Clasificación de obras audiovisuales - IIN

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Un nuevo sistema para Brasil181de ser positiva o negativa y, en muchos casos, ambasestán presentes en las obras audiovisuales. Tal hechonos lleva a la necesidad imperativa de evitar elerror de impedirle al público infantil el acceso a determinadasobras cuando los contenidos adecuadosse sobreponen a los inadecuados – y el de facilitar elacceso, en los casos contrarios.Para finalizar, lo que se pretende con ese modelo esdarle un carácter objetivo al proceso, sistematizarel método de análisis de los clasificadores y, lo másimportante, ampliar definitiva y significativamentela apertura de diálogo con la sociedad, así comodarle a la sociedad oportunidades de elección enrelación con la programación televisiva. El sistemade tendencias es la señal pedagógica del Ministeriode Justicia, o sea, se dialoga con la sociedad brasileraal identificar algunos contenidos como más o menosapropiados, siempre teniendo en mente la protecciónde los derechos humanos.3. La ficha detalladaLa base para la construcción de la ficha fueron los trestemas que – legal e históricamente – siempre han estadorelacionados a la clasificación de los contenidosaudiovisuales: sexo, drogas y violencia. Además de eso,se tomaron en cuenta las cuestiones básicas de identificaciónde los procedimientos clasificatorios y de la obraen análisis (si es, por ejemplo, una producción nacionalo extranjera). La innovación se da en dos frentes: elanálisis de los temas existentes, que se amplió y en elque se profundizó, y la inclusión de temas que señalancontenidos positivos, presentados por los productoresde las obras audiovisuales.El procedimiento más elemental – y, por eso mismo,el más esencial – de análisis de contenido es lacomprensión de que el objetivo deseado, desde elpunto de vista metodológico, es leer el lenguaje audiovisuala partir de los parámetros contenidos enel instrumento.Así, en el proceso de clasificación no se debe considerar– con el fin de evitar la subjetividad – lo no dicho,lo no visto, lo simbólico, lo implícito, lo subliminal. Elhecho recurrente de que personajes del sexo femenino,por ejemplo, se encuadren a partir del uso de lenguajesaudiovisuales que refuerzan las estructuras socialesexistentes (y, por tanto, la discriminación de género) esalgo que ha de debatir y rechazar la sociedad. Sin embargo,a esa situación no siempre se le puede dar uncarácter objetivo en un procedimiento de Clasificaciónpor Edades. Es decir, hay diversas situaciones que dependende procedimientos más próximos del análisisde discurso que del análisis de contenido.El silencio, los tipos de miradas o ironías son formastanto o más ratificadoras de comportamientosindeseables y discriminatorios que escenas de clara einequívoca violencia, por ejemplo, contra las mujeres.No obstante, dejar abierto a la subjetividad el análisis

182Clasificación de obras audiovisuales: construyendo la ciudadanía en la pequeña pantallade aspectos como los mencionados antes puede volvervulnerable, y mucho, el sistema de clasificación deobras audiovisuales. Por lo tanto, es importante resaltarque todas y cada una de las cuestiones que estáncontenidas en el instrumento que se propone se refierena elementos que están presentes en las obras, demanera clara e indudable.Los parámetros que podrían suscitar distintas interpretacionesy que fueron utilizados en la construcciónde la Ficha de Clasificación están detallados en el Manualde códigos y fuentes (Véase la página 215).I – Identificación básicaLa primera parte del instrumento de clasificación –Identificación básica del material en análisis – es autoexplicativa, lo que dispensa más detalles, bajo penade decir lo que ya se ha dicho. Merece un pequeñocomentario el hecho de haberles atribuido la letra“E”, lo que contribuye a la elevación de la Clasificaciónpor Edades de las obras, a aquellas cuya exhibiciónes en color. Es claro que este recurso (el color),por sí solo, no interfiere en el desarrollo integral deniños y adolescentes. No obstante, cuando se asociaa la violencia (con sangre, por ejemplo) o al terror,puede potenciar el sentimiento de realidad – y, porlo tanto, de miedo – en relación con aquella escenaen particular. De ahí la necesidad de señalizar tal elemento.Aspectos como ese indican una característicacentral del instrumento: no puede leerse a partir decada variable aisladamente – o sea, es el resultado finalel que debe ser considerado en la Clasificaciónpor Edades definitiva de cada obra.II – FormatoLa clasificación según el formato de los programas(véanse las definiciones en el Manual de códigos y defuentes) no puede entenderse como neutra. En otraspalabras, el tipo de programa, por sí solo, puede contribuir,positiva o negativamente, a la formación integralde los niños y adolescentes. O, de la misma forma,simplemente puede no ser adecuado para niños y adolescentesde todas las edades, dadas sus característicasintrínsecas. En ese sentido, fueron marcados comoprogramas que deben contribuir al aumento de la clasificaciónpor edades:Columna social – programas que se basan exclusivamenteen “chismes” y en sucesos correlacionadoscon la vida de las celebridades, y que puedenreforzar el culto a la imagen, a la valoración de laposesión de bienes materiales y el culto al cuerpo.En suma, no añaden nada relevante, ni siquieraentretenimiento, para la formación de niñosy adolescentes – por tanto, se indica que no sonapropiados para todas las edades. El libro En lasala de espera –La cobertura periodística sobre promociónde la salud y derechos reproductivos en la adolescencia,publicado en el 2006 por la Agencia deNoticias por los Derechos de la Infancia (ANDI) yCortez Editora, con el apoyo de la Fundación W. K.Kellogg, incluye una larga discusión acerca de los

182<strong>Clasificación</strong> <strong>de</strong> <strong>obras</strong> <strong>audiovisuales</strong>: construyendo la ciudadanía en la pequeña pantalla<strong>de</strong> aspectos como los mencionados antes pue<strong>de</strong> volvervulnerable, y mucho, el sistema <strong>de</strong> clasificación <strong>de</strong><strong>obras</strong> <strong>audiovisuales</strong>. Por lo tanto, es importante resaltarque todas y cada una <strong>de</strong> las cuestiones que estáncontenidas en el instrumento que se propone se refierena elementos que están presentes en las <strong>obras</strong>, <strong>de</strong>manera clara e indudable.Los parámetros que podrían suscitar distintas interpretacionesy que fueron utilizados en la construcción<strong>de</strong> la Ficha <strong>de</strong> <strong>Clasificación</strong> están <strong>de</strong>tallados en el Manual<strong>de</strong> códigos y fuentes (Véase la página 215).I – I<strong>de</strong>ntificación básicaLa primera parte <strong>de</strong>l instrumento <strong>de</strong> clasificación –I<strong>de</strong>ntificación básica <strong>de</strong>l material en análisis – es autoexplicativa, lo que dispensa más <strong>de</strong>talles, bajo pena<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir lo que ya se ha dicho. Merece un pequeñocomentario el hecho <strong>de</strong> haberles atribuido la letra“E”, lo que contribuye a la elevación <strong>de</strong> la <strong>Clasificación</strong>por Eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las <strong>obras</strong>, a aquellas cuya exhibiciónes en color. Es claro que este recurso (el color),por sí solo, no interfiere en el <strong>de</strong>sarrollo integral <strong>de</strong>niños y adolescentes. No obstante, cuando se asociaa la violencia (con sangre, por ejemplo) o al terror,pue<strong>de</strong> potenciar el sentimiento <strong>de</strong> realidad – y, porlo tanto, <strong>de</strong> miedo – en relación con aquella escenaen particular. De ahí la necesidad <strong>de</strong> señalizar tal elemento.Aspectos como ese indican una característicacentral <strong>de</strong>l instrumento: no pue<strong>de</strong> leerse a partir <strong>de</strong>cada variable aisladamente – o sea, es el resultado finalel que <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rado en la <strong>Clasificación</strong>por Eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> cada obra.II – FormatoLa clasificación según el formato <strong>de</strong> los programas(véanse las <strong>de</strong>finiciones en el Manual <strong>de</strong> códigos y <strong>de</strong>fuentes) no pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse como neutra. En otraspalabras, el tipo <strong>de</strong> programa, por sí solo, pue<strong>de</strong> contribuir,positiva o negativamente, a la formación integral<strong>de</strong> los niños y adolescentes. O, <strong>de</strong> la misma forma,simplemente pue<strong>de</strong> no ser a<strong>de</strong>cuado para niños y adolescentes<strong>de</strong> todas las eda<strong>de</strong>s, dadas sus característicasintrínsecas. En ese sentido, fueron marcados comoprogramas que <strong>de</strong>ben contribuir al aumento <strong>de</strong> la clasificaciónpor eda<strong>de</strong>s:Columna social – programas que se basan exclusivamenteen “chismes” y en sucesos correlacionadoscon la vida <strong>de</strong> las celebrida<strong>de</strong>s, y que pue<strong>de</strong>nreforzar el culto a la imagen, a la valoración <strong>de</strong> laposesión <strong>de</strong> bienes materiales y el culto al cuerpo.En suma, no aña<strong>de</strong>n nada relevante, ni siquieraentretenimiento, para la formación <strong>de</strong> niñosy adolescentes – por tanto, se indica que no sonapropiados para todas las eda<strong>de</strong>s. El libro En lasala <strong>de</strong> espera –La cobertura periodística sobre promoción<strong>de</strong> la salud y <strong>de</strong>rechos reproductivos en la adolescencia,publicado en el 2006 por la Agencia <strong>de</strong>Noticias por los Derechos <strong>de</strong> la Infancia (ANDI) yCortez Editora, con el apoyo <strong>de</strong> la Fundación W. K.Kellogg, incluye una larga discusión acerca <strong>de</strong> los

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