13.07.2015 Views

Julio-Diciembre 2010 - Universidad Tecnológica de Panamá

Julio-Diciembre 2010 - Universidad Tecnológica de Panamá

Julio-Diciembre 2010 - Universidad Tecnológica de Panamá

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

yo en aquel gran círculo rojo <strong>de</strong> celdas una allado <strong>de</strong> otra, dispuesto a dar vueltas y a que“El huracán” subiera y bajara como una monedaque da vueltas antes <strong>de</strong> posarse sobreel suelo rendida por tanto movimiento. Estabaexultante, lleno <strong>de</strong> vida, había subido ymamá no lo sabría nunca, era como Carlitos,libre, rebel<strong>de</strong> y ahora un mentiroso no arrepentido.Di vueltas y vueltas y todo se <strong>de</strong>svanecíapor la velocidad y al llegar la atraccióna lo más alto me sentí volar. Mi primo, en lacelda <strong>de</strong> al lado, gritaba palabrotas para quese las llevara el viento o para dominar su miedo.Carlitos y yo nos bajamos y comenzamosa caminar en busca <strong>de</strong> nuestras madres. Comentábamosla jugada, la locura <strong>de</strong> luces sucesivas,la realidad vista a velocidad <strong>de</strong> vértigo,el meneo <strong>de</strong> la atracción, los gritos <strong>de</strong> lasmuchachas y el tipo con cara <strong>de</strong> indio que sebajó todo meado <strong>de</strong>l miedo, tremendo mariquita,“¿pa’ eso se sube?” y yo me reía comoun verda<strong>de</strong>ro hombrecito <strong>de</strong> casi diez añoscuando en ese camino emprendido y mermadasensiblemente mi fortuna, Carlitos paró aunos metros <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong>l miedo.−¿Nos asomamos a ver que hay en esa carpa?“No te asomes que da miedo”.Recordé lo que mamá me había dicho y lopuse al lado <strong>de</strong> la propuesta <strong>de</strong> Carlitos quesiempre había sido un aventurero, tenía doce,y sabía mantener a raya a mi tía Gaby. A<strong>de</strong>más¿cómo sabía mi mamá que daba miedo?Lo mismo lo <strong>de</strong>cía para protegerme <strong>de</strong>masiado,para hacerme sentir un niño pequeño.¿Qué miedo pue<strong>de</strong> dar una mujer con cuerpo<strong>de</strong> rana? Seguro que es una tontería, pensé,mientras mi primo esperaba una respuesta.− ¿Te da miedo?Carlitos no se daba por vencido y no iba yoa quedar <strong>de</strong> gallina <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> mi único primovarón, que a<strong>de</strong>más era un bochinchoso yque seguro terminaría yéndole con el cuentoa mis primas y <strong>de</strong> allí a mi escuela y a todo elpaís. Tenía que asomarme, total unos segundos,seguro que no sería para tanto y que medaría cuenta <strong>de</strong>l truco, papá me <strong>de</strong>cía siempreque estuviera atento, que todo es purocuento.− ¿Miedo yo?Carlitos escuchó mi respuesta y emprendióla marcha <strong>de</strong>cidida y valiente hacia la carpatétrica y oscura <strong>de</strong> la enana mutante como siestuviera siendo atraído hacia ella por la melodía<strong>de</strong> un flautista <strong>de</strong> Hamelín <strong>de</strong>l terror. Yome fui también <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> él como un ratónfascinado por la música <strong>de</strong> la curiosidad, porlas pocas luces y el patetismo <strong>de</strong> barraca <strong>de</strong>circo monstruoso que envolvía a aquella carpa.“No te asomes que da miedo”. Recordé otravez.Carlitos ya estaba asomado y parecía nodarle miedo. Yo soy un hombretón, me lo<strong>de</strong>cía mi papá, que no me lo amaricones, le<strong>de</strong>cía a mi mamá y ella le contestaba a gritosque no permitiría que yo fuese como él. Comencéa escuchar mis pasos con claridad ypoco a poco los latidos <strong>de</strong> mi corazón subían<strong>de</strong> volumen y el ruido <strong>de</strong> fondo, como en laspelículas, disminuía lentamente. Los latidosaumentaban, los oía, cada golpe, se hacíanmás audibles, ensor<strong>de</strong>cedores…− Asómate.Carlitos tenía ya pintada en la cara una risitamaliciosa y me dijo que mi mamá nunca losabría por su boca, te lo juro por mi vieja, medijo, llevándose a la boca el índice y el pulgarcruzado y besándolos, lanzando ese beso <strong>de</strong>juramento al cielo, que por mí tu mamá no lova a saber. Los latidos casi no me <strong>de</strong>jaban oír,Carlitos no conseguía frenarlos, hacer que secallaran, hacer que me <strong>de</strong>jaran.“No te asomes que da miedo”.Mamá exagera, seguro, y me dispuse a87

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!