.) y elperiodismo nocturno <strong>de</strong> la TV Globo, programas humorísticoscomo Casseta e Planeta, Un follón monumental, La granfamilia y el Fantástico <strong>de</strong> los domingos (todos ellos <strong>de</strong> la emisoraGlobo). Entre los 10 programas <strong>de</strong> mayor audiencia mediaentre los niños, el único clasificado inequívocamente comoinfantil es Dibujos animados nocturnos <strong>de</strong>l canal SBT.Entre los adolescentes, <strong>de</strong> 12 a 17 años, el resultado es similar,con pocos cambios: aparecen En el gimnasio y la telenovela<strong>de</strong> las 6:00 p. m. <strong>de</strong> la emisora Globo, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>lfútbol y las películas (Pantalla caliente) y bajan puestosen el ranking programas como el Fantástico, Globo Reportero,Un follón monumental y los dibujos animadosnocturnos. Esta situación no refleja, necesariamente, laelección o las preferencias <strong>de</strong> estos dos públicos.Sistemas <strong>de</strong> protecciónVistas las evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r que ejerce la programacióntelevisiva sobre la sociedad, una cantidad consi<strong>de</strong>rable<strong>de</strong> las <strong>de</strong>mocracias occi<strong>de</strong>ntales ha preferido montarun sistema regulador <strong>de</strong> los contenidos <strong>audiovisuales</strong>,con el objetivo <strong>de</strong> proteger a sus propias <strong>de</strong>mocracias, apoblaciones específicas (niños, adolescentes y minorías,por ejemplo) y a los consumidores en general.Este sistema <strong>de</strong> protección va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mera indicaciónpor parte <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> qué contenidos resultanina<strong>de</strong>cuados para <strong>de</strong>terminados públicos, pasa por laexigencia <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> dispositivos electrónicos <strong>de</strong>autocontrol (como el V-CHIP) y llega incluso a la prohibición<strong>de</strong> la retransmisión <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados contenidos(como en el caso <strong>de</strong> la publicidad sobre el tabaco).También en Brasil crece la preocupación <strong>de</strong> distintosagentes sobre los contenidos <strong>de</strong> la televisión. Una breveinvestigación sobre los proyectos <strong>de</strong> ley propuestos porlos diputados y senadores, que se realizó específicamentepara la presente publicación, revela que 26 <strong>de</strong> ellas teníancomo tema central – o como parte significativa <strong>de</strong> lapropuesta – la cuestión <strong>de</strong> la clasificación por eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>los contenidos <strong>audiovisuales</strong>. La investigación <strong>de</strong>l Ibope

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