Próxima presentación del catálogo de toda la obra conocida de ...

Valor etnológico de la obra de Adolfo Lozano Sidro {I>MIGUEL FORCADA SERRANO *La obra de un pintor puede ser analizada desdemuchos puntos de vista: el puramente plástico;el de sus contenidos con referencia a la historiao a la geografia; el de su intencionalidad o faltade intencionalidad ideológica; el de su influenciasocial o artística entre sus contemporáneoso en las generaciones posteriores, etc.Durante el tiempo que he dedicado durantelos últimos años al estudio de la obra de AdolfoLozano Sidra - con motivo de la creación delMuseo que expone su obra y de la elaboracióndel catálogo general de la misma, que se presentaráen breve-, algunos de esos puntos de vistame han resultado enormemente interesantes.Uno de ellos ha sido el etnológico, que me hahecho descubrir cómo en la obra de AdolfoLozano Sidra puede encontrarse una amplísimalección de etnologia, centrada en las costumbres,en la forma de vivir de los pueblos deesta zona del sur de Córdoba durante los añosfinales del siglo XIX y primer tercio del XX. Unaépoca, precisamente, que representa el últimomomento de supervivencia de toda una "culturapopular" que entraria en trance de desaparicióndurante el segundo tercio del siglo queahora acaba.La entrada del maquinismo en los camposacabaria en gran parte con las formas tradicionalesdel trabajo rural; la llegada de la electricidada los hogares, así como la aparición denuevos materiales, transformarian por completolas cocinas y "salas de estar" poblándolos de"electrodomésticos" y enviando al basurero o alos museos un sin fin de muebles e instrumentosque habían quedado obsoletos. Casi lo mismoocurria con el vestuario, con los despachosy oficinas, con las formas de diversión y decultura ...La obra de Lozano Sidro, adquiere todo susentido cuando o bservamos cómo no sólo reflejaen sus obras los tipos de la alta sociedad y delpueblo llano, sino que los describe minuciosamentehasta en sus más nimios -pero interesantísimos-detalles tanto personales como ambientales.De esta forma, por la época en que serealiza, por su intención de hacer "realismosocial" y por la extraordinaria capacidad para laobservación y la retentiva que tuvo nuestropintor, su obra se convierte en impresionantedocumento etnológico.A continuación vamos a comprobar cómoLozano Sidra nos ha dejado un extensísimomuestrario en asuntos como el vestuario, cacharreriay mobiliario de la época, tanto urbanocomo doméstico.Situémonos en aquellos cuadros en que representaa los tipos populares de la comarca dePriego; observemos sus atuendos y su puesta enAdolfo Lozal/o Sidra. "El/ la plaza del pueblo".escena en las plazas y calles del pueblo. Los doshombres que aparecen en "Las primerasferias"nos pueden servir de modelos. Viste el de laizquierda camisa blanca y sobre ella, blusa dealpaca gris azulada, abotonada arriba y sueltapor abajo; lleva encima un chaleco y rodeandola cintura, una faja que apenas esconde lafa ltriquera; el de la derecha viste camisa blancaestampada en lunares y una chaquetilla queaqui llamaban sariana; completan ambos suatuendo con un sombrero, pero mientras elsegundo lleva al hombro unas alforjas de lonay en la derecha una vara o garrote, el primeroenrolla en su brazo un costal y sujeta en la manoun canasto lleno de huevos cubiertos de pajapara evitar que se rompan.En "La señora va a misa", se ofrecen algunasvariantes provocadas por una especifica dedicaciónlaboral. El personaje del cántaro llevasobre el atuendo ya descrito unas ciñeras delona que usaban los hombres para el trabajo amodo de delantal; se sujetaban con un cinto decuero a la cintura y unas corremas en las corvasy los hombros; protege los pies con abarcas depiel de toro y peales, que son trozos de tela conlos que sustituian a los calcetines; el otro hombrees un criado que acompaña a las señorasllevando el reclinatorio; luce un uniforme quepoco tiene que ver con la vestimenta popular dela época.Podemos encontrar la mayor parte de loselementos descritos en numerosos cuadros eilustraciones. En "Grupo de Cortijeros" o en "Lacanastera", vemos la generalización de esa formade vestir: camisa, blusa o sariana, costal oalforja donde llevar ropa, comida o cualquierotro objeto. El sombrero era en la época prendade uso imprescindible para los hombres, muyfrecuente incluso en los niños; aparece aquí elsombrero cordobés antiguo, con ala ancha ycopa en forma de cono truncado, frente al másmoderno o distinguido, de forma recta yachatada. Hay que tener en cuenta que desdemediados del siglo XIX existieron en la localidadvarias fábricas de sombreros, lo que reforzaríaa nivel popular el uso de esta prenda.Blusas y pantalones aparecen a veces remendadascon piezas que se delatan por su colormenos desgastado, como puede verse en elhombre que cierra la escena por la izquierda. Elcalzado podía variar desde las alpargatas delona blanca y suela de cáñamo sujetas concintas, hasta las abarcas, botas de cuero ozuecos de madera.Idéntico vestuario masculino se aprecia en"Encuentro en la plaza", donde un niño muestrasu caja de limpiabotas. Los remiendos denotanla pobreza de estas gentes, pero la limpieza delas ropas reafirma su dignidad.La descripción de los vestidos femeninos esde similar interés. Los tipos más populares secubren con camisa y faldas o faldones hasta lospies; sobre la camisa suelen llevar pañoletasque, rodeando el cuello, cruzan sobre el pechoy se ajustan en la cintura; sobre esa indumentariabásica aparecen las variaciones; en "Día demercado" vemos a una mujer que lleva uncuidado delantal y un oscuro mantón sujeto18ADARVE I N2 588 • 1 de Diciembre 2000