Clasificación de obras audiovisuales - IIN
Clasificación de obras audiovisuales - IIN Clasificación de obras audiovisuales - IIN
Capítulo 4111Para el periodista y especialista en el área de ComunicaciónEugênio Bucci, en el artículo “La entrada precozdel niño en el mundo del consumo”, “cuando se considera[al niño] como un interlocutor válido para los mediosde comunicación, él ya se ha convertido en un consumidor.Es un consumidor antes de ser un ciudadano”.Cuando asumimos la perspectiva de los derechos, el temadel consumo debe analizarse con mucho cuidado. O sea, latelevisión, al valorar a los niños y adolescentes en cuantoconsumidores, practica un tipo de socialización de estaspoblaciones muy diferente de la prevista por los principiosconstitucionales e internacionales que ya hemos discutido.Como alerta el psicoanalista Paulo Roberto Ceccarelli,en su artículo “Los efectos perversos de la televisión”, “elpeligro consiste en que [la identificación del telespectadorcon un consumidor] lleve a la creación de referencias‘ético-morales’ diferentes de las necesarias para construiruna estructura social basada en el respeto y en los derechosde los ciudadanos”.Por lo tanto, el consumo al que nos referimos no es tansolo el que estimula la publicidad, sino también una actitud,ampliamente transmitida por la programación, que valorael acceso a los bienes materiales, a determinados modelosde belleza y/o de vida en sociedad. En este sentido, hay quedestacar la observación que hace la directora ejecutiva de laONG Midiativa, Sirlene Reis, de que “el valor excesivo dela imagen, por ejemplo, se asocia con el crecimiento avasalladorde la industria de la estética y de todo lo que ellorepresenta desde el punto de vista comercial para la televisión.Lo ideal sería que se establecieran criterios firmes declasificación por edades con relación al consumo”. Definiendo los Criteriosde clasificaciónMás allá de las dificultades a la hora de establecer criteriosobjetivos de clasificación por edades, es importanteque tengamos en cuenta algunas variables de análisis.A continuación, destacamos de forma sintética algunasde ellas, presentes en el formulario de clasificación queproponemos en la última parte de este documento.LenguajeNo podemos centrar el análisis de los efectos dela clasificación por edades tan solo en las imágenespresentes en los contenidos audiovisuales.El lenguaje que utilizan los personajes puede serespecialmente relevante a la hora intensificar loscontenidos positivos o negativos, e incluso dehacer que determinada obra sea poco accesible adeterminadas edades (por ejemplo, con el uso delenguaje culto o técnico).DiscriminaciónEl análisis de la violencia no se puede restringir alde la violencia física stricto sensu. La falta de respe-
112Clasificación de obras audiovisuales: construyendo la ciudadanía en la pequeña pantallato velada o explícita a los derechos humanos de diversosgrupos ha de ser objeto de la clasificación (si no decondena por parte de la Justicia). Este tipo de posturatambién se manifiesta en atracciones aparentementeinocentes, que en apariencia no tienen la intenciónde transmitir contenidos que atenten contra los principiosde los derechos humanos. Se trata, pongamospor caso, de los programas humorísticos que, comoafirma el filósofo Renato Janine Ribeiro, son unapuerta abierta descaradamente a los prejuicios.Identificación de contenidos positivosLos criterios anteriores pretenden identificar lasinadecuaciones, lo equivocado, lo que no se les debemostrar a determinadas edades. Sin embargo, comoya hemos mencionado anteriormente, también esimportante trabajar con las adecuaciones, con aquelloque ha de ser estimulado. Se incluyen aquí aquelloscontenidos u obras que diseminen valores capacesde estimular el que la sociedad sea más solidaria,o incluso que discutan sobre temas como la violenciay el sexo de manera apropiada, lo que ampliaría lareflexión acerca de la vida humana, a partir de enfoquesadecuados para cada edad.Pero ¿qué es lo “adecuado” para el universo infantily juvenil? Entendemos que una buena raciónde sentido común resolvería una parte importantede las discusiones sobre esta cuestión. Sin embargo,como la objetividad es un requisito previo fundamentalpara definir e implementar políticas públicas,es importante definir un punto de referenciaa partir del que se construirán los parámetros quemarcarán el rumbo de tales adecuaciones. Ahora escuando entra en juego el segundo pilar de la definicióncontemporánea de la infancia y la adolescenciasegún la Convención y el Estatuto: la protección delos derechos humanos.Conforme hemos visto en este capítulo, un sistemade clasificación por edades ha de estar fuertementeenraizado en la protección de los derechoshumanos de los niños y adolescentes, así como en lavaloración de estos derechos. Y la promoción de unacultura de paz – en el sentido más amplio de la palabray no solamente en lo que se refiere a la ausenciade violencia, como nos recuerda el filósofo JohanGaltung – necesita ser parte integrante de todas laspolíticas públicas dirigidas por los distintos organismosdel Estado brasileño.Por otro lado, el que proponemos como modelode clasificación de los contenidos audiovisuales enBrasil no es un proceso totalmente original, que partade cero. La ley de la radiodifusión de Suecia, por
- Page 61 and 62: 60Clasificación de obras audiovisu
- Page 63 and 64: 62Clasificación de obras audiovisu
- Page 65 and 66: 64Clasificación de obras audiovisu
- Page 67 and 68: 66Clasificación de obras audiovisu
- Page 69 and 70: 68Clasificación de obras audiovisu
- Page 71 and 72: 70Clasificación de obras audiovisu
- Page 73 and 74: 72Clasificación de obras audiovisu
- Page 75 and 76: 74Clasificación de obras audiovisu
- Page 77 and 78: 76Clasificación de obras audiovisu
- Page 79 and 80: 78Clasificación de obras audiovisu
- Page 81 and 82: 80Clasificación de obras audiovisu
- Page 83 and 84: 82Clasificación de obras audiovisu
- Page 85 and 86: 84Clasificación de obras audiovisu
- Page 87 and 88: 86Clasificación de obras audiovisu
- Page 89 and 90: 88Clasificación de obras audiovisu
- Page 91 and 92: 90Clasificación de obras audiovisu
- Page 93 and 94: 92Clasificación de obras audiovisu
- Page 95 and 96: 94Clasificación de obras audiovisu
- Page 97 and 98: 96Clasificación de obras audiovisu
- Page 99 and 100: 98Clasificación de obras audiovisu
- Page 101 and 102: 100Clasificación de obras audiovis
- Page 103 and 104: 102Clasificación de obras audiovis
- Page 105 and 106: 104Clasificación de obras audiovis
- Page 107 and 108: 106Clasificación de obras audiovis
- Page 109 and 110: 108Clasificación de obras audiovis
- Page 111: 110Clasificación de obras audiovis
- Page 115 and 116: 114Clasificación de obras audiovis
- Page 117 and 118: 116Clasificación de obras audiovis
- Page 119 and 120: 118Clasificación de obras audiovis
- Page 121 and 122: 120Clasificación de obras audiovis
- Page 123 and 124: 122Clasificación de obras audiovis
- Page 125 and 126: 124Clasificación de obras audiovis
- Page 127 and 128: 126Clasificación de obras audiovis
- Page 129 and 130: 128Clasificación de obras audiovis
- Page 131 and 132: 130Clasificación de obras audiovis
- Page 133 and 134: 132Clasificación de obras audiovis
- Page 135 and 136: 134Clasificación de obras audiovis
- Page 137 and 138: 136Clasificación de obras audiovis
- Page 139 and 140: 138Clasificación de obras audiovis
- Page 141 and 142: 140Clasificación de obras audiovis
- Page 143 and 144: 142Clasificación de obras audiovis
- Page 145 and 146: 144Clasificación de obras audiovis
- Page 147 and 148: 146Clasificación de obras audiovis
- Page 149 and 150: 148Clasificación de obras audiovis
- Page 151 and 152: 150Clasificación de obras audiovis
- Page 153 and 154: 152Clasificación de obras audiovis
- Page 155 and 156: 154Clasificación de obras audiovis
- Page 157 and 158: 156Clasificación de obras audiovis
- Page 159 and 160: 158Clasificación de obras audiovis
- Page 161 and 162: 160Clasificación de obras audiovis
112<strong>Clasificación</strong> <strong>de</strong> <strong>obras</strong> <strong>audiovisuales</strong>: construyendo la ciudadanía en la pequeña pantallato velada o explícita a los <strong>de</strong>rechos humanos <strong>de</strong> diversosgrupos ha <strong>de</strong> ser objeto <strong>de</strong> la clasificación (si no <strong>de</strong>con<strong>de</strong>na por parte <strong>de</strong> la Justicia). Este tipo <strong>de</strong> posturatambién se manifiesta en atracciones aparentementeinocentes, que en apariencia no tienen la intención<strong>de</strong> transmitir contenidos que atenten contra los principios<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos. Se trata, pongamospor caso, <strong>de</strong> los programas humorísticos que, comoafirma el filósofo Renato Janine Ribeiro, son unapuerta abierta <strong>de</strong>scaradamente a los prejuicios.I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> contenidos positivosLos criterios anteriores preten<strong>de</strong>n i<strong>de</strong>ntificar lasina<strong>de</strong>cuaciones, lo equivocado, lo que no se les <strong>de</strong>bemostrar a <strong>de</strong>terminadas eda<strong>de</strong>s. Sin embargo, comoya hemos mencionado anteriormente, también esimportante trabajar con las a<strong>de</strong>cuaciones, con aquelloque ha <strong>de</strong> ser estimulado. Se incluyen aquí aquelloscontenidos u <strong>obras</strong> que diseminen valores capaces<strong>de</strong> estimular el que la sociedad sea más solidaria,o incluso que discutan sobre temas como la violenciay el sexo <strong>de</strong> manera apropiada, lo que ampliaría lareflexión acerca <strong>de</strong> la vida humana, a partir <strong>de</strong> enfoquesa<strong>de</strong>cuados para cada edad.Pero ¿qué es lo “a<strong>de</strong>cuado” para el universo infantily juvenil? Enten<strong>de</strong>mos que una buena ración<strong>de</strong> sentido común resolvería una parte importante<strong>de</strong> las discusiones sobre esta cuestión. Sin embargo,como la objetividad es un requisito previo fundamentalpara <strong>de</strong>finir e implementar políticas públicas,es importante <strong>de</strong>finir un punto <strong>de</strong> referenciaa partir <strong>de</strong>l que se construirán los parámetros quemarcarán el rumbo <strong>de</strong> tales a<strong>de</strong>cuaciones. Ahora escuando entra en juego el segundo pilar <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finicióncontemporánea <strong>de</strong> la infancia y la adolescenciasegún la Convención y el Estatuto: la protección <strong>de</strong>los <strong>de</strong>rechos humanos.Conforme hemos visto en este capítulo, un sistema<strong>de</strong> clasificación por eda<strong>de</strong>s ha <strong>de</strong> estar fuertementeenraizado en la protección <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechoshumanos <strong>de</strong> los niños y adolescentes, así como en lavaloración <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos. Y la promoción <strong>de</strong> unacultura <strong>de</strong> paz – en el sentido más amplio <strong>de</strong> la palabray no solamente en lo que se refiere a la ausencia<strong>de</strong> violencia, como nos recuerda el filósofo JohanGaltung – necesita ser parte integrante <strong>de</strong> todas laspolíticas públicas dirigidas por los distintos organismos<strong>de</strong>l Estado brasileño.Por otro lado, el que proponemos como mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong> clasificación <strong>de</strong> los contenidos <strong>audiovisuales</strong> enBrasil no es un proceso totalmente original, que parta<strong>de</strong> cero. La ley <strong>de</strong> la radiodifusión <strong>de</strong> Suecia, por