Clasificación de obras audiovisuales - IIN

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Capítulo 4109sexualidad de manera perjudicial para el futuro delniño. Por poner tan solo un ejemplo: hace algún tiempo,varias emisiones televisivas mostraban a niñas de 3,4 años, a veces de menos, bailando el entonces famoso“baile de la botella”. Está claro que esto le da una gransatisfacción al niño y, sin lugar a dudas, a los padres,porque le gustan al público que las está admirando. Sinembargo, la mirada del adulto en dirección a esta escenano es lo mismo que la del niño. Esto puede provocaruna erogenización precoz y producir un tipo de apelosexual que se contradice completamente con su condicióninfantil. Los medios de comunicación tienen queestar conscientes de ello y tomar una postura concretaal respecto: es una cuestión ética.Los adolescentes tampoco están protegidos de losefectos de los medios de comunicación, que pueden serperversos. La búsqueda de modelos externos, típica deesta fase de separación de los modelos familiares, haceque los que carezcan de referencias para soportar estepaso adopten los modelos y los comportamientos sexualesque exhiben los medios de comunicación como “reglade conducta”. Sin embargo, a menudo lo que muestranlos medios de comunicación se encuentra en totalcontradicción con lo que sienten los adolescentes, loque puede llevar a que no se sientan respetados, o a quese sientan discriminados e incluso perdidos. En otrassituaciones, los medios pueden ofrecer “soluciones”a conflictos internos dándole al sujeto la ilusión depertenecer a un grupo y suministrándole, al mismotiempo, una manera de defenderse del peligro de entraren contacto con representaciones inconscientesque generen angustia.Los medios de comunicación tienen una responsabilidadética con aquello que retransmiten y nopueden ignorar su participación en la construcciónsocial, en la formación de mentalidades y en el desarrollopsicosocial del niño y del adolescente. Hacerdepender lo que retransmiten tan solo de la audiencia,basada en la ideología de una cultura globalizadora,es faltarle al respeto a la particularidad del tiempode maduración de la constitución de cada sujeto.* Artículo publicado originalmente en el Periódico del Psicólogo, en laedición de junio del 2003.** Psicólogo; psicoanalista; doctor en Psicopatología Fundamental yPsicoanálisis por la Universidad de Paris VII; miembro de la AsociaciónUniversitaria de Investigación en Psicopatología Fundamental; miembrode la “Société de Psychanalyse Freudienne”, París, Francia; miembroFundador de la ONG TVer; vicepresidente de la TVer-Minas Gerais; profesordel Departamento de Psicología de la PUC-Minas Gerais.

110Clasificación de obras audiovisuales: construyendo la ciudadanía en la pequeña pantallaMás allá de laviolencia y del sexoEl hecho de que nos hayamos concentrado hasta ahoraen cómo deben tratarse el sexo y la violencia en un sistemade clasificación por edades no significa que estosdos temas tengan que funcionar necesariamente comola meta principal de tal política. El énfasis que les concedemosse deriva de tres razones.La primera es la de que la legislación brasileña – y la deotros muchos países, como dejaremos claro en los próximoscapítulos – centra su preocupación alrededor de estosdos asuntos, así como en el de las drogas. En segundo lugar,la cantidad de investigaciones, estudios y reflexiones acercade la relación entre los medios de comunicación y el universoinfantil y juvenil es bastante mayor si consideramos estos temas– especialmente el de la violencia – que si nos centramosen otros contenidos. Finalmente, entendemos que el raciociniodesarrollado sobre los contenidos con violencia y sexopuede ser, mutatis muntandis, utilizado en otras temáticas.En este sentido, recapitulamos aquí sobre los principiosfundamentales que creemos que se han de consideraren un proceso de clasificación por edades, independientementedel tema central de los contenidos que se analicen:Lo que nos interesa de verdad es el impacto potencialde la programación. O sea, no nos hace falta probarque vaya a haber ningún impacto en la práctica, sinoreconocer la posibilidad de que llegue a ocurrir.Cualquier tipo de contenido puede dar lugar a impactospositivos o negativos. Por ello, no debe usarse untema importante como los criterios de clasificacióntan solo con base en su presencia o no en un programadeterminado. No se puede clasificar una obra audiovisualcomo impropio porque incluya contenidossexuales, por ejemplo.La contextualización – o no – del tema ha de ser unelemento central a la hora de elaborar una clasificaciónpor edades.Por lo tanto, si adoptamos esta estructura, tenemosque estar preparados para clasificar temas como consumo,drogas, valoración del cuerpo y de la belleza física,discriminación contra distintas poblaciones, usos diferentesdel lenguaje – conforme detallaremos en la Fichade Clasificación (ver página 194). Así, a pesar de haberapoyado el esfuerzo de redefinición de los criterios de laclasificación por edades en la estructura propuesta paralos contenidos de violencia o sexuales, recomendamostambién que se incluyan otras muchas temáticas.ConsumoEn su libro En la sala de espera: la cobertura periodística de lapromoción de la salud y los derechos reproductivos durante laadolescencia, realizado con la Cortez Editora, y el apoyo dela Fundación W.K. Kellogg, ANDI ha intentado profundizarsobre la discusión acerca de en qué medida puede causarproblemas graves a la salud, especialmente a la salud mental,el estímulo ofrecido por los medios de comunicación a diferentesformas de consumo.

Capítulo 4109sexualidad <strong>de</strong> manera perjudicial para el futuro <strong>de</strong>lniño. Por poner tan solo un ejemplo: hace algún tiempo,varias emisiones televisivas mostraban a niñas <strong>de</strong> 3,4 años, a veces <strong>de</strong> menos, bailando el entonces famoso“baile <strong>de</strong> la botella”. Está claro que esto le da una gransatisfacción al niño y, sin lugar a dudas, a los padres,porque le gustan al público que las está admirando. Sinembargo, la mirada <strong>de</strong>l adulto en dirección a esta escenano es lo mismo que la <strong>de</strong>l niño. Esto pue<strong>de</strong> provocaruna erogenización precoz y producir un tipo <strong>de</strong> apelosexual que se contradice completamente con su condicióninfantil. Los medios <strong>de</strong> comunicación tienen queestar conscientes <strong>de</strong> ello y tomar una postura concretaal respecto: es una cuestión ética.Los adolescentes tampoco están protegidos <strong>de</strong> losefectos <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación, que pue<strong>de</strong>n serperversos. La búsqueda <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los externos, típica <strong>de</strong>esta fase <strong>de</strong> separación <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los familiares, haceque los que carezcan <strong>de</strong> referencias para soportar estepaso adopten los mo<strong>de</strong>los y los comportamientos sexualesque exhiben los medios <strong>de</strong> comunicación como “regla<strong>de</strong> conducta”. Sin embargo, a menudo lo que muestranlos medios <strong>de</strong> comunicación se encuentra en totalcontradicción con lo que sienten los adolescentes, loque pue<strong>de</strong> llevar a que no se sientan respetados, o a quese sientan discriminados e incluso perdidos. En otrassituaciones, los medios pue<strong>de</strong>n ofrecer “soluciones”a conflictos internos dándole al sujeto la ilusión <strong>de</strong>pertenecer a un grupo y suministrándole, al mismotiempo, una manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong>l peligro <strong>de</strong> entraren contacto con representaciones inconscientesque generen angustia.Los medios <strong>de</strong> comunicación tienen una responsabilidadética con aquello que retransmiten y nopue<strong>de</strong>n ignorar su participación en la construcciónsocial, en la formación <strong>de</strong> mentalida<strong>de</strong>s y en el <strong>de</strong>sarrollopsicosocial <strong>de</strong>l niño y <strong>de</strong>l adolescente. Hacer<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r lo que retransmiten tan solo <strong>de</strong> la audiencia,basada en la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> una cultura globalizadora,es faltarle al respeto a la particularidad <strong>de</strong>l tiempo<strong>de</strong> maduración <strong>de</strong> la constitución <strong>de</strong> cada sujeto.* Artículo publicado originalmente en el Periódico <strong>de</strong>l Psicólogo, en laedición <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l 2003.** Psicólogo; psicoanalista; doctor en Psicopatología Fundamental yPsicoanálisis por la Universidad <strong>de</strong> Paris VII; miembro <strong>de</strong> la AsociaciónUniversitaria <strong>de</strong> Investigación en Psicopatología Fundamental; miembro<strong>de</strong> la “Société <strong>de</strong> Psychanalyse Freudienne”, París, Francia; miembroFundador <strong>de</strong> la ONG TVer; vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la TVer-Minas Gerais; profesor<strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Psicología <strong>de</strong> la PUC-Minas Gerais.

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