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Sin embargo, tales impactos se limitan a señalar montos invertidos, númerode proyectos y/o cantidad de personas beneficiadas, sin que les acompañeuna explicación clara sobre cómo se ha contribuido, efectivamente, a reducirla brecha sanitaria existente, tanto en términos de cobertura como de calidad.Lo anterior, especialmente porque estudios recientes han insistido en queson personas pobres y extremadamente pobres las que representan ennuestro país la más alta proporción sin cobertura de seguro médico alguno ycuyas necesidades en salud deben ser atendidas por el MSPAS, además deque se ha registrado, hasta años recientes, que aproximadamente una cuartaparte de la población no ha tenido ningún acceso a servicios de salud y, enlos casos donde se ha podido solventar esta situación, los indicadoresrespecto a la población pobre siguen rezagados y mostrando bajos nivelesde calidad 165 .Uno de los aspectos más importantes al respecto, se refiere a que alrededorde las tres cuartas partes de la atención solicitada en las unidades de saludes realizada por personas pobres, mientras que en los hospitales de la redpública ellas representan la mitad de las consultas y visitas 166 .Pese a esto, el Programa respectivo al Proyecto RHESSA se basa ensubcontratar Organizaciones No Gubernamentales (ONG´s) para brindar laasistencia e intervención en el área rural que no cubre el Ministerio de SaludPública y Asistencia Social, lo que ha significado que el Sistema Público deSalud no haya experimentado en su capacidad instalada ningunareadecuación al sensible incremento de las demandas de las familias aquienes se ha cubierto con la extensión de servicios. El hecho de que suplir165 PNUD. Trayectorias hacia el cumplimiento de los ODM en El Salvador, Serie Cuadernos sobreDesarrollo Humano, No.6, San Salvador, Mayo 2007, págs.88, 90 y 91.166 Ibid, pág.91.173