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M. Merce<strong>de</strong>s Aguirre C.a complicaciones preoperatorias (65%), el segundo,a eventos propios <strong>de</strong>l procedimiento quirúrgico(24%), el tercero a eventos patológicos intraoperatorios(9%) y por último, aquellos atribuibles almanejo anestésico (2%). La presencia <strong>de</strong> sangradointraoperatorio excesivo da cuenta <strong>de</strong>l 70% <strong>de</strong> lasmuertes atribuidas al procedimiento quirúrgico.Por su parte, la gran mayoría <strong>de</strong> las causas correspondientesa eventos patológicos intraoperatorioscorrespon<strong>de</strong>n a eventos isquémicos miocárdicos,embolia pulmonar y arritmias severas 12 .En nuestra serie, la hemorragia intraoperatoriaencabezó la lista <strong>de</strong> causas (27,8%) y se asoció auna mortalidad <strong>de</strong>l 100%.Sprung, por su parte, en un estudio norteamericanosobre 518.000 anestesias, encontró que un35% <strong>de</strong> los paros eran secundarios a sangrado intraoperatorio,44% a causas cardiacas y 21% respondíana otras causas. Entre ellas, sólo 0,5 por10.000 eran atribuibles a alguna causa anestésica 11 .Si volvemos al paro <strong>de</strong> causa anestésica, la víaaérea y las dificulta<strong>de</strong>s en la ventilación constituíanla principal causa histórica 11,13-15 . Sin embargo,dado la estandarización <strong>de</strong> la monitorización, eladvenimiento <strong>de</strong> dispositivos <strong>de</strong> manejo y rescate<strong>de</strong> vía aérea y la preocupación por el <strong>de</strong>sarrollo yseguimiento <strong>de</strong> algoritmos <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> eventoscríticos, esta causa ha disminuido en el tiempo y yaen el año 2002 Newland reporta sólo un 20% <strong>de</strong>PCR <strong>de</strong> causa anestésica atribuibles al manejo <strong>de</strong> lavía aérea o ventilación 6 .En nuestra serie local presentada el año 2009,sólo en un caso se atribuyó la causa <strong>de</strong> PCR a unevento hipóxico, el que fue consi<strong>de</strong>rado totalmenteprevenible.En el subgrupo <strong>de</strong> la población obstétrica, elConfi<strong>de</strong>ntial Enquiries into Maternal and ChildHealth (CEMACH), reportó la información <strong>de</strong> lasmuertes maternas en un período <strong>de</strong> 50 años. Ya parala década <strong>de</strong> los 90, la causa anestésica <strong>de</strong> muertematerna había pasado a ser esporádica, comparadacon el tercer lugar que ocupaba en los años 60.Entre las razones se cuentan la mejor calidad <strong>de</strong>entrenamiento <strong>de</strong> los médicos anestesiólogos eimportantemente el uso prioritario <strong>de</strong> anestesiaregional versus general. Las principales causasque se reconocen actualmente en este grupo son laobesidad, las fallas en el manejo <strong>de</strong> la vía aérea yventilación, el error en la administración <strong>de</strong> drogasy el pobre manejo clínico <strong>de</strong> hemorragias, sepsis ypreeclampsia 16,17 .Es <strong>de</strong> suma relevancia <strong>de</strong>stacar que, según losdatos que se encuentran en la literatura, un porcentajeimportante <strong>de</strong> PCR asociados a anestesia soncausados por error humano o más específicamente,fallas organizacionales o estructurales <strong>de</strong> los lugares<strong>de</strong> trabajo; 53% <strong>de</strong> los PCR en un estudio japonés18 , 83% en un estudio danés 19 y el 100% en unestudio francés 10 .Los márgenes <strong>de</strong> seguridad ofrecidos a los pacientes,<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n fuertemente <strong>de</strong> factores organizacionalesy <strong>de</strong> funcionamiento <strong>de</strong> los ambientes<strong>de</strong> trabajo. Lagasse <strong>de</strong>finió dos tipos <strong>de</strong> erroresque condicionan la ocurrencia <strong>de</strong>l evento crítico:el error <strong>de</strong>l sistema (acci<strong>de</strong>ntes técnicos, falla <strong>de</strong>equipos, fallas <strong>de</strong> comunicación, limitación <strong>de</strong> estándaresterapéuticos o diagnósticos, limitación <strong>de</strong>disponibilidad <strong>de</strong> recursos, ina<strong>de</strong>cuada supervisión)y el error humano (técnica equivocada, <strong>de</strong>sconocimiento<strong>de</strong> los equipos, <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong>información disponible, omisión <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong>información, <strong>de</strong>sconocimiento técnico) 20 .En el grupo <strong>de</strong> técnica ina<strong>de</strong>cuada o equivocada,los inci<strong>de</strong>ntes relacionados con la instalación <strong>de</strong>vías venosas centrales son los más frecuentes enadultos y niños. En el grupo <strong>de</strong> los errores humanos,el error en la administración <strong>de</strong> drogas encabeza lalista <strong>de</strong> causas <strong>de</strong> ocurrencia <strong>de</strong> eventos críticos yPCR, reportado por diversos autores 9 .Existen principios básicos asociados a la organizacióny funcionamiento <strong>de</strong>l ambiente <strong>de</strong> trabajoque han <strong>de</strong>mostrado ser efectivos en disminuir lamortalidad perioperatoria. Entre ellos, la disponibilidadinmediata <strong>de</strong> otro anestesiólogo en caso <strong>de</strong> serrequerido por la ocurrencia <strong>de</strong> algún evento crítico,la conformación <strong>de</strong>l equipo <strong>de</strong> médicos anestesiólogoscon contratos a tiempo completo en lugar<strong>de</strong> “part time” y la presencia <strong>de</strong> dos miembros <strong>de</strong>lequipo <strong>de</strong> anestesia durante la emergencia anestésica21 .Es primordial fortalecer la oportunidad y lacalidad <strong>de</strong> las evaluaciones preoperatorias, la evaluacióncuidadosa <strong>de</strong> la vía aérea con la adhesiónjuiciosa a algoritmos <strong>de</strong> manejo, ya sea el propuestopor la ASA o similar, que se ajuste a la realidadlocal, ya sea en términos <strong>de</strong> disponibilidad <strong>de</strong> dispositivoso <strong>de</strong> la familiaridad <strong>de</strong> los médicos anestesiólogospara su uso. Se <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar oportunamenteel uso <strong>de</strong> las técnicas <strong>de</strong> intubación vigilcuando el caso lo amerite.En el caso <strong>de</strong>l error en la administración <strong>de</strong>drogas, varios autores han hecho esfuerzos por<strong>de</strong>scribirlos e intentar disminuir su ocurrencia.Así, se han promovido recomendaciones <strong>de</strong> administraciónsegura, basadas en revisiones sistemáticas22,23 .Por último, el uso <strong>de</strong> las listas <strong>de</strong> chequeos, ha<strong>de</strong>mostrado ser útil en mejorar los resultados y losniveles <strong>de</strong> seguridad en los procesos <strong>de</strong> trabajo, porlo que es recomendable adherir a ellas 24 .14Rev Chil Anest 2012; 41: 13-17


M. Merce<strong>de</strong>s Aguirre C.tunadamente poco frecuente. El paro atribuible acausa anestésica, lo es aún más. Si éste ocurre, es<strong>de</strong> buen pronóstico, con más <strong>de</strong> un 80% <strong>de</strong> recuperaciónneurológicamente in<strong>de</strong>mne. Debemos tenerpresente que en la gran mayoría <strong>de</strong> los PCR atribuiblesa causa anestésica, está involucrado el errorhumano como factor causal, por lo que <strong>de</strong>ben acentuarseen los distintos lugares <strong>de</strong> trabajo, las medidastendientes a i<strong>de</strong>ntificar y tratar el punto crítico<strong>de</strong>l proceso, que permite que estos errores ocurran.El paro perioperatorio ocurre en un ambientei<strong>de</strong>al para establecer una óptima reanimación cardiopulmonar.Los eventos son siempre presenciados,los pacientes se encuentran bajo monitorizacióncontinua y ésta pue<strong>de</strong> fácilmente incrementarseen complejidad y especificidad. La vía venosase encuentra previamente establecida, la vía aéreay la ventilación se encuentran controladas o pue<strong>de</strong>ncontrolarse fácilmente. Hay disponibilidadinmediata <strong>de</strong> <strong>de</strong>sfibrilador y drogas, así como <strong>de</strong>otros equipos, que en casos seleccionados, pue<strong>de</strong>nestar indicados en una reanimación como medidaspuente hasta lograr las condiciones óptimas parala reanudación <strong>de</strong> la función cardiaca propia. Haydisponibilidad <strong>de</strong> recurso humano especializado yaltamente preparado en el manejo <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong>crisis. Sin embargo, hay algunos elementos queno son <strong>de</strong>l todo favorables al enfrentar un paroperioperatorio y una RCP. Debemos seguir recomendacionesque se basan en evi<strong>de</strong>ncia emanada<strong>de</strong> situaciones <strong>de</strong> paro extrahospitalario, escenariototalmente distinto al que vivimos en el entornoque nos atañe. Por esta razón, <strong>de</strong>bemos extrapolarlo que éstas recomiendan, sin evi<strong>de</strong>ncia fuerte en elcontexto específico. Por otro lado, dado lo esporádico<strong>de</strong> la ocurrencia <strong>de</strong>l evento, se pier<strong>de</strong> la <strong>de</strong>strezay la habilidad para el manejo rápido, eficientey oportuno <strong>de</strong> la emergencia.En otra sección <strong>de</strong>l presente número se presentanlas recomendaciones para el manejo <strong>de</strong>lparo intrahospitalario, basadas en la extrapolación<strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia existente en paro extrahospitalarioy la experiencia <strong>de</strong> RCP intrahospitalariay perioperatoria <strong>de</strong> expertos. Esperamos quese conviertan en un elemento <strong>de</strong> apoyo y ayudapara siempre avanzar en la excelencia <strong>de</strong> la calidad<strong>de</strong> la atención <strong>de</strong> nuestros pacientes, másaún cuando enfrentamos la peor <strong>de</strong> las emergenciasa las que nos exponemos en el ejercicio <strong>de</strong>nuestra especialidad.REFERENCIAS1. Keenan RL, Boyan CP. Decreasingfrequency of anesthetic cardiacarrests. J Clin Anesth 1991; 3: 354-457.2. Tikkanen J, Hovi-Vian<strong>de</strong>r M.Death associated with anaesthesiaand surgery in Finland in1986 compared to 1975. ActaAnaesthesiol Scand 1995; 39: 262-267.3. Gaba DM. Anaesthesiology as amo<strong>de</strong>l for patient safety in healthcare. BJM 2000; 320: 785-788.4. Cooper JB, Gaba D. No myth:anesthesia is a mo<strong>de</strong>l for addressingpatient safety. Anesthesiology2002; 97: 1335-1337.5. National confi<strong>de</strong>ntial Enquiry intoperioperative <strong>de</strong>aths (2000). 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