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paracentral y central del país –con excepción del Hospital “San Juan deDios”, en San Miguel–, que no corresponden por cierto a los territorios conmás sensible incidencia de la pobreza 174 , de manera que todavía continuarásin resolverse adecuadamente la tendencia de que la población másempobrecida seguirá registrando una probabilidad de recibir cuidadosmédicos, en una proporción mucho menor –inferior casi en una terceraparte– a la que muestran las salvadoreñas y salvadoreños de mayoresingresos 175 .Especial mención merece el Hospital de Maternidad, el cual, prácticamente,estaría quedando fuera del listado de los centros hospitalarios contempladosinicialmente en el Proyecto, a pesar de ser el único cuya poblaciónbeneficiaria tiene un alcance a nivel nacional. Lo anterior, pese a conocerseque son las mujeres pobres quienes tienen menos posibilidades deatenderse un parto en un hospital, en comparación con la población femeninade mayores ingresos (52% y 93%, respectivamente) 176 .Se suma a lo anterior, el ingente incremento en el número de embarazosadolescentes reportados en los últimos años y su tendencia sostenida eneste sentido, así como el aumento que ello demanda en los gastos en losque debe recurrir este nosocomio –en más de un 32%–, sobre todo para laatención al conjunto de complicaciones que van aparejadas a la temprana174 Según el Mapa de Pobreza utilizado por las autoridades gubernamentales, el cual puede encontrarseen el sitio: http://www.fisdl.gob.sv/documentos/libromapapobreza/CONTENIDOS/capitulo_IV.pdf.175 PNUD. Trayectorias hacia el cumplimiento de los ODM en El Salvador, Serie Cuadernos sobreDesarrollo Humano, No.6, San Salvador, Mayo 2007, pág.91.176 Ibíd.176